ADRIANA AGRELO
(Buenos Aires-Argentina)

DE VIAJES Y PARTIDAS

Una luna que está menguando
se cuelga de mi ventana
el viento aúlla una monótona canción
                                estoy de paso canta
                                siempre en fuga
mis raíces se amotinan 
quiero partir
danzar
aullar
antes que el otoño
me deshoje
que el viento arremoline
los restos
que el invierno
me detenga
ALDO LUIS NOVELLI
(Neuquén-Argentina)

la ambiguedad de la palabra
el poeta escribe la palabra "piedra".
un geólogo lee roca
un filósofo lee tiempo detenido
un astrónomo asteroide
un aborigen ruca
un egipcio pirámide
un palestino lee intifada
un policía manifestación
un político represión
un dictador muerte
un preso trabajo forzado
un señor de saco y corbata lee vergüenza
una señora de tacones y rodete más vergüenza
unos chicos que pasaban leen payana
una pareja odio
un solitario alma...
el poeta lee mundo.- 
ALEJANDRO BEKES
(Entre Ríos-Argentina)

PABLO ANADÓN

Lo veré siempre así, como lo he visto
junto al hogar, leyendo, hace mil años,
cargando en la alta noche su impertérrita,
filosófica pipa. Luz de un fuego
que arde mal, a capriccio. Afuera cruje
la escarcha en el camino, si alguien pasa.
La leña entre las llamas finge un bosque
de cuento misterioso, y el arroyo
que murmura allá abajo, incalculable,
sabe más de nosotros que esas letras
que el ojo advierte o que la mano traza.
El fuego persevera sin embargo:
da su calor y el acre olor del humo,
si no da luz. Tristeza que es amor,
dice la voz perdida. Alta tristeza
de amor entre las ruinas del silencio,
y el tiempo que se fue con su secreto
sin revelar, como en el bosque antiguo
se extravió Pulgarcito, ya muy lejos
y lejos para siempre de su casa.
Amigo mío, así te veré siempre,
junto al hogar, soñando, pensativo...
Melancólica pipa, luz del fuego
y un ángel con tus versos de la mano.
ALEJANDRA DÍAZ
(Tucumán-Argentina)

CASA TRAMADA EN AIRE

voy  a  contar  una  pequeña  historia  /
la escribiré  dentro de una   nuez
origami /
no es de una grulla  / es de una casa que lleva  en  sus alas una grulla
un  niño dirá  : " mi casa " -y será verdad
pintará con crayones una pared sin miedo...una  mujer
 / como yo / como todas
sacará las plantas  de  sus macetas
 colocándolas cuidadosamente en la tierra
contaré y contaré
tal vez nadie sepa de lo que  alguien puede decir
mientras escribe
luego de una buena noticia   /
                                          o  sí  / o sí. 
ALEJANDRA PARRA
(Buenos Aires-Argentina)

LOS TÍOS

despertaban la vida con una grapa
a las 4 am
antes que el sol

Amanecían
Cada día
con las manos más gruesas
                                       de menos palabras
Y la duda fría del invierno
apretándoles
el pescuezo
Clausuraban el sueño
y salían a ordeñar la fe

Mirada de cordero
se ponían los tíos
sobre cada ojo

Revisaban la tierra
Anudaban alfalfa y  tropilla
en rituales perfectísimos
Y volvían
al molino
a lavar más dolor
que la tía secaba
                                   con un sol mínimo
                               y después almidonaba
ALEJANDRO CABROL
(Entre Ríos-Argentina)

l á p i d a (lápida / la piEdRa) E R

Llueve
la zorra de la siesta hamaca su cintura
cree su vaivén capaz
de hacerme olvidar las piedras
llueven rincones
y gota vuelve a casa
ve la zorra de la siesta
del péndulo de sus pechos piensa:
hace cantar a las piedras
que intenta hacer olvidar
atisbo por donde lluvia
siente la casa dentro en el pecho
en una ciudad verde y roja
la zorra de la siesta mece su péndulo
en el cuello
y un murmullo cuenta crónicas de piedra
todas las tardes que llueve parecen domingo
la casa sentir adentro
uñas de tren a través de la nuca
donde la zorra de la siesta
arma almohadas de piedra

pedí que en mi tumba no escribieran nada
para que cuando llueva en casa
los domingos
se oiga el trepar de piedras
de la zorra de la siesta
ALEXIS COMAMALA.
(Córdoba-Argentina)

lo que merece ser dicho es tu nombre
lo borrado se escribirá de vuelta en el reverso del cielo
lo acallado será puesto en boca de los peces
lo encerrado se dispersará por los campos abiertos

entonces sabrás
que existió un día en que todo fue degolladero
callar y aceptar el abismo
como una oración que emerge del estómago

pensás adormecido que lo que flota es pasado
buscás una cifra que dé tu destino
un vacío en la ofrenda para caer despacio
sin pena ni gloria, solo muertos dados al canto

trazás nuevas líneas para recordar

y si hoy abro ese lugar de larva
y nos mareamos juntos
debajo allí debajo
estamos protegidos de un mundo
y de su reverso que emergerá
he incendiado un mapa y renunciado a los rezos
algo volverá de los cuervos
nada quedará del filo del hacha
resucitará el grito y la piedra

la infancia es un jardín sin escrúpulos,
algo se dinamita, algo crece en la otra orilla
ALFREDO LUNA
(Catamarca-Argentina)

con nosotros, dios tiene mal comportamiento y cae

de esto se duele mi sangre, de no tener una madre audaz;
apenas un animal ciego lamiéndose
que imagina árboles de espuma
olas de montañas en el cielo
y me ve hermoso con lanzas en la boca

no. tengo una madre fiel a su desdicha implacable y pulcra;
ángel mustio, se mira en el tiempo que la muerde 
y nada le reprocha

hasta el fin de los días, seguirán doliéndome en la pena
sus embates de amazona temerosa, su derroche de lágrimas

como ninguna, alma hostigada por el amor, 
tan leal a su soledad, como ninguna.

ojalá no gimiera entre el amanecer y el ocaso.
ALICIA MÁRQUEZ
(CABA-Argentina)

EN LAS ESQUINAS

En las esquinas, hay chicas y muchachos que se besan.
No sólo en las esquinas.
Se besan también a mitad de la cuadra, esperando el subte, en las aburridas paradas de los colectivos, en el tren.
Parece que se despiden.
O que llegan de la guerra.
Parece que están tristes con los ojos húmedos y las manos como helechos temblorosos.
Pero no.
Sólo se besan y se hablan al oído prometiéndose el cielo.
Se besan interminablemente.
Se descubren.
No existe nada más.
Ni árboles, ni autos, ni gente.
Gente que pasa rapidísimo y que, de repente, se para, los mira y se vuelve sombría.
O les da vergüenza.
¿Cuánto dura ese beso interminable,
esos ojos cerrados,
ese suspiro infinito?
¿Cuánto dura ese amor
que se desmaya en las esquinas,
en los zaguanes,
al borde de la vía.
A la noche. De día.
Con frío?
¿Cuánto dura el amor para siempre?
AMANDA PEDROZO
(Asunción-Paraguay)

POR UN SEGUNDO

Si uno fuera por un segundo el otro
ése a quien se ama desmedidamente
y pudiera recibir de pronto
el mismo inoportuno amor
y toda el ansia desesperada
y sintiera así en la lengua la llama
que tanto se quiere dar
y tanto es rechazada.

Si uno fuera por un segundo el otro
y se pudiera entonces, en un solo
instante irrepetible
descifrar el motivo
del amor desde adentro,
si uno fuera por un segundo el otro
y se pudiera transgredir entonces
cómo dolería la otra mirada,
ésa que no fue nuestra
y que no será nunca.
AMELIA ARELLANO
(San Luis-Argentina)

EMBRIAGUEZ

Todas las muertes anteriores.
Todas, el hombre, las hizo bajo discretas sombras.
Casi en penumbras.
Fueron incuestionables. Indemostrables.
Solo él lo sabía.
Hubo rumores de las muertes, en cuclillas.
Algún dios testarudo también dudó.
El resto afirmó que todo era mentira.
El,  cara de plomo afable.
Besaba día a día el espejo.
(Excepto los días muy nublados llevaba gafas)
Hambre de sexo y fotofobia.

A su forma, amaba su desnudez oscura.
Cuando derramaba sus ubres relucientes.
Sus grandes pezones le recordaban a su madre.
A uvas maduras, A cabras. A preñez de yegua.
Le embriagaban la noche y sus manzanas de oro.
Deliraba por su rosa lívida  de carbón y litio.
El temblor de sus palomas en sus muslos negros.
Le hicieron olvidar el lucero del alba.
La mujer era un   cardumen  de abejas al  sol.
Era luz, pura luz atroz y  amor amargo.
Por eso, por eso, la mató. A plena luz del día.
A plena luz del día, la mató.
AMPARO OSORIO
(Bogotá-Colombia)

OSCURA MÚSICA

El eco tañe su glacial estrella
cuando ya nada
ni un puñado de viento
pregunta por las manos.
Mas he aquí
que ante mi noche
la ceniza anticipa nacimientos;
que he visto aún
al hechicero limo
mezclarse entre la sangre
y bajar por la cuesta
a un perro triste
cuyos ojos buscaron en los míos.
¿Qué pasó entonces?
Una rosa
salpicada de nieve.
¡Y el astro muerto de la Infancia!
ANAMARIA MAYOL
(Neuquén-Argentina)

RIESGOS COLATERALES

 Yo supe del amor
ese vasto lenguaje del silencio
perfilado en los ojos
en los dedos
 detrás de la caricia         del deseo
Palpé la eternidad
entre sus labios
y supe
de la espuma amando el mar
de la roca y el viento que la deshace
la transforma en arenas para llevarla
siempre entre sus pasos
supe también
de aquel eterno idilio del rio con el mar
del árbol con su sombra
que casi es  su verdad
del sueño la vigilia
y nuevamente el sueño de soñarnos
Yo supe del amor
mi piel fue
como un mapa trazado por sus manos
cada relieve precipitó a su boca
con el sabor intacto de los días
abrazando la noche hasta preñarla
supe        del riesgo eterno del no olvido
entrelazado a los huesos
y aun así      con su sentencia a cuestas
elegí vivirlo
ANDRÉ CRUCHAGA
(Chalatenango-El Salvador)

TRANSPARENCIA

Mirar la gota en el ojo que la ansía. La gota solamente en lo profundo.
—Pero, no mires la claridad, en la claridad misma, sino en la salida de los rostros y los nombres; todo tiene su ritmo, el fuego y la muerte, el tiempo que nos alcanza
y nos deja, el grano de mostaza en la estatura, la roca fiel al río en su propio espejismo.
No mires los colores volcados en el arcoíris, sino en la rama disuelta del designio, que la palabra compartida es silencio.
No camines si al caminar, acaba el bullido de la sangre, allá en la sombra, la piedra de los sueños, quizás la claridad que a veces nos avergüenza.
No busques compañía, en la compañía del tallo, hazlo en las semillas,y hasta en los pergaminos del viento.
(El poema siempre vacía a manotazo limpio el pálpito del firmamento.)
Líquido el poema, se siente la retribución en las manos: el sollozo no necesita de pañuelos, sino de un cuerpo que lo contenga, en el tibio cuaderno de la luz.
No mires la intensidad con tus ojos, mírala desde el espejo del otro;
entonces podrás saber de qué están hechos, fuego y tormenta…
ANDREA VICTORIA ALVAREZ
(Caracas-Venezuela)

A MI PADRE

Padre, nuestra casa
se llenó de sombras -y te digo-
hay que dejar que crezcan las paredes
como crecen los  hijos..
y al  dolor de los   recuerdos
mandarlo a  patear  sus  angustias al patio.

Que todo el vendaval de las caricias ausentes
posen su sol de luz sobre este techo
y nos caldeen el alma.

Permitirle a las plantas que floreen,
y en las mañanas
brindarle a los ido  su desplegar de pétalos
y así, entre risas aromas y  colores
alegrarle la paz a nuestros muertos.
ANÍBAL FERNANDO BONILLA
(Otavalo-Ecuador)

ERES…

El alacrán colorado
que asciende las montañas
del Himalaya.
La gota de lluvia
que se destroza
en el pavimento.

El caballito de mar
que cabalga en mi espalda
triturando cicatrices.
La diminuta hormiga
que se congela
con el sonido del relámpago.

El ciempiés que destruye
el camino de la oscuridad.
El dolor invisible
de las funerarias
con olores nauseabundos.

El país sin alma
donde todos duermen
al mediodía.

La muerte hecha obra de arte
en las pupilas
de los cuerpos reencarnados.
ANNA BANASIAK
(Zgierz-Polonia)

Cada día-
cuando los difuntos,
casi tan reales como la niebla,
tratan de despertar en mí los recuerdos,

-es parecido al follaje en la selva.
Aunque lo parezca casi imposible,
mis ojos no pueden dejar de mirar
 a la vista sumergida profundamente a la niebla.
Cuando un cuerpo era un niña
mi mente creía en las historias sobre el paraiso ideal y bueno,
donde no había ni malos hombres ni maliciosas mujeres.
Despuès tenía que abrir los ojos.
La vista de los difuntos resultó
abrir las puertas olvidadas hace mucho.
El día no puede acabarse.
Sigue bailando entre mis dos caderas nacidas para ligar con la ley de la naturaleza.
ARABELLA SALAVERRY
(San José-Costa Rica)

EN EGIPTO, UNA MUJER, UNA MÁS, ES VIOLADA

Lo he escuchado muchas veces:
no más mujeres hablando de mujeres

Y entonces me pregunto
¿Quién entonces pronuncia las palabras
que ella no tuvo tiempo de decir?
Quién llora esas palabras
que no deben ser pronunciadas
para que ninguna otra mujer
vuelva a  escucharlas

No es una competencia feroz
ni es que se ignore la ignominia
que también viste el camino
de hombres  de niños y de ancianos
Pero cuál otra voz habla
si no es la voz de las mujeres

Cuál voz habla
de los quince penes
que irrumpen en su cuerpo
de  golpes, las patadas,
de esos hombres que orinan
sobre la leve figura
de esa mujer vejada

Entonces me pregunto
será realmente innecesario
que las mujeres hablemos de mujeres
ASTRID SOFÍA PEDRAZA DE LA HOZ
(Puerto Colombia-Colombia)

SIN LOS AÑOS SUFICIENTES.

 Mujer, matriz del mundo.
Tu rostro, surcado por el cansancio.
Refleja la indolencia del tiempo.
Sin los años suficientes te hicieron madre.
No te enseñaron: Que ser madre,
Es quebrantar, por siempre las entrañas.
Es dejar de ser…Para no ser.
Es arañar la tierra, morder el polvo,
Para dar de comer.
Llorar impotente,
Ante el maltrato del hombre.
A quien no le enseñaron
Valorar la mujer.
Cofre santo y sagrado.
Y  quien sufre tú misma
Metamorfosis de vida.
Un hombre, que puede ser
Él que llevas ahora dentro de tu vientre.
Un hombre, que nacerá con dolor.
Sin oportunidades.
Porque así lo diseñaron
Los arrebatadores de sueños. Los buitres del espacio.
AUGUSTO ENRIQUE RUFINO
(Salta-Argentina)

REGRESO

No era el fin…
                      Todavía…

Debí regresar
    Con las rodillas dobladas
    Arrastrando maletas
                    de fracasos y heridas
                     Para re-encontrarme

Ya no existía
      La lluvia
                    danzando cristalina
      Ni la rosa
                   con su perfume esperanzador
      Ni el sol
                   asomando en el alba
                                     su presagio de vida

Debí  re-encontrarme
      En mi lecho de niño
      En mis calles de lapachos y azahares
                    Para encontrarte…

      Volver a soñar auroras
       y noches alucinantes
                    para fundar nuestro paisaje.
                        
No era el fin…
                      Todavía…
BEATRIZ SCHAEFER PEÑA
(CABA-Argentina)

THE GODFATHER

Todo comenzó por el gobierno de las cosas.
Fui un aldeano que no sabía el orden de las letras
pero sí lo dispuesto en la devoción del miedo.
Así comenzó todo.
Primero cruzando el desarraigo
con la desolación de la ignorancia,
el pasto seco de la mendicidad,
para llegar al mundo prometido
donde los dioses de la tierra
levantaron su imperio.
Después, la vida fue un río solitario
que vadeaba el peligro.
Y navegué ese cauce,
ese remanso oculto donde la paz se hundía.
La venganza era tierra de nadie
y caían los muertos
junto a las hojas del atardecer.
Nada podía cambiar este destino,
esta luna creciente en la noche impiadosa.
Solamente la casa se levantaba incólume
frente a todos los crímenes.
Allí se atesoraba el cuño del poder,
el único legado a mi familia.
Ya de regreso, bajo el filo del día sin retorno,
miro el jardín con los naranjos
que nunca cultivé.
La patria es una bruma,
un árbol desgajado en la memoria.
BELKYS SORBELLINI
(Santa Fe-Argentina)

HE REGRESADO

He regresado de un mundo
de gemidos y lamentos
de sueños mutilados
de amor dormido.

La realidad es aplastante,
los sumerge, los aniquila
y allí están
sufriendo de dolor
por ser.

Por haber podido,
por haber sido y no ser.

Allí están,
gimiendo de dolor por tanta muerte.

Por sobrevivir,
y por vivir el camino,
el tránsito.

Por vivir el camino
hacia la muerte.

Pero yo he regresado
He regresado para que abran las compuertas
Para mostrar el horizonte
y enseñarles a escapar.
BENJAMÍN ARAUJO
(Toluca-México)

PERFUMES

Perfuman mi almohada
recuerdos triunfantes
de amores en saga
que nutren la sangre,
de pasiones gestadas.

La soledad no acucia,
si repetidas promesas
mi insomnio alimentan,
y en sueños, confusa,
enfrían mis sábanas.
Y de a poco me muero
aunque mi cama florezca.
No me basta el recuerdo
si respiro el perfume
que huele a lavanda,
que agranda mi pena,
si perdura en mi almohada.
CAMILA FABI
(Tierra del Fuego-Argentina)

pájaros
vienen a mi

una mujer 
baila

siempre
internamente

extendiéndose
hacia el cielo
contrayéndose

envuelve 
y protege a su vida

calma caótica
CARINA SEDEVICH
(Santa Fe-Argentina)

Enciendo la lámpara de sal de la montaña

junto a mi cama.
Me suelto el pelo
recordando las canas invisibles.
Me acuesto entre las sábanas de hilo
con la bata dorada de la China.
Debajo mi piel blanca no desea
ni en sus botones rosados
ni en sus lunares pálidos.
Sobre la almohada se escuchan mis anillos
porque está fresco, quizás,
y se afinaron mis dedos.
El oro, la plata, la amatista.
Afuera la noche se ha espesado
porque terminó la luna llena.
Empieza el mes que precede al invierno.
Qué ligera que soy sin tus deseos.

Qué dulce corre el alma
en mi esqueleto.
Qué cierta es esta cara y estos flancos
qué ciertos que son,
qué delicados.
Me admira mi gata, blanca y parda,
y yo la admiro a ella en su silencio.
Hasta el perfume rojo de las flores
tengo.
Qué ligera que soy sin mis deseos.
CARLOS ALDAZÁBAL
(Salta-Argentina)

Felino sí.
Probablemente puma o simple gato:
la madera tallada no transmite verdades
y a un tigre de madera no se le ven dibujos.

Faltaría un pintor, alguien que con minucia
le decore el hocico, las patas, los costados,
para que la madera forme al tigre,
espejismo de rayas, pura voluntad de artesanía.

Luego sí, vendrá algún domador hecho de plomo:
acercará la silla, y al oído del tigre
escupirá verdades hasta formar la jaula.
Con un poco de alambre cubierto de algodones
construirá un gran aro para que el tigre salte
y el fuego lo consuma, como consume el fuego la madera.

¿Y si el tigre le ruge? ¿y si el tigre no salta?
¿si la silla se rompe y el domador tropieza?
¿y si el fuego perdona los colores del tigre
y se encarga del plomo y lo convierte en río,
y el tigre va y se baña, como hacen los tigres
que no son de madera, y se queda sin jaula?

¿Entonces se sabrán los dibujos del tigre?

¿O será por el agua, su devenir, sus ríos,
que Heráclito hablará de las certezas?
CARLOS BARBARITO
(Buenos Aires-Argentina)

TIENE QUE HABER –PENSAMOS- OTRA INSTANCIA…
A Virginia Tentindo

Tiene que haber –pensamos- otra instancia,
 una música salida de nosotros mismos
y que sólo nosotros podamos oír,
un angosto camino abierto entre piedra
y piedra, hacia donde, no importa
si en la realidad o en un sueño
-que es la misma cosa-, una criatura alada
construya, a la luz del sol, un panal.
Sí, estamos solos y todo alimento es fugaz;
si entendemos es por rumor,
por precario sistema de espejos,
por fragancias en desbandada;
las manos en el propio rostro
y la confianza que vacila
entre medicina y hechicería.
Tiene que haber… y lo vivo
abre otra vez su libro
y allí despierta de nuevo,
compacta, sin un solo poro, la niebla;
la mano, amiga o extraña,
pugna por defender el último don,
la penúltima profecía.
CARLOS FAJARDO FAJARDO
(Santiago de Cali-Colombia)

MUJERES Y BANDERA
Enero 22 de 1822

Las delicadas manos de Josefa,
Juliana y Carmentea
Juegan con agujas.
El ovillo reposa en sus faldones,
las orlas desaparecen lentas
mientras la bandera de la patria
surge con sus orquídeas y palomas.

Difícil es fabricar la patria con manos perfumadas.

“Es para el general Sucre”
proclaman ellas en coro.

No saben que este pañolón de colores,
tejido en las riberas del Lili,
alentará a quinientos lanceros
en la batalla del Pichincha.

Las mujeres bordan la bandera
mientras los hombres
deshilachan la patria
CARLOS GARRO AGUILAR
(Córdoba-Argentina)

LUABA DE LA LLUVIA

Llega hasta mí
ahora que la noche dispone
sus oscuras frondas
y atiza en el silencio
el fervor del día que se escapa.

Mírame.
Toca mi frente,mis labios.

Haz de esta desnudez
un pequeño fuego que arda
-impasible-
ante el ubicuo cerco de la muerte.

No saben que este pañolón de colores,
tejido en las riberas del Lili,
alentará a quinientos lanceros
en la batalla del Pichincha.

Las mujeres bordan la bandera
mientras los hombres
deshilachan la patria
CARLOS MÜLLER
(Salta-Argentina)

PELIGRO de EXTINCIÓN

Ahora son pocos
los que conocen los himnos
de aquellas almas que volaban
como chispas prolíficas
surgidas de un volcán que arrojaba
desde su corazón de magma
un futuro incandescente
de piedras azuladas.

Dicen que éste es otro tiempo
sin Ulises y sin Sirenas.

Ahora son pocos
los que alguna vez amaron sin límite
Son pocos los que todavía
En una plaza cualquiera
Buscan un banco    Se sientan en él
Y de repente la lengua
se les pone en movimiento
Y hablan con una voz
ya muerta.
CARLOS NORBERTO CARBONE
(Buenos Aires-Argentina)

CAZADORES

El camarógrafo se acerca al león
es encantador ver el entusiasmo por su toma
cada vez mas cerca de su presa.

El poeta se acerca al poema
es encantador ver el entusiasmo por sus palabras
cada vez mas cerca de su presa.

El camarógrafo sigue al león.
El poeta sigue al poema.

El león merodea y de reojo mira
                                a su presa.

El poema merodea y de reojo siente
                                el calor de su presa.

El camarógrafo se queda sin aliento
cuando el león avanza sobre él.

El poeta se queda sin aliento
cuando el poema entra en él.

El león salta sobre el camarógrafo.

El poema salta sobre el poeta.

El camarógrafo huye.
El poeta no.
CARMEN AMATO TEJEDA
(Ciudad Juárez-México)

VIVIR PARA CONTARLO

Con esta sensación de Logro
que es como posarse un instante
en la más alta Cima,
lleno de plenitud y aire mis pulmones;
los cielos inmensos de mi mente
no tienen nubes,
desde aquí miro mis abismos,
no con soberbia sino con humildad,
porque la Cumbre no es un lugar
para vivir por siempre.
Una vez que se logra el ascenso,
el placer secundario de la hazaña                             
es contarlo:
*Vivir para contarlo*
tiene sentido porque nos devuelve
a los otros, nos rescata de ese gozo
intenso pero al fin solitario
que se agota y con él nos agota,
si no logramos antes
alcanzar de nuevo nuestro espacio
común, cruzar el puente
de la conversación y rematar con eso
la experiencia vital de conquistar la Cima.
CARMEN HERNÁNDEZ PEÑA
(Ciego de Ávila-Cuba)

LENGUAJE DE ADULTOS

Me gustan las películas de asesinos en serie que matan con taladro y hachuelas.
En el fondo siempre hay el crimen y el castigo y hasta una pobre Lizaveta Ivanova que ni la come ni la bebe, pero termina al fin con el cráneo partido, en un delicioso mar de sangre.
También las de paranormal activities en las que no sabes quiénes son los vivos y los muertos.
Y las de tsunamis, terremotos y aviones incendiados, que me suben la adrenalina y disparan todos los sistemas de señales grabados en mi genoma.
Cuando terminan sin el decimonónico The End —casi fuera de uso—, le hago un guiño a la pantalla y tuerzo el labio a medias como Lauren Bacall porque en ninguna su horror alcanza al mío.
CARMEN VÁSCONES
(Guayaquil-Ecuador)

MOSAICO

1-La belleza: nostalgia desprendiéndose del reflejo: el doble.
2-Se cae una estrella fugada de la mirada. El cielo no es su cárcel. Ella se difumina en el deseo de pasar desapercibida.
3-Tener es sacar al vacío mismo. Recibir es abrazarlo: desposeerlo
4-El ser no se acoge a la forma ¿el espejo se habita de quién?
5-Descubro el espacio: expando un poco de mí.
6-Mientras va rompiendo el molde deja caer trocitos sin nada de pena.
7-No le va eso de aguantar el anzuelo -pesa el  puedo como genética- 
8-La carnada del placer ola muerta.
9-Nada de patrón (nada de historia espeluznante) ni prestar la caña  -te pescan-
10-Un resto por saber la punta psíquica… Sabotaje del eslabón: uno no…
11-Insondable solo: falla: desajuste del cuento inédito.
12-Equilibrio del vacío el movimiento amorfo: reloj de arena. Vasija dónde cae la nada.
14-Vacía de mí la ola me deja echar  en su espacio.
CECILIA ORTIZ
(Buenos Aires-Argentina)

TENGO UN PEZ

que navega mis torrentes
un pez blanco    bien blanco
se alimenta
        de mi mala sangre
la convierte
        en orquídeas salvajes.
Por la noche
        abandona mi cuerpo
cubierto de escamas en plata
llega al río
        que marrón    lo aguarda
y
navega otras aguas
aumenta de tamaño
suelta aire y suelta y suelta
        el aire que con sórdida esencia
        se detuvo (intrépido)
        por debajo de mi piel
        sin aviso   sin malicia   sin sentido.
Regresa
        apenas mis pestañas
                aletean
        al borde del amanecer
y
otra vez
mi pez blanco    bien blanco
        navega por mis torrentes.
Me navega.
CELIA FONTAN
(Santa Fe-Argentina)
                                                             
CIERVO

“…porque ciervos en la ciudad, no hay.”
Manuel Duré

Porque ciervos en la ciudad no hay
busco tu  huella en la carretera
lejana,
la húmeda belleza de tus ojos
como una descarga de silencio.
Aléjate de mí,
ciervo, sueño del ciervo,
esplendor del camino
y sigue tu paso hacia la nada.
¿En que túmulo
de  vieja hojarasca se perdió tu esqueleto,
tu salto, tu cruce fortuito,
nuestro duelo de amor de un sólo instante
que los ciervos viven,
a lo sumo, veinte años.
Y han pasado tantos más
desde la noche
en que en perfecto presente
nos cruzamos
CÉSAR BISSO
(Santa Fe-Argentina)

NADA HE PERDIDO

El hombre perdura en la infancia.
Sus dones, ritos, plegarias.
El sacramento del pan,
el conjuro de las tumbas,
fantasmas adormilados,
camalotes plegados al devenir,
tacuaritas que no extraviaron el vuelo,
la calle, los olores, el patio infinito.
Y la mirada, que siempre regresa.

Todo está aquí.
En la embriaguez del dolor zozobra el olvido.

Quien deja esta tierra abandona el mundo.
CLAUDIA AINCHIL
(CABA-Buenos Aires)

INVISIBLE

Invisible como un invisible
molino detenido en el tiempo
Las ventanas semi abiertas invisibles
asaltadas en una décima esquina
por nadie
O por alguien nadie
no me salva la recolección de números dispersos
convertidos en azar
Un clandestino apogeo invisible
Ni la salvación eléctrica de manos
que se lavan a si mismas
como Pilato sonríe acumulando
buenas intenciones
envician el aire en la oscuridad
siempre invisible
no visible incorpórea
Un hábito alojado en errores que evitan aprender
como esos inciensos de primavera inquieta
la ausencia de olfato rasgó el sueño invisible
El trazo se desvaneció
Hay almas raras que uno encuentra
se escurren dentro y disparan
no podemos evitarlo
Con una exhalación nos mudan
atrapando
¿Hubo signo y mensajeros?
Cuarenta y cinco minutos y el destierro
invisible como un invisible
Así…molida en tela de araña de un pantano visible..
CLAUDIA TEJEDA
(Córdoba-Argentina)

HUNDIMIENTO

La casa fue construida sobre clepsidras
para que no faltara agua ni tiempo.
Alguien maniobraba los relojes
sobre hornallas de cítricas paciencias
con la cuchara de madera en el minuto
cuando la madurez era
un tajo preciso en el almíbar.
Pero la mesa se fue hundiendo
en el ángulo certero de la ausencia
y la sed en las paredes se hizo barro
declive en los umbrales
escalera extinta
alarido de peldaños aplastados
contra el cimiento
cuando no alcanzan los puntales
ni la sangre
y
se cae la casa de la madre
como un árbol hacia su raíz
                           se cae
porque el agua se lo lleva todo
porque a todo se lo lleva el tiempo.
CONSTANTINO MPOLÁS ANDREADIS
(CABA-Argentina)

UNO PUEDE ESCRIBIR LO QUE QUIERA

uno puede escribir lo que quiera
pero el poema
si lo que escribe el que escribe es un poema
siempre dirá lo que el poema quiera
es decir
lo que el que escribe quiere
y aunque él
el que escribe
el que lo escribe
haya querido
decir otra cosa
es
como si el que escribe
hubiera querido escribir
lo que dice el poema
o sea
lo que él escribe
lo que el que escribe escribe
cuando escribe
el poema que escribe
CRISTINA VALCKE
(Cali-Colombia)

JUGAR AL EQUILIBRIO

Otra vez la guerra:
imposible jugar al equilibrio
sobre los muros,
han sido coronados.
La distancia entre la casa del frente
y ésta,
es miedo;
¿hay que dejarse morir
de enclaustramiento
o arriesgar el corazón?
El agujero podría ser
un círculo perfecto
por donde escapara
la carcajada,
esta mueca del odio
que claudica
todos los días.
Las explosiones
se hacen cotidianas,
dicen que su estrategia
es invulnerable
pero nadie conoce
el laberinto
más allá de mis labios
DANIEL MONTOLY
(Ohio-Estados Unidos)

ELLA BAILA SOLA   

Y ellos me desprendieron la última gota roja del vientre 
con estrépitos de balas 
en los dientes ensangrentados 
llevándoselo con la fuerza espartana de sus uñas. 
Su sangre que se hizo carne 
con mi forma desprendida 
del aliento materno 
de estos muslos temblorosos. 
¿A cuál deriva 
me arrastrará el consuelo 
dedicándome canciones 
de lastimera utopía masoquista? 
Estas lágrimas  despojadas
de signos húmedos convertidas en azufre negro 
para que  no haya perdón 
en sus olvidos
silencio
con alas volubles dentro de sus vidas. 
No permitiré
que por ingenuidad 
la lluvia arrase mi dolor
lavando las arrugas
de los verdugos 
asesinos de mi útero.
Yo seguiré bailando con la soledad
en esta plaza
con astillas de llovizna 
clavadas en mis pies desnudos.
DARIO VILLALBA
(Salta-Argentina)

LA SILLA FRENTE AL MAR

Hace tiempo otra silla fue vecina de ella
pero ya no está y frente al mar
ha quedado sola
Tiene la delicadeza de una durmiente
Yo veo la austeridad de sus partes erguirse
cuando en la abundancia de su alrededor
comienzan a aletear las sombras
y poco a poco se va derrumbando el griterío
En su obstinado esfuerzo por permanecer
de vez en cuando la brisa
le inventa pequeñas posibilidades de movimiento
La costumbre del persistir tal vez esté en los clavos
en la intensa pasión de la madera
La parca silueta aguanta la severidad de la luz
el salto encrespado del agua
la constante formulación de la rutina
Pasan los años y sigue quedándose
aunque ya no esté en varias partes de su entramado
Igual       contenida en su saciada inmovilidad se queda
quizás porque sabe que no se puede corregir la ausencia

Por las noches   bajo la luna
a ras del agua una víbora plateada le murmura
La silla frente al mar parece preguntarse
cómo se mancha uno de azul
mientras serena
se queda sobre la orilla
aprendiendo lentamente el ahogo
DIANA IRENE BLANCO
(La Pampa-Argentina)

A PESAR DE TODO

A pesar de la mañana turbia que quedará en tus ojos,
del niño asesinado en tu vientre fecundo,
de lunas destrozadas,
de nunca más el sol amarilleando sobre la escuelita de Corrientes
ni las palomas azules picoteando en las ventanas.
A pesar de la condena estúpida y cruel de los hombres
(en este juicio Dios estuvo ausente,
la soberbia es propiedad exclusiva del género humano).
De atreverte, mujer, a ser tú misma:
¿por qué ahogar la piel si era una torre mágica de besos
y la boca un puente de seda hacia el cielo?
En el instante de la muerte consumada
(taparán tus ojos para no cargar
con la noche tremenda de tu lágrima),
imperdonable, incomprensiblemente,
cuando las balas de los hombres busquen tu pecho
donde madura la leche inocente para tu hijo muerto,
Camila O´Gorman, solo preguntarás por el amor.
DOLORS ALBEROLA
(Valencia-España)

NOCTURNO EN LA CIUDAD

La ciudad, lisonjera,
vestía sus murallas y sus parques,
temblaba sus pendones a la luz,
se dejaba tocar en sus barandas
por rojizos geranios. Tú, en cambio
sólo cambiabas versos, maneras de besar,
caricias no inventadas en anteriores horas.

Para poder cubrir el cuerpo que me dabas
al volcarte en mi piel cada segundo,
yo te había prestado una camisa
y, a juego el pantalón que tú trajiste,
como sola bandera que anunciara el amor
más enorme y más pobre de la tierra.

Así, sin más tesoro que tenernos,
cada noche cruzábamos la vida,
reíamos y amábamos, seguros,
porque nada en los sueños tiene un límite.
Yo te amaba y me amabas.
Te habías detenido entre mis brazos
sólo un martes cualquiera.
EDMUNDO TORREJÓN JURADO
(Tarija-Bolivia)

TEOTIHUACAN

Excelsitud     de galaxias y de tiempo,
resumidos en perfecta sinfonía.
¿Quién impuso el acre don
 de los olvidos
a esta joya gigante de maestría?

Inmensa gratitud la de los dioses
concediendo a los hombres
                               su infinito.
Todo es nada…nada es todo,
Teotihuacán en tus entrañas.

Eres himno al álgebra
        del cosmos.

Elegía suprema,   soberana,
a esa adusta matemática engarzada,
en el trono    del ritual enaltecido.

Escultura con lógicas triunfantes
en la insigne razón
 de cálculo     y geometría.

Infinitud perfecta, silenciosa.

Tu logro de universo
da a la roca
        la forma del ritual
hacia lo eterno.
ELSA HUFSCHMID
(Santa Fe-Argentina)

LUCHA

Si el destino monstruo,
atrapa con sus zarpas
tu pobre vida esperanzada,
no te entregues.

Siempre hay un gramo de aire,
tómalo y empuja,
apoya tus pies en el mundo,
debajo hay millones que lo sostienen,
no te entregues.

Por ellos, por nosotros, por vos,
no te entregues.
ELVIRA ALEJANDRA QUINTERO
(Popayán-Colombia)

EL AMANTE

Y en una de esas calles sombrías
el amante inventó la risa y la escritura.

Cuando él te ama
encuentras en el espejo el rostro que buscabas
esa mezcla esplendorosa de un sol de primavera
y el misterio feliz de los amaneceres de la infancia.
Cuando él te ama brotan de tus palabras
los poemas que anhelabas escribir
y te invade el impulso de caminar libre bajo el cielo
como su igual.
Tus pasos desnudos
se entregan al deleite de recorrer la casa
flotando sobre el mundo como con él lo haces
y palpas con minucia
y saboreas con gula
y susurras mensajes tan nuevos y secretos
como los gritos de tu amante en tu cuello de ahorcada.
La soledad es una diosa que te habita feliz cuando él te ama
y despierta en tu garganta la sed de vino y alegría.
Y escuchas sus canciones mojadas y lluviosas
hundiéndote en la noche como en su cuerpo oscuro
en esa calle larga
desnuda y solitaria
cifrada en el deseo que a él te une.
ERNESTINA ELORRIAGA
(Córdoba-Argentina)

El mantel de hilo
tenía bordadas flores azules
palabras
                   agitado por sus manos
descendía estremeciendo el aire
las flores por momento
parecían quebrarse
                  quedar desordenadas
los brazos de mi madre repetían el movimiento
mis ojos la seguían
el mantel     los brazos
          los brazos      el mantel
las palabras

no sé
qué vientos precipitaron
el derrumbe de la nada sobre esa mesa.
ESTELA PORTA
(Tucumán-Argentina)

A CONTRA MUERTE

con lentitud de plumas cae el tiempo
no existen movimientos raudos
la pajarera azul está vacía
sólo silba la redondez de su silencio
a contra muerte
en el corazón del círculo
la palabra telaraña espera
atrapar los sueños desplumados

y alar la libertad del verso
su vuelo oculto
EUGENIA CABRAL
(Córdoba-Argentina)

INTERIOR

Nadie me espere en miércoles ansioso.
Estaré sólidamente a solas
por regiones antidiluviales.
Iré dibujando en los huesos de mis pies
las sandalias de caminar hacia la muerte.

Llevo el semblante sereno y solitario
como un árbol que aguarda en la planicie.
FABIANA IGLESIAS
(Málaga-España)

PRESENCIA

Me basta tu presencia
cuando todo se disuelve
cuando la tierra se hunde
y lo que es se desintegra.
Me basta tu presencia
cuando todos ya se han ido,
y a lo largo del camino
tan sólo quedan las piedras.
Me basta tu presencia
cuando la carne me dice
que ya ha llegado al límite
de la total impotencia.
Me basta tu presencia
en las manos extendidas,
en los pasos vacilantes,
en la sed de una caricia.
Me basta tu presencia
en la ciudad y el desierto,
entre rejas, y en el viento
en el llanto y en la risa.
Me basta tu presencia,
aunque pierda la memoria
aunque todo me señale
que sólo queda la ausencia.
Me basta tu presencia
en el fondo del olvido,
entre lo más escondido
de mis oscuras esperas.
FANNY TRAINER
(Jujuy-Argentina)

MILAGROS
A Milagros Celeste Sotelo*
                                                          
Los niños cortan algodón
en el Chaco,     Argentina.
Los niños comen flores
al Norte de Santa Fe,      Argentina.
La niña mira nubes
arriba de los quebrachos blancos,
de los algarrobos colorados
en donde callaron ya los cardenales,
los benteveos y los colibríes,
las calandrias y los tordos,
también,
los caranchos con las garzas.
Ellos, los niños,
comen flores mientras miran al cielo;
alguna vez,        
un tío bueno
y de vez en cuando,
trae un almuerzo de pan con mortadela.
La niña levanta su dedo meñique
con espinas de algodón en las muñecas.
La niña come flores.
Milagros es su nombre.

* Cosechadora de 5 años en los algodonales del Norte de Santa Fe, límite con el Chaco.
FERNANDA  AGÜERO
(Salta-Argentina)

ATRAVIESA LAS HOJAS DEL LIBRO SAGRADO

atraviesa las hojas del libro sagrado
sus letras de oro
los olivos del huerto lloroso y
la tierra marchita

puede ser ese pájaro libre

amuleto sobre el mar rojo
escribe el génesis sobre el pecho desnudo
y hace girar el destino sobre el vientre
sobre el cielo
 debajo de sus alas y su nombre

tres ángeles blancos
tres cadenas
encallan en sus ojos
la buscan la persiguen la silencian
ella vuela
deshilvanando ríos
en los ojos de los súcubos
no escucha el décimo octavo mandamiento
ni la voz de su dios sobre el desierto
Lilith ha inventado de nuevo el Paraíso
FERNANDO BELOTTINI
(Santa Fe-Argentina)

EL TODAVÍA DE LA MEMORIA…

La lava llegará.
A las doce y cuarenta y cinco la lava llegará al pueblo.
Al pueblo donde habitan desde antes de las doce y cuarenta y cinco hombres y mujeres.
Falta poco.
Hombres y mujeres comienzan el abandono de los lugares que habitan
Comienzan cargando, en los lugares que pueden, cosas inverosímiles.
Antes que estalle el abandono.
Falta poco.
Cosas inverosímiles, es decir
cargando fotografías y papeles en blanco.
Es decir, lo que pueden.
Hay camiones abarrotados de papeles y fotografías
y carros y alforjas y bolsos.
A la vez, hay alforjas y bolsos y carros
abarrotados en camiones enfilados hacia el este.
Desde donde dicen, quizá estalle el sol mañana
y todos, enfilados, a salvo.
Hacia lo que solo será el sol
y a la vez todos, en el este
dicen a salvo.
Antes el pueblo quedará encendido
y quizá mañana, petrificado.
Muerto quedará antes que petrificado y encendido
y solo será Pueblo Muerto en la memoria
en las fotografías
y en los papeles todavía en blanco.
FERNANDO REYES FRANZANI
(Santiago de Chile-Chile)

TÍTULO DE UN TEXTO PEQUEÑITO NO ES LA NADA MISMA

¿Quién querría una matriushka infinita?

que adentro, muy adentro de su nada
aparezca la otra nada, + pequeñita;
y otra al interior de ésta
aún más nada, más grande, + infinita,
que ya nada contenga sino la nada misma
inmensa, definitiva y riente
como un olvido de todo, que recuerde
abrirse a su nada + serena
+ bullente + risueña + nadita?

La he buscado en todas las esquinas
posibles, y siempre lo mismo
siempre ocurre que al abrir su nada,
no hay nada: la nada misma: (la orquídea cósmica),
la de antes del inicio, la del después:

la definitiva.
FERNANDO VASCHETTO
(Santa Fe-Argentina)

LIBERACIÓN

Hoy planté un árbol y debajo
estabas tú, hermano mío
no he hallado mejor recordatorio
que esta rugosa placa sin nombre.
Es verdad que no lo sé a ciencia cierta
pero allí estabas,
pues los infames ha mancillado nuestra bendita tierra
con el ocultamiento de sus hijos.
Es por eso que hoy planté un árbol sobre tu tumba
habrá quien diga que no has muerto
y tiene algo de verdad en sus dichos
pero hemos visto el rostro de los asesinos
y sus manos aún manchadas con tu noble sangre
por eso planté un árbol
para que tu corazón sea abono del futuro
-tú sabías que eso sería así ¿lo recuerdas?-
Y sus raíces te abriguen del olvido
creciendo fuerte y alto para darte su voz
escribiendo en el cielo una canción con el viento
que diga
liberación
        liberación     
                liberación.
FLAVIA COSMA
(Bucarest-Rumania)

ARAÑAZOS SOBRE LA FAZ DEL ESPEJO

Espejo, espejito,
dime tú la verdad, la pura verdad,
revelame misericordiosamente mi destino
ahora que mi amado yace ahogado
en tus profundas aguas,
y el otoño sin fin, enloquecido
se adorna –nuevamente-
con el oro del sol.

¿Por qué este despilfarro real,
cuando nadie no lo mira, ni lo quiere?

¿Por qué el muslo agitado, el vino pesado,
cuando la ley no escrita nos vacía el pensamiento
y el tiempo villano, cruel,
acecha impaciente?

¿Por qué  fijé mis ojos en él
si ya sabía de antemano que todo
lo que  podía darme
era solamente amargura y deseos?

traduccion de Luis Raúl Calvo
FLORENCIA LO CELSO
(Santa Fe-Argentina)

la piel
lacerada
se estremece

abre
sus demonios
con el deseo
de un amante
primerizo;

entretanto

 la mano
se conmueve y

llega

a otras latitudes
que sobreviven
al poema.
FRANCISCO ROMANO PÉREZ
(Jujuy-Argentina)

POEMAS PARA UNA TARDE DE OTOÑO

1-tu piel
frontera al sur
del otoño
lágrima desolada
en el asedio
de la sed

2-sobre el borde de un rectángulo
con la sombra
a punto del incendio
arrebujando sueños

he visto estallar la vida

3-por ese hueco
que duele
caminécon los pies desnudos
conel dolor de la ausencia a cuestas
el día se fue
sin siquiera mirarme

4-detrás del tiempo  /  ansiosa  /  corre la sombra
no puedo detenerlo / me grita desesperada
quiero llamarla  /  no puedo
espero
y en mi memoria de otoño
la lloro
FRANK PEREIRA HENNESSEY
(Barranquilla-Colombia)

IRRISORIA

Se derrama
la noche
en cada rincón de la lluvia,
igual
que las corrientes del alba,
y tu piel en fuga
cubre
la curvatura de un astro
amarrado al viento,
para desnudar
el calor
de tu rocío
saturado de labios
que desviste
la fiebre colgada de tus muslos.
GABRIEL CHÁVEZ CASAZOLA
(Santa Cruz de la Sierra-Bolivia)

PATIOS

Los patios son para la lluvia.
Cuando ella cae despiertan sus baldosas,
abren los ojos del tiempo sus aljibes.
Y entonces los patios cantan.
Un canto hondo,             
en un idioma arcano
que hemos olvidado pero que comprendemos
cuando cae la lluvia sobre los patios
y volvemos a ser niños que oyen llover.
Bajo la lluvia todas las cosas son renovadas en los patios
y cuando escampa el mundo huele a recién hecho, a sábado de Dios, a primavera.
El canto de los patios en la lluvia borra el dolor del universo y susurra el dolor del universo
por las lluvias perdidas, por los patios perdidos, por los cantos perdidos,
por ti y por mi que bailamos
bajo la lluvia de Bizancio
arcanas danzas
con movimientos hondos e indescifrables
en los patios de la memoria.
Por ti y por mi que bailamos
que llovemos
que despertamos las estaciones mientras el patio canta
porque la lluvia es para los patios,
esos indescifrables.
GABRIEL IMPAGLIONE
(Sardegna, Italia)

CODICIA

Diluvio de óxidos donde barca alguna salve nada
agua roja de tajo de cañón y de billete
agua roja para la amapola y los grillos
agua roja para el niño y la mujer y para el río
sobre todas las casas y los campos
sobre cada paloma y cada palmo de ay y de socorro
un diluvio caliente de óxido con hueso quemado
sobre tierra dividida       sobre manos caidas
colibríes peces algodón      manzanas
sobre cada refulgencia ahogada en sí misma
sobre silencio fragmentado y alertas inútiles
sobre las hojas de los diarios impunes y los impunes
sobre las huellas en la arena y la hierba de las plazas
un diluvio caliente de terminante óxido
alzando vapor de hachas     bocas rotas
sobre el viento de piedra     de maquinaria negra
sobre refugios        llantos refugiados
diluvio caliente de terminante óxido oxidófago
que completará la nada hasta que polvillo luego
como larga noche lenta y muerta
se acumule espeso brutal     lleno de dientes
asfixie el sueño del humus       borre cauces
grietas   senderos         cada vestigio de la historia
hasta establecer su gobierno de oquedades
el hueco de la metáfora destruida..

GINA ESCOBAR
(Misiones-Argentina)

A SUSANA  TRIMARCO
(Fronteras entre el amor y la esclavitud)

Te tatuaron el desamparo en la piel
mientras corrías por el mundo
(que nunca creímos posible)
calle abajo del horror.
Todos los ojos sin ver miraron
el olvido de los siglos
las manos miserables
¡tantas manos!
Manos sucias de hombre
desgarrando  ternuras
sepultando esperanzas
Manos de la ley injusta
Manos que escribieron ignominias
Manos que sellaron respuestas.
Manos tibias a la tuya saludando  
tu mujería
desempolvando historias añejas.
Y las tuyas
sólidas manos enteras
benditas manos
que multiplicaron panes
de los que no comiste
pero  a muchos… ¡tantos!
nos calmó por un instante
esta infinita sed
de justicia
¡Este hambre!

GIOCONDA BELLI
(Managua-Nicaragua)

CONSEJOS PARA LA MUJER FUERTE

Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.

Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.

No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.

Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.

Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodealo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas

Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.

Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.

Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbados
y el oxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero
Guarda las distancias
Constrúyete. Cuidate
Atesora tu poder
Defiéndelo
Hazlo por ti
Te lo pido en nombre de todas nosotras.

GITO MINORE
(CABA-Argentina)

PROPUESTA

Brindo por el hombre que propone,
por el minúsculo hombre
que es mujer nene animal
sujeto humano de cabo a rabo,
que propone a pesar de la naturaleza,
el tiempo, el espacio,
propone, propone, sin tomar en cuenta
lo ínfimo de su talento, la suerte guacha,
los imponderables,
la tecnología y sus desmanes,
propone, propone, propone,
a espaldas de los políticos, los medios,
los gremialistas, los arribistas,
los oportunistas,
propone, propone, propone,
haciendo caso omiso
a la estructura del sistema en general,
a todos sus ismos y abismos.
Brindo por ese ente invisibilizado
que con una mirada incendiada,
irreverente y parricida,
propone, propone, propone,
desafiando al reverendo hijo
de tres vagones de putas de Dios,
a sabiendas que este y un arsenal
de palos en la rueda humanos,
sean los que en definitiva
dispongan.
GRACIELA MITRE
(Santa Fe-Argentina)

Suelta las últimas hiladas
 y se aleja
en su nueva nada no hay quietud
cava hundiéndose en el fango
de una lluvia que no cesa.
en tanto yo braceo
me enardezco por hallar la otra orilla
y recomenzar a hilar.

**********
Cuando el nudo se deshaga
quedarán a la deriva
serpentearán como un río nuevo
o tal vez braceen
ciegos y sin memoria.

**********
He visto un río
ahogado en si mismo
braceando desolado
en la grumosa
sombra del agua
buscando a ciegas
la compuerta
por donde huyen
los desesperados.
GREGORIO ECHEVERRÍA
(Santa Fe-Argentina)

YA NO SER EL PUÑAL

Las piedras el escorpión y cada gránulo de arena / en el impávido desierto son testigos de aquella marcha arrancando / desde el costado herido de un mar / que aún no era sangre y se partiera al golpe / de mi báculo frente a la adrenalina de los carros / fui daga lanza espada lastimando con fuego y hambre / las espaldas del Nilo antes de la promesa y la venganza / luego el ayuno y el maná y la fiebre de la desesperanza /besando los genitales de oro del becerro y el pantocrator /
decretando la diáspora de los cuarenta siglos que al cabo
se han cumplido y el regreso a la arena infinita y el mismo / mar y los escorpiones y las piedras / postrados de rodillas ante los genitales del becerro y la furia del dedo / en la montaña erosionada por los colmillos babeantes.

Yo que fui el ángel exterminador de esta tierra maldita / por mi apetito y mi egoísmo / descubro con espanto
al sonar las trompetas / que no soy el puñal sino la herida.
HÉCTOR BERENGUER 
(Santa Fe-Argentina)

CARTA PARA MICHELA

A veces no hay palabras
para describir una semilla en su vuelo del aire.

Pero hay que intentarlo todo,
como si todo fuera posible,
necesario y para siempre.

En caso contrario : Aprender a morir a cada instante
o vivir como inmortales,con la misma osadía.

Dibujar el sol con palabras amadas
para ayudar a iluminar la oscuridad de la creación.

Como si todo dependiera de nosotros.

Bien sabemos que la vida se hace grande
en lo pequeño y pequeña en lo grande.

Y que lo trágico y lo bello se suceden como partos urgentes.

Vivir nos deja su furia y su ironía.
y esa ternura que al final siempre resiste,
todo lo comprende y lo perdona.

Lo que no tiene remedio y la esperanza,
se unen a nosotros y nos hacen tan frágiles,
tan necesarios.
HERNÁN SCHILLAGI
(Mendoza-Argentina)

ESLABÓN DE LUJO

un niño ayuda a su padre a tender la ropa
juntos hacen una cadena efímera de manos y palabras
el niño pregunta y el padre cuelga las dudas
las aprisiona con los broches para que no se vuelen
para que sea más fácil luego plancharlas
pero el niño se queda solo en el patio eleva la cara
contra el sol así las gotas de las respuestas
golpean una a una en su cabeza esa piedra llena de poros
olvido y caricias húmedas de cien por ciento algodón
como si una fina lluvia en mangas de camisa
viniera a revelarle un deseo que ya conocía

y la piedra bajo un efecto de erosión inusitada
se abre para siempre
HERNANDO GUERRA TOVAR
(Guayabal-Colombia)

ALBEDRÍO

De los escombros elige el que te guste.
Hay azules cielo despejado,
para aquellos que sueñan paraísos
donde la luz no alcanza.
Hay verdes, como el vientre del bosque,
colmados de hojas y de alas.
Los hay rojos como la sangre
que se vierte en cada guerra, en todo vino.
De los escombros elige el que te guste.
Hay variedad de grises olor a bruma.
El negro escondido en algún lugar de la tiniebla.
El blanco páramo.
El que inventa el calor de la canícula.
Puedes llevar los colores del sol y de la flor,
acaso el lila, el magenta, el rosa.
Puedes llevar los colores de la luna y la semilla,
los oscuros colores de la tierra.
Puedes llevar el amarillo dorado,
como el alba o la tarde,
como fruto maduro,
como ese viento que danza en los trigales.
De los escombros elige el que te guste.
Sólo tú sabes el color de tu miseria.
HILDA ANGÉLICA GARCÍA
(Catamarca-Argentina)

    La casa era de sueños
cuando madre regaba los geranios.
    El agua deslizaba por las hojas
sus gotas transparentes.
                               El jardín a la calle
florecía
mientras ella barría la vereda
con el aire en su piel, en su cintura.
                               Iba su escoba
aventando gorriones
saludando a las hojas.
                                   La casa era de sueños
cuando madre limpiaba las mañanas.
HUGO FRANCISCO RIVELLA
(Salta-Argentina)

EL AMOR

El amor era eso, unos ojos al borde del incendio, un
colibrí de azúcar moliendo tu cintura, tu cuerpo apenas
nítido del verso entre los dedos.
Me dijiste:
He reconocido en ti mis otras vidas. Fui una rosa en la noche, una hechicera de ojos renegridos, los heraldos de bronce de una espada, Tan Triste Como Ella y Onetti
con el pulso de dios en mis entrañas. Me he dejado caer
en este río, en este mar, en esta ciudad de casas repetidas para poder amar lo que no he sido.
El amor era eso, la filigrana de tu lengua en mi espalda,
el tigre que acechaba tu sombra entre los árboles y la voz canturreando una canción secreta.
Te dije que te amé porque era amor la lluvia, las torres de papel que el viento despintaba,
La noche en que los dos supimos que la vida había nacido de este modo.
Cuando recorro el mundo hay un perfume tuyo en mi solapa.

HUGO TOSCADARAY
(Buenos Aires-Argentina)

TALLER DE MADRUGADA

La poesía es una catedral morada por lobos,
erigida en el desierto, entre el abismo y la furia.
Es el ojo bestial que atraviesa templos y mercados.
Es en éste orden: atalaya, usina y alambique.
La poesía es la quinta pata de todas las cosas.

Tiene largas piernas de watussi con las que recorre, inagotable,
las cornisas del planeta.
Tiene lengua de dragón, para palpar -aún en la más grande oscuridad-
la miel en la boca de la sunamita.
Pero tiene también un rumor oceánico para hundir cárcel o neblina
u otras dictaduras.

La poesía es el oso polar que alienta el blanco.

Es un caballo de alcohol, que cruza –infatigable- por un país de zinc.

La poesía es la quinta pata de todas las cosas.
ILDIKO NASSR
(Jujuy-Argentina)

SEI SHONAGON

sei shonagon vivió en japón en el siglo X
emily dickinson vivió en estados unidos en el siglo XX
ildiko nassr vivió en argentina después del golpe de estado
más sangriento de la historia de su país
nunca escribió un gran poema como shonagon o dickinson
pero la poesía le mostró su piel una noche de amor
y jujuy le brindó un banquete de imágenes mágicas 
INÉS LEGARRETA
(CABA-Argentina)

SUEÑO XI

Emanaba una luz tranquilizadora, como cuando un niño juega en la plaza, se aleja un poco de la madre, empieza a sentirse perdido entre la gente, pero levanta la vista y la ve. Así que yo andaba entre escombros sabiendo del amor. Entonces aparecieron tres poetas, entraron en la casa, no había engaño ni maquillaje y yo me dije: "¡Dios mío, mis sueños se llenan de poetas!". Usé ese verbo: llenar. Ellos y yo, vaya a saber quién puede a quién, somos un agujero por donde entran las palabras que no sirven ni tienen fin.
IRMA DROZ
(Córdoba-Argentina)

“AMÉRICA MADRE”

Aquí estabas, antigua y silenciosa...
Serena en tu selva milenaria.
Fecunda en tus ríos y tu suelo.
Virgen de invasores y de agravios,
preñada de frutos y de pájaros...
Aquí estabas con tus hijos:
unos salvajes, otros mansos.
Salvajes como tus montes,
o mansos como tus pampas;
pero tuyos y morenos,
como tu piel, como tu entraña...
Y llegaron los otros,
los hijos de lejanas madres.
Madres también antiguas,
pero dolidas... despojadas...
Violadas por ambiciones desmedidas.
Y así llegaron ellos, salvajes y ambiciosos.
Tal vez algunos mansos ... , pero pocos.
Aquí estabas, mi América Madre,
silenciosa y dispuesta...
Por eso te arrasaron, violaron tu entraña.
Y tus hijos morenos murieron o mataron,
(unos salvajes, otros mansos ... )
Por eso me dueles, mi tierra morena
de brazos abiertos, hoy crucificados
en este nuevo Gólgota de la violencia cotidiana,
clamando otra vez al Padre, para decir como entonces:
“¡ Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen !”.
ISABELLA DE JESÚS
(Guadalajara-México)

ESENCIA

A veces considero que los poemas no aroman
pero fraguan suspiros
los poemas no cantan pero tejen mareas
los poemas no cortan y sin embargo hienden
hacen sangrías insomnian
ranuran a amanezcas
ponen alto en el alma
uno piensa a menudo que
los poemas no obedecen a un bando
pero arremeten en oleadas
desaparecen los silencios y
tormentean la guerra
donde el menesteroso de la vida
gracias a sus disparos se agiganta
puede que los poemas no naden
se ahoguen de a ratitos
con la sal del que escribe
cuando su mar se cae
los poemas que atrapo
me desnudan con faros y no aroman no cantan
van sin filo maduro sin pancartas
rara vez son guerreros
no saben de braceo
nacivuelan extraños desde una vieja
región de tierra adentro
donde los ríos humectan
y las anclas son alas.
JEANNETTE MONTOYA

(Gotemburgo-Suecia)



COLOQUIO

Que haces?
- Atisbo las formas de tu fervor
¤ Me embelesa
- Te vuelo, aleteo, me vuelo, en el arrecife de tu nuca pájaro en celo soy
¤ Álzame hasta la cima de tu boca volcánica, vuélame los sentidos
- Te acaricio, en el pulso de tu piel palpitan mis ríos, estallido soy
¤ Pálpame, humedéceme, inúndame, viril oleaje

- Te olfateo bestial, te inhalo musa, en el éxtasis de tu salvaje abismo respiro
¤ Consúmeme, desátame, trastórname, has de mi la loca peregrina, en tu humo rapsodia soy
- Acumulo tus muslos, tus caderas, en los deseos ascendentes de tus plexos, trepándote voy.
¤ Embísteme alevoso, habítame, árdeme la geografía

- Lamo las cumbres erectas de tus senos, me embriago en el fuego de tu oceánico ombligo, de tu aguaje bebo, me bebo.
¤ Soy tu alcohol, en la urgencia de la sangre voy, colmando los surcos de tu lengua, la gota insurrecta soy
- Penetro tu boca, tu mirada, tú salar, tú abismo...
¤ No te detengas.
- Consumiéndote voy, en la suma carnal se pronuncian los Caifanes, nos celebran en el candente ritual.
¤ Así... Así, solo así.

JENIFFER MOORE

(Miami-Estados Unidos)


PAN DE SILENCIOS

Amasa, amasa,  el panadero amasa,
se ha despertado antes que natura,
prepara enseres, desparrama harina
en medio de la ronda urge
hilo de agua, manantial cayendo:
Es el amor mezclándose en el día.

Oye voces de niños que desde el vientre piden
un pajarillo blanco.

Tiznada la nariz como el sombrero
alisa sin apuro ilusiones de cuna,
el horno está llamando a los aromas,
vaivén de brazo en firme regocijo.

¡Ay, ese pan de silencios y el amor en las manos!

Cruje el día en la boca y en el aire el perfume
del molino y la espiga.
JENNY LONDOÑO
(Quito-Ecuador)

DESPIDIENDO LOS TRINOS

Destierro involuntario, la maldición caínica.
El hacer de maletas se adelanta a la fuga.
Adiós al barrio viejo de portales vencidos
y a la casa olorosa a mamey y a naranjas.

Adiós a los paseos nocturnos por el puerto,
y a las carreras locas persiguiendo una rana,
con el sabor meloso de piñas y papayas,
chorreándose en las manos de mi infancia.

Adiós al malecón, espejo de la luna,
que salpicó mi rostro de sal y de cigarras.
Hoy empieza el destierro y el alma está de luto.
Hay algo que se muere y no tiene mortaja.
JORGE ARIEL MADRAZO
(Buenos Aires-Argentina)

JURAN los malpensados
que ella flamea
alas y no brazos
nada ortodoxas alas
es verdad
pero de tal levísima sustancia
que al correr a estrechar
con dulzura a mi amiga y
rogarle: “Ven, breve mensajera
de la delicadeza”
tintinea ella sus manitas
-¿sus alas, acaso?- y
                                   se eleva
hasta disolverse más luego en
la niebla.

Jamás diré cuánto la extraño.
Desorientado
en la alta noche
ya no sé
qué es
peor:
si oir que no me ama
o saber que ahora

pertenece al aire.
JORGE FERNANDO LANDÓ
(Buenos Aires-Argentina)

“¿por qué se me vendrá todo el amor de golpe”

cuando tu voz se pierde?
Destino de mi grito
¿Por qué si ya no suenan las campanas
con badajos de uva
se sigue atormentando
este amor de silencio?
¿Por qué evoco tu piel en la isla de mi espera?
y ni siquiera logro apresar tu figura
desleída en el humo
¿Por qué te sueño y te toco en mi sueño?
y palpo la memoria de tu boca
 hasta chocar los dientes
y pronuncio salmos de sal y de laurel
para convocar a la mañana
para verte llegar con tu sol a cuestas
a iluminar mis manos
Entonces ese amor que se vino de golpe
se queda
se queda.

JORGE VINITZKY
(Montevideo-Uruguay)

DONDE NACE EL SOL

A veces temo
no madrugar lo suficiente
para correr hasta aquel roquedal,
al Este de mi infancia,
donde viví mi primer amanecer.
Me dijeron, contundentes,
como una sentencia:
“Aquí nace el sol de la patria”
Y son palabras que pierden peso
cuando no existe
la idea de pertenencia,
en caminantes poetas.
El sol sale.            Sin fronteras…
Y repite la maravilla del universo,
para que  el niño reciba
su bautismo astral.
Volveré al Este final.
Límite impuesto
por aquel ensueño del alba.
A mis ganas de abrir nuevamente
los brazos,
frente al disco fulgurante
brillando, como fuego ancestral.
Arcano.
Indomable.
Madrugaré sobre la costa
que aún susurra a mis oídos la historia.
Lo haré como comunión.
Como confirmación de la memoria.

JOTAELE ANDRADE
(Buenos Aires-Argentina)

BIOGRAFÍA

es la noche y varias polillas rondan la lámpara del cuarto

hace un calor sucio y extenuante

enciendo un cigarro y tiemblan mis pulmones

a medida que la noche pasa
las polillas asedian la luz

pienso en un baño y en alguien que me ha soñado
en piedras arrejuntadas donde la mar insista en su vaivén
en estas horas que pasan con un parentesco de moscas
sobre mi carne

a medida que la lámpara se recalienta
las polillas se chamuscan
aletean espasmódicas
caen sin gracia

con más o menos detalles puede ser la biografía
de cualquier vida

JULIO CARABELLI
(Tucumán-Argentina)

EROSION

Explotaba la selva
su follaje
y los animales se multiplicaban.
De pronto solpló el viento
la erosión
desdibujó las plantas
sorbió las osamentas
se llevó un extremo de la isla
el cuerno faltante del rinoceronte
y las huellas de los grandes árboles.
 Yo estaba allí, mirando estupefacto
cómo mis ojos buscaban mi cuerpo.

JULIO RICARDO ESTEFAN
(Córdoba-Argentina)

CANCIÓN LUNAR

No sólo causa penas ese disco ambarino
que pone en mi café una pieza de plata
a veces trae la risa, la locura, el milagro,
el recuerdo, el desvelo, la nostalgia y tus ojos.

Somos tantos insomnes buceando la penumbra
—cada uno está solo sin bastarse a sí mismo—
como peces hambrientos, como soles sin brillo,
como quietos montículos de tierra y de agua.

Hoy tengo un rayo nuevo que atraviesa mi frente
no hay nubes esta noche de plenilunio errante
miro por la ventana los últimos vestigios
de la ciudad que duerme con increíble calma.

KARLA SANCHEZ BARRETO
(León-Nicaragua)

ACUARELA

A veces el murmullo tempranero del chagüite atempera el discurso del silencio, que dice frases largas. Reveladoras. En ocasiones, es un muro dando volteretas en el aire y la escalera de palabras escurre la gota de los pájaros que imperan. También brota sin razón un chorro interior cuya fuerza dibuja un celaje de intensos naranjas envueltos por el rayo diáfano de sol.

LAURA BERMÚDEZ de TESOLÍN
(Santa Fe-Argentina)

VENECIA 

Venecia qué decirte si como una novia enamorada
el corazón se acelera con tan solo recordarte!
Eres tan bella!
que miles de pintores han sabido perpetuarte,
en su arrobada bohemia duermen ya su sueño eterno
Y despiertan al alba sobre telas del diseño.
Gondoleros pregonando sus viajecitos románticos.
Una joven se da prisa toda vestida de blanco y le roban
en el último suspiro un beso debajo del viejo Puente.
Despiértame o déjame seguir soñando.
En tus ojos de agua has visto erigirse grandes imperios
seducidos como yo han dejado su impronta
para que luzcas juventud eterna.
Despiértame con el carnaval de tu risa
detrás de mi máscara oculto el dolor impiadoso
de tu inocente belleza, bella Venezia o Venecia
Déjame mejor seguir soñando.
Si San Marco me despierta con su tañir de campanas
quiero despertar en medio de tus aguas para contemplarte
desde el puente Rialto y arrojarte un último beso.

LAURA YASÁN
(CABA-Argentina)

NOTICIAS DE MI VIDA

si alguien pregunta estoy en la frontera
pruebo los documentos de un cadáver
que amontona ladrillos en el patio de atrás
sus medallitas clavadas a la lengua 
horas memorizando las fallas del terreno
un idioma en desuso y ahora es miedo
la manera más pura de medir

si alguien pregunta necesito analgésicos
algo para aguantar el clima extremo

sigo tratando de escapar
cavando un túnel con una cucharita
demorada en la red de un policial
donde cae la noche y los forenses mienten

LEANDRO MANUEL CALLE
(Córdoba-Argentina)

Germán
es pintor.
Me dijo que
nunca se aburrió
que siempre pinta
que le gusta viajar
que se hace diálisis
3 veces por semana
Me regaló un cuadro
que colgué directamente
de mi lengua
para no quejarme más.

LEONOR MAUVECIN 
(Córdoba-Argentina)

PALOMAS DE HARINA

Le doy forma y me creo Dios
Glauce Baldovin   

Mis manos  son palomas de harina cuando amasan.
Vuelan sobre la mesa, dibujan un nido
pongo allí los huevos, y la blancura
acuna el sol y la vida, como una moneda dorada.

Estiro la masa, hundo las manos en ella
      le doy forma y me creo Dios.
Un perfume a monte ahúma la tarde.
Un olorcito a pan
                invade la casa.
Entonces
como un  aroma suave, me consuela
                                              el olvido.

LIANA FRIEDRICH
(Córdoba-Argentina)

HAIKUS DESDE EL EXILIO 
(fragmento) 

Agonizante,
la tarde en el ocaso
de la esperanza.

Desvelo inútil:
aguardar el regreso
del Paraíso.

Llanto de estrellas…
Se derrumba la noche
sobre la tierra.

Torpe vuelo:
mariposa nocturna
de alas lisiadas.

Un gorrión
se estremece en el hueco
de mi letargo...

Viniste a mí
tan silenciosamente,
en puntas de pie.

Y es el olvido
el más largo camino
que nos separa.

 LILIANA DIAZ MINDURRY
(Buenos Aires-Argentina)

HOMBRE QUE SUBE LA ESCALERA EN UN TEJADO

La dulzura del cansancio de otro día sin un Dios que bajara de una vez y  decidiera mostrarse en alguna parte,
aunque sea en una iglesia o un prostíbulo.
Florecían
esas cosas secas y distantes que decíamos, escrituras, en voz baja.

Al mundo le hicieron un lavado de cerebro hasta el fondo gris de las neuronas,
vestidos de novia, de comunión, de tumba,

Se acabaron las noches estrelladas con radiaciones,
A las flores les crecieron mandíbulas y colmillos,
se aplastaron lágrimas de pobres ojos que confían en la vista, y hasta hacen mediciones, cálculos,
ínfimos.

Cualquiera
se sostiene
en lo invisible.

LORENNE BENITEZ
(Posadas-Misiones)

EL ACOMPAÑANTE

Ya no chillo
los relucientes
e inmensos abismos

el acompañante
contaba la liviandad
de su cargamento
acostumbrado
a la utilidad voluble
de caminar ciruja

sentado tambaleaba,
latente y laxo
el lastre del veneno
tarántula tardío
herejía de la “Justicia”

ya no chillo
los relucientes
e inmensos abismos
ando arbitrariedad
agonizando andamios
anemias,amputaciones y anestesias

LUCIA CARMONA
(La Rioja-Argentina)

Desde el fuego
y a través del poniente
hasta tu pecho,
hasta tu boca,
hasta tu sombra
para enfrentar de nuevo
la jauría del número eterno.

El nucleo de tu risa
se pierde en las montañas,
la paz de mis rodillas
se postra en sus laderas
y le doy vuelta al cielo,
cuelgo de las raíces
como si el universo
se incendiara.

Ya no hay quien nos separe,
el infinito corazón
se ha celebrado.

LUCÍA ESTRADA
(Colombia)

LA NOCHE EN EL ESPEJO

El aire se abrió lentamente con el sonido
de las campanas, y en los cuartos,
cada cosa ocupó su lugar y su nombre,
revelando de las palabras
su extraño alfabeto.
Entonces todo era posible
bajo esa luz de invierno que dibujó tu rostro.
¿Quién habita en esta tierra
precedida por el ángel?
¿Quién dispuso los vasos
en los que beberíamos el fervor de una pregunta?
Señalaste tras la ventana un jardín cerrado,
y en él un estanque vacío esperando por mis ojos.
Era preciso mirarlo con atención
antes que se diluyera en la penumbra.
Estábamos inmersos en el paisaje,
y las voces del jardín venían desde adentro,
y las formas encontraban entre sí su correspondencia.
Algo dijiste del vacío, y a lo lejos,
la fuente brilló en su propia oscuridad.
Esto es lo que soñamos. Hundirnos en la transparencia
y en el movimiento de la luz. Ella recorre
paciente lo que para nosotros
había perdido su misterio. Aquí están
todas las cosas recién descubiertas,
y el mundo, cada vez más liviano,
cada vez más pleno de sí mismo,
cada vez más verdadero.
Puedo escuchar el rumor de las puertas que se abren
para conducirnos a otro silencio,
y cómo cavamos en él
aunque las cuerdas de la voz
se hayan debilitado.
El estanque se cubrirá de agua.
Puedo presentirla.
Es oscura y asciende hasta tus ojos
llenándote de extrañeza.
Pero delante de ti,
nada perderá su claridad.
Deja que tu corazón entable cercanía con la muerte,
que allí también encontrarás
presencias luminosas.
Será entonces como si nunca
te hubieras apartado del camino:
“El resistir lo es todo”.
LUCRECIA COSCIO
(Salta-Argentina)

SUBSISTEMA ESCOLAR

Cualquier cabello
que intente crecer
sobre los ojos
detrás de la oreja
que desborde los límites
y se atreva a descender por el cuello
hacia la espalda o el ombligo
puede llegar al pubis
por lo tanto:
                       Será cortado.

LUISA FERNANDA TRUJILLO AMAYA
(Bogotá-Colombia)

PUNTO CIEGO

Que se agite el pañuelo en la distancia
hasta verlo convertido punto ciego
en el recuerdo

Que las hormigas detengan su andar
y estacionadas a la orilla de la madriguera
cuenten sus patas perdidas al restar camino

Que este olor a calle
a mendicidad escarbando la basura
abandone su parada orgánica
deje de alimentar el hambre
de agujerear escombros
de desdoblar papeles
en busca de señales

Que el granizo acabe y cese de estrellarse
contra las aceras

Que lo marchito de la flor se hunda de una buena vez
en el agua estancada de las alcantarillas

a ver si la agonía de los pies deja su peregrinaje
y acaba con la jerigonza de los pasos
por las avenidas

MAIRYM CRUZ BERNAL
(San Juan-Puerto Rico)

PERO QUÉ SABRÁ LA VIDA DEL TIEMPO

Qué sabrá la mirada del paisaje
Qué sabrán las palabras de la voz
Qué sabrá la tinta de la pluma
Qué sabrá la célula del hijo
Qué sabrá la verdad de su ficción
Qué sabrán las líneas de la página
Qué sabrá el amor del amante
Qué sabrá la enfermedad del cuerpo
Qué sabrás tú de mí
Qué sabrá el otro de mi Yo
Qué sabrá el badajo de la campana

                la luz de la lámpara
                el mantel de la mesa
                la lengua del sabor

Qué sabrá el planeta de mi existencia
      una pierna de un pie
      la mano derecha de la izquierda
Qué sabrá el puente del agua
      el sueño del insomnio
      el payaso de la lágrima
Qué sabrán los arpegios de la música

Si nada es congruente con nada
Qué sabrá Dios si existe

MANÉ CASTRO VIDELA
 (CABA-Argentina)

DUELE

Duele el verbo raíz
de los muertos nuestros
los de todos
Duele en lo oculto
en el juego del espejo
del cielo y de la tierra,
en la cercanía de la burla,
el desprecio y la cobardía.
Duele en lo carente de la distancia,
de lo indiferente.
Y mientras tu palabra mienta,
no guarda ni ayuda,
ni tampoco aclara
el sentido de ser.
Tan solo ensangrienta.
Los ojos encendidos
apagan las risas
de promesas incumplidas.
Arden las heridas y las pústulas
en el cuerpo de barro.
Duele y aún resiste
en la historia.
al dolor rancio,
a la mugre
y a la traición
La voz rompe en llanto,
quiebra el silencio
la muerte y el espanto.
Acaecen a estas horas,
de estos tiempos
en que la codicia
zanja surcos de avaricia
en la sangre de tus venas.
Los ojos estallan de furia,
y en su esencia
sola y desnuda
reconoce olores
extraviados, desesperados, perdidos
y el peligro.
Desfallecida
se despliega y tropieza
cae rodando en la penuria
Ahogada
entre estrecheces y vacíos,
la muerte golpea.
Callada y quieta,
sus manos la sostienen,
se abriga en ella
se desliza
en el inmenso sufrimiento.
Se desgarra y avanza
y en la esencia del dolor, se oculta
Crece
crece en la pobreza
y en la montaña de su ser
se proclama
en su voz más alta:
liberada

MARCELO LEITES
(Entre Ríos-Argentina)

HONGOS

II

Espero que vengas luminosa
mientras la semana se te pega la cuerpo
y el vapor de la ducha inaugura otra
perspectiva.
Entonces pienso si los niños
tienen cabida en este mundo
o si sólo son el persistente espejismo
de la continuidad.
Escucho el ruido de agua que cae
sobre tu pelo
y sé que tuviste acceso
al único instante de placer
de la jornada.

MARCELO PARISI
(Santa Fe-Argentina)

INGRATO

Sucio,
oscuro ser,
desleal
Mal necesario, para que los dioses existan
Traidor,
abundante en egoísmo
Ladrón al fin
que nadie te llame perro, porque no tienes nobleza
que nadie te llame bestia, porque no tienes bondad
que te llamen por tu nombre para que no le afectes a nadie
Que suceda
que no disfrutes de las risas de tu semejantes
Que ocurra
en tu camino… ningún verde y nada de flores lo pulan
Que seas incomprendido
que tengas muchos bienes…pero que nunca te alcancen
Que yo te olvide pronto, que nadie te recuerde
Pero, que diez minutos antes de tu hora, te vuelvas bueno…
y que Dios no exista,
así nadie te perdona

 MARGARITA MUÑOZ
(Chihuahua-México)

MUJER QUE TREPA AL ARBOL DE LA NADA

Me he sentado a escribir, pero la pluma se queda inmóvil en mi mano frente a la hoja en blanco.
Adentro de mí los pensamientos parecen huir.
Allá enfrente un gato rayado trepa por el eucalipto seco del jardín y ya arriba se queda quieto.
Así estoy ahora yo, en la copa del árbol de la nada, mirando ramas secas y hojarascas en el piso.
Es el verano, la lluvia nos ha abandonado.
Soy igual que ese gato: estoy en la copa del árbol de la nada, sin conseguir regresar a la hoja de papel en blanco, que me espera...

MARIA ALEJANDRA TIRABOSCHI
(Santa Fe-Argentina)

RESCATE…

Cuando el tiempo empieza a azular desesperanzas,
está tu voz, hija y me rescata.
Cuando empieza a creer que hay que desdibujar mapas
me  riega tu mirada
y organiza parcelas y me acomoda el alma.
Cuando teorizo sobre soledades
y hablo baratamente de la nada,
viene tu mano y al rozarme me llama.
Cuando estoy y no estoy
borrando tardes y tempranas mañanas,
te me asomas entera con la sonrisa amplia.
Entonces le junto a la vida las palabras
para jugar con vos
y sin apuro, porque el tiempo pasa.

MARIA BEATRIZ BOLSI
(Santa Fe-Argentina)

ESA MUJER QUE ESCRIBE

Inclinada
sobre el escritorio
percibo
una mujer
entre papeles.
Un aire de silencio
la circunda.
No la sobresaltan las voces
cotidianas.
Ella guarda voces
más antiguas
ecos en la marea de sus días
escalofrío
de algún dolor
entre un siempre
y hasta nunca.
Unidos al papel
los ojos y las manos.
Escribe
con brasas
de su memoria
para perpetuar lo que no dura.
Se hizo noche en el cuarto.

Ella
seguirá escribiendo
hasta que también
se haga noche en su vida.

MARIA ESTER CHAPP
(Buenos Aires-Argentina)

VÉRTIGO AZUL

el alma teje en el cuerpo
un tapiz con hilitos de luz
veloces hebras blanquecinas
casi agua fresca
el vidente ve en el laúd
agua fresca corre entre las piedras
el cuerpo     este cuerpo tiembla
los huesos te amarran a la costa
             la coronilla duele
un ave escribe    alguien le dicta
          desde el espacio
vuela hacia el líquido
          con tintas de colores
dibuja señales
               en las manos
ángeles tejen con tu cabellera
       ritos del vértigo azul
tejen y tejen
           con tu respiración
los secretos telares
                    del mundo

MARIA ISABEL BUGNON
(Santa Fe-Argentina)

PALOMAS

Las palomas /
estrujan a la tarde/
entre sus alas/
Llevan en sus picos/
los besos /
que nunca te di/
En el ocaso  tatuado/
de caricias /
se duerme la luna/
El universo /
se saco la venda/
Un mar de palabras /
sin respuestas/
se deslizan hacia /
el infinito azul/.

MARÍA JOSÉ VIDAL PRADO
(Galicia-España)

DUDA

En el fondo del corazón siempre habita una duda.
Ella analiza las pasiones,
firma las sentencias de muerte.
Calla en tiempo de fiesta,
sabe esperar.
En el fondo del corazón siempre habita una duda,
una duda que nos deja muy solos,
una duda que nos hace escribir
en medio de la noche,
una duda implacable.
Quisiéramos dudar de ella,
pero ella siempre sabe más,
como si hubiera vivido todo antes,
como si ya.

MARÍA LYDA CANOSO
(Santa Fe-Argentina)

LO SIMÉTRICO

What immortal hand or eye
Could frame thy fearful symmetry?
William Blake

suave el barco se desliza chupado por el trópico
látigo mágico calor atlántico    y va    y va    y va

corta el agua tajo lento de cuchilla de cocina
hacia ambos lados la niña tose que se le parte la cabeza
flores le brotan     blancas    en las sienes

es así    alguien que dice en otro lado     la cala es como la muerte
sinuosa    lugares húmedos   verdín que trepa dificultando el accionar de   jardineros    dice   mirando hacia el otro lado

el barco se desliza casi al ras del agua
trópico mágico     látigo que azota el mar atlántico
y va    y va    y va
destino determinado por según desde dónde se lo mire

en la estela nocturna     todo el tiempo se escriben
parlamentos que los peces no entienden

MARÍA ROSA LOJO
(Buenos Aires-Argentina)

FRAGILIDAD DE LOS VAMPIROS

Algunas veces cazamos vampiros. No son repulsivos ni malvados como cuentan las leyendas y predican las moralejas. Tampoco asumen formas humanas ni muerden el cuello de las mujeres hermosas para darles un placer que humilla a todos los varones mortales. No parecen fuertes y no besan con labios ni atacan con colmillos. Al contrario, son delicados como telas de araña y pequeños como luciérnagas.
Para atraparlos hay que esperar desnudos en la oscuridad y adelantar al vacío una red pálida y furiosa. El blanco de la piel o de los ojos o de los dientes, las reverberaciones lunares de la red, los marean. El olor del cuerpo sin ropas los conduce, la fantasía del cazador los abraza con ardiente silencio. Es fácil entonces asirlos entre las yemas de los dedos para devorarlos o encerrarlos en frascos transparentes. Algunos los esconden entre los vellos del pubis, otros los disuelven en jugo de adormideras para que el significado de sus sueños exceda la miseria de los días que mueren.
Otros se vuelven vampiros también ellos: criaturas de belleza incomprensible, víctimas de los nuevos cazadores que aguardan, los cuerpos irradiantes como lámparas.

MARÍA TERESA ANDRUETTO
(Córdoba-Argentina)

HOSTERÍA EN LAS SIERRAS

Tras la ventana del hotel caen las hojas amarillas,
flotan semimuertas sobre el agua de la piscina,
como en un cuento de Cheever. En la memoria
alguien arrastra una silla hacia el agua sucia,
sin embargo es de oro esta luz y ella sabe que puede
no verla más. Cuando era chica quería ser pianista.
Iba con otra de la mano, iba con El clave bien temperado bajo el brazo, hacia una casa de la calle Francia.
Saludaba camino del conservatorio a los vecinos,
pensando que su música era para esa gente.
Alguna vez tocaré preludios en un teatro, se decía,
y aplaudirán los vecinos, la buena gente
del pueblo.
         Historia de vida suya, pero remota.
Más tarde quiso ser como la puta de Fassbinder,
ésa que hacía feliz a todo el mundo. No la maldita,
no la estrella incandescente, no la artista consumida,
sino la monja de clausura, la que alivia al peregrino,
la que no le quita a nadie nada. No hay distancia
entre lo íntimo y lo público, las calamidades
históricas convergen con las privadas. La buena
gente asesina a los débiles y mantener abierta
la herida es la única esperanza.
Historia de vida remota, pero suya.
Cuando escribe en la noche, crece el murmullo
de tantos y tantos que vienen llegando, un torrente
que avanza y se dilata, que grita Go Home,
Go Home, necesito un lugar en el mundo. ¡Y ella
que no quería quitarle a nadie nada!

MARIANA VACS
(Santa Fe-Argentina)

MÁSCARA

Hoy, al levantarme,
me puse esta máscara de niña.
Oculta mi cara del rumor del agua
y de la esfinge que vigila el camino.

No es que quiera negar quién soy.

El problema
no es a quién le digo,
sino quién se entera.

 MARIANELA PUEBLA
(Valparaíso-Chile)

LLEGAS

Hueles a lluvia,
a lamento bajo las piedras,
a silencio ancestral.
Me miras solamente
con miradas oblicuas y no dices nada.

Un susurro ha quedado
navegando a lo lejos
entre un desorden de sombras.

Tanto te he soñado
y ahora que estás aquí sobran las palabras.
Todo se puede adivinar
en tu delicado reflejo,
eres como el color de un sueño.

No te puedo tocar pero te siento junto a mí
peinando tiempos.
Cierro los ojos, me entrego
y acaricies mis páginas en blanco
con un beso mudo,
cual un largo silencio…

MARIANO SHIFMAN
(CABA-Argentina)

LA CONVERSIÓN

¿Hasta cuándo seré el triste Gregorio,
sufriente en Lídice y sufriente en Praga?
Viajante oscuro, haga lo que haga,
nunca escapo de un bajo territorio.

Rutina, humillación, el purgatorio
¿de alguna culpa oculta? Pobre paga
estos florines por mi vida aciaga,
pena de cumplimiento obligatorio…

Tal vez soñando logre aquel efecto
que niegan las vigilias: el trabajo
de ser humano cansa, cansa, cansa…

Hermana, madre, padre: ¡soy insecto!
Un horrendo, un bendito escarabajo;
he dejado de ser Gregorio Samsa.

MARIASILVIA PASCHETA
(Río Negro-Argentina)

TRIBU

Esa tribu de pájaros
 atraviesa de golpe
  la línea que amanece

Sólo el surco me guía
 cuando los ojos abren
  el paisaje
y el camino pregunta
 por la vida

Soy un pájaro solo

He perdido la tribu

A veces
lo recuerdo

MARIEL MONENTE
(CABA-Argentina)

PALABRAS QUEMADAS CON LLUVIA
A Juan L. Ortíz

Se derramaba la brisa
goteaba el aire sobre las hojas rumorosas de los sauces
caían briznas
de viento sobre los cabellos grises
grises de surcar sudestadas
blancuzcos
Y el balanceo suave de la ola
permitía al mate humear su canturreo de cigarras
su brillo verde
y poder llevarme así por entre la cortina de ramajes
surcando esa rabia devenida encanto.

El agua se amarronaba en su palabra
en su voz chiquita
me alcanzaba el mate entre los remos durmientes.
Con su místico dolor
quemaba palabras con lluvia
desnudaba a Dios sobre el olor que precede a la caída

Un decir de cortezas,
de libélulas anhelantes
ignoraban ser el anuncio de la hora detenida

Un mate antes de irse
sólo uno
más
que prolongue el silencio
tejido en los brotes insistentes de septiembre.

MARISA NEGRI
(Buenos Aires-Argentina)

INMIGRANTES

la tierra hecha a mano
el sol a pico sobre el monte

un zumbido de insectos sobre la fruta


no hay góndolas en el Paraná
ilusoria la pequeña Venecia

arrasa la creciente
bajo las canoas de timbó
y el cielo resplandece
salvaje

MARTA CWIELONG
(CABA-Argentina)

 Todas las tardes a mi regreso,
 en un cruce de  calles
 viene

 puro temblor en su caminar

 desdentada

 hace un tiempo que nos saludamos
 le doy un dinero
 a veces conversamos.

 Hoy estaba

 pudo susurrar
 me gusta verte
 no hay desprecio en tu mirada

 Si supiera que cuando paso y no está
 es como si nadie me esperara

MARTA GODDIO
(Santa Fe-Argentina)

ESTA NOCHE
A Jorge Luis Estrella

En la estatura justa de la madrugada
con el silencio preciso
Cuando reflejos lunares latigan desamparos
Mientras alguien –innombrado-
morirá de frío
Allá
Afuera
Esta noche
un poeta de blanca barba
derriba mis muros, mis presumidas trincheras
me espeja en su nombre, me nombra
me saca a la calle
me deja al descampado horizonte del hombre
luego abandona su cuerpo al descanso
y se arropa en el sueño posible
de una bandera que a todos abrigue
Mientras tanto
no hay poema que salve
Alguien morirá de frío
Allá
Afuera
Esta noche
MARTA ORTIZ
(Santa Fe-Argentina)

empezar de la nada, afirmar la deriva, Ida Vitale
“a las mujeres no se las quema”
-melosa la voz modula la curva de frecuencia modulada-
(merodea el pirómano de turno
restaura la pira ardida en el fondo del tiempo)
modela consejos
la voz instruye:
no golpear
no violar
no acosar
no discriminar
no lapidar
no mutilar en vano
en lo posible, no asesinar
asume el catálogo
la inextinguida mística de la hormiga en campo de rosas.
Has recorrido –muchacha-un largo camino
a long long way -baby-
Pero camino circular,
muchacha   baby:
extenúa la persistente línea de largada
la bandera a cuadros sellando el re-comienzo.
Ruta de palimpsesto.

Piedras atadas a los pies.

MARTHA OLIVERI
(CABA-Argentina)

SIGNOS

Un alma en su poniente.
la fervorosa idea
que los años acallan,
el historial de un jardín
que ha desertado.

Estos son los velos
con viste la muerte
el gris de la mortaja
que enmudeció a Quijote.

La trágica alegría
lo indómito y su música
hoy se abrevia en un gesto
de amaestrada ventura:

Proliferados Sanchos.
tribal fraternidad de medianías.
Ninguna alquimia ya ninguna magia

Estepario clamor si calla el poeta
"qué desierto habrá de ser una gran selva sonora"

MÁXIMO SIMPSON
(CABA-Argentina)

CANCIÓN DE DON ELÍN

Pero, ¡qué se hicieron las nieves de antaño?
François Villon

Yo vi una melodía ahogada en alta mar,
un arpegio sonámbulo, exiliado,
                                     ya ciego entre los pájaros,
y un piano derribado en la intemperie,
y un músico extraviado por las nieves del tiempo.
Yo he visto todo eso, pero dónde,

           ¿dónde andará mi padre, don Elín?
           ¿Acaso está en el aire? ¿Acaso está en la nieve?
           ¿Acaso está en los pétalos dormidos?

Yo vi una melodía ahogada en alta mar,
vi un caballo sin alas,
un fuego sin calor, un río sin orillas.

Yo he visto todo eso, pero dónde,

           ¿dónde andará mi padre, don Elín?
           ¿Está reconstruyendo los rotos mecanismos?
           ¿Está bebiendo luz, prepara sus maletas?

Yo vi una melodía ahogada en alta mar,
vi un sueño que corría hacia el abismo,
vi un zapato perdido,
una paloma herida convocando a los ángeles.
Yo he visto todo eso, pero dónde,
          
           ¿dónde andará mi padre, don Elín?
           ¿Cómo hará en las mañanas para entornar las puertas?
           ¿Cómo hará por las noches para inventar las flores?

Yo vi una melodía ahogada en alta mar,
Yo vi una copla exhausta, despoblada,
una trova, un acorde, una rapsodia
sin violín, sin garganta.

Yo he visto todo eso, pero dónde,
           ¿dónde andará mi padre, don Elín?
           ¿Dónde andará?

Ay, yo vi una melodía ahogada en alta mar.

MIGUEL ANGEL FEDERIK
(Gualeguay-Entre Ríos)

VELANDO UN PIE
A las madres del desierto de Calama

El cordón esta intacto.
Del borde de la media sobresale algo de carne corrupta,
el velamen de un hueso a la soledad acostumbrado.
Una ligera línea en el zapato
recuerda el jardín de aquella tarde,
la alambrada, el cuerpo que volaba,
un grito, el penúltimo zarpazo.
El cuero ha cerrado sus ojales
y en la tersura áspera de la capellada
la vela es una lenta mariposa inacabable.
Las madres saben que ese pie es de un hijo,
y oran y recuerdan escarpines y todos los zapatos.
Afuera se oye un murmullo de motores,
la vida civil, la llegada del otoño en plena calle.
Sobre la mesa, la sombra del pie se estira
y se encoge ante la luz del mar que entreabre la ventana.
El pie occipital, el zapato del desierto,
sabe que el cordón esta intacto.
El ritual es exiguo: el jadeo de la vela,
la mirada de las madres arrugada sobre las faldas.
Todo esta en orden: la vida civil, el horario de los trenes,
las palomas que sobrevuelan las estatuas.
Afuera se oye un murmullo de motores,
el redoble de un zapato que nos mira,
el eco andante de una generación deshabitada.

MIGUEL ANGEL GAVILÁN
 (Santa Fe-Argentina)

PLACERES

Dudo que nadie corte el pasto como Ulises, mi jardinero.
Lo hace con una destreza sin amagues, como sabiendo que la maleza lo espera en la muerte.
Usa una guadaña vieja,
que perteneció a su padre y al padre de su padre.
Tan suya como el rojo en las mejillas gringas
que también fueron de su padre
y del padre de su padre.
Antes de empezar
se para en la entrada.
Estudia dónde florecer su lluvia verde sobre los crataegus.
Avanza.
Después.
Acaricia los yuyos. Los despide. O se despide de ellos.
En esa ceremonia no hay que interrumpirlo.
El perro ladra,  pero él seca su sudor con un trapo y deja caer la cuchilla encima de la vida.
Suele hablar del calor,
de lo que debería hacerse para que los jazmines no oxiden tan rápido,
de las hormigas que han venido con el sol a verse alimonadas de yuyos.
Cuando termina, cierra el portón.
Como si me hubiera visto.

MIGUEL ANGEL MORELLI
(Buenos Aires-Argentina)

13 (cierro los ojos y veo la noche)

cierro los ojos y veo la noche
y en la noche un andén |
y en el andén tu silueta
que se desprende lentamente desde el fondo de mis ojos
sin embargo mañana, cuando el tiempo y el olvido
desmoronen la frágil persistencia del recuerdo
estos mismos ojos creerán haberte visto
llegando |   detrás de una sonrisa

cuál de esos dos fantasmas eras?

como un dios que imita a dios | la razón de la memoria
consiste en clausurar el pasado
para hacer que lo que fue quizás no sea | ni haya sido nunca

MIGUEL CARLOS GONZÁLEZ
(Entre Ríos-Argentina)

VOLVER A VERTE

Desde la infancia supe que no podría dialogar contigo.
Te hablaba, sin embargo, para contarte cosas cotidianas:
las alegrías mínimas, los tempranos pesares,
lo que debe vivirse compartido para que las espinas
o el aroma no se vuelvan guijarros en la boca.
Después, lunas y lluvias, Sucedieron otoños en silencio…
 Y te reencuentro ahora en la tarde de pájaros sin rumbo.
Apretados los labios, te contemplo. Sin lágrimas.
No es dolor lo que siento,
es un contacto extraño sobre el rostro,
el beso que no fue, la caricia insinuada…
No recuerdo tu voz. No la recuerdo
aunque se que mis ojos te buscaban
cuando decías mi nombre.
Te miro, y estás viva: una niñita de sonrisa tímida,
con ojos asombrados y lejanos…
pero es solo el engaño de la imagen,
la confusa ilusión de los sentidos que finge permanencias.
Oigo mi propia voz sin esperar respuesta
porque sé que no escuchas.
Cuando empezaste el viaje del que no se regresa
(es un engaño más: nunca dije que has muerto)
yo tenía los ojos, la sonrisa y los años de la niña que fuiste.
De la que estoy mirando en esta vieja foto, madre mía.

MIGUEL GAYÁ
(Buenos Aires-Argentina)

Recuerdo haber pasado por aquí.
Recuerdo una calle.
Recuerdo una vida. Un niño sigue siendo un niño
en una calle, y su pulóver pica sobre su brazo.
Es así como la luz de una mañana oscura
es en blanco y negro,
como si quien caminara en ella estuviera
en una fotografía de los años cincuenta
en un remoto país desolado
por una posguerra sin victoria.
El hombre se sube el cuello de su abrigo
y piensa que ya ha estado ahí,
en esa carretera apenas dibujada, algo más que una huella,
en esa calle donde tiene un pulóver de lana rústica y opaca.
Camina en una dirección, y luego en otra, y un niño lo mira caminar,
solo, y se lleva a la mejilla la lana pinchuda de su pulóver, oscura
es la vida, y además eterna. 
MIRIAM CAIRO
(Buenos Aires-Argentina)

LOCURA

La doxa está loca, se cree la verdad.
La verdad está loca, se cree la ley.
La ley está loca, se cree la justicia.
La justicia está loca, se cree la igualdad.
La igualdad está loca, se cree la medida.
La medida está loca, se cree la normalidad.
La normalidad está loca, se cree la cordura.
La cordura está loca, se cree el orden.
El orden está loco, se cree la doctrina.
La doctrina está loca, se cree la sabiduría.
La sabiduría está loca, se cree la ciencia.
La ciencia está loca, se cree la religión.
La religión está loca, se cree Dios.
Dios está loco, se cree el amor.
El amor está loco, siempre lo estuvo.

MIRTA EDITH LARCHER
(Santa Fe-Argentina)

I

Ataca al fosco nudo. Vacíate de praderas y… husmea en la soledad de los postigos.
Una mansa costumbre de trigales nos está llorando en la cocina.
Rebélate frente a la espiga inconmovible. Suelta oros dominios ardores espejos.
Trágate el hambre flatulento de las calles. Y en solitario ayuno ven. Esta es.
Aquí la patria. Mi mesa ausencia. ¿Comprendes esta muerte?
Pruébate en muñones de vieja miga. Y ahora… si puedes… ríete conmigo.
Enjóyate los dientes. Esa porcelana fría. Tritúrate en los restos y llévate
ponte esos laureles y el azulyblanco cálzate esa escarcha y siente al punzón
y sé en sangre doliente un grito más… sé tú… el hambre una vez… ya…
y entonces tal vez alguien escuche y un brazo milagroso crezca.
Y alguien… Oh Señor… ordene la cesta.
Agregue botitas cuente pancitas. Lunas llenas llenitas… Señor…Despiértalos!!!.
 (El poeta escribiría un reposo de las carnes. Encendería los oídos
a cada espaldarazo
y no sería recuerdo:
(la extinción de las infancias)

MIRTA GAZIANO
(Santa Fe-Argentina)

EL SOL HARÁ EL RESTO

El viento gime su nostalgia
de barcos que surcan mar arriba
golpean olas en las rocas
expandiendo su espuma al firmamento.

Moles de piedra
contienen el aterrador impulso en la rompiente.

En la arena
aquí cerca
casi al límite de la sinuosa playa
espejo de agua transparente
ella baila…
deja al denudo su menudo cuerpo
la fina tela que la cubre
se pega a su cintura
el resto vuela
según los impulsos que el viento pueda darle.

Gira muchacha
libera tu ímpetu en la danza
sigue las coordenadas de tu música interior
muéstranos tu desenfado
desmáyate en la arena
la brisa acariciará tu rostro,
el sol hará el resto
en la magnífica mañana que se inicia.

MIRYAM COLOMBOTTO-SEIA
(Santa Fe-Argentina)

TODO SUCEDE...

Final del día, de él sólo queda
una orilla dorada a punto de desaparecer.

Así eres. Sólo un pensamiento. Nada más.

(Hoy fui al lugar donde está tu cuerpo
allí aprendo todos los sonidos
que contiene el silencio.
Supe de calandrias; benteveos;
zureo de torcazas, protesta de tacuaras; 
chimango con presunción de águila...
eran los habitantes de tu entorno
tus vecinos naturales regalando
de su canto, el sentido secreto) 

El otoño escribía en las dormidas
ramas de los árboles con tinta amarilla.

Les pedí a todos ellos que te cuenten
que éste no ha sido un día
de manos y corazón mudos
a pesar del alma desabrigada.
Sin esfuerzo, todo sucede...

... y estoy intentando ser.
No importa si no entienden...

MONICA IVULICH
(Nueva York-Estados Unidos)

PALABRAS

Las palabras llegan subrepticiamente,
en auxilio de mi sentimiento tan mudo.
Las palabras son, a veces, traviesas
muchas veces, tienen vida y vuelo propio
Amo las palabras que pueden alcanzarte
compañeras de mi camino hacia tu piel,
las acaricio, las quiero tener intensamente
como nos poseemos mutuamente cada vez.
Cuando las hago mías las acaricio y, suave,
 las disfruto como a tu mirada en la mía.
Adoro cada palabra que trazo en tu cuerpo
Y cada palabra que me dices, quieta, al oído.
Las palabras tienen figuras y melodías,
son reflejo de mi inspiración y nuestra unión.
En cualquier idioma dan sabor a lo vivido,
sin importar el sonido, son amigas cómplices,
y son artesanas de nuestro conjuro de amor.
Las palabras me son tan íntimas y necesarias
como tu mano en mi pecho o tu piel en mi piel
tan sutiles como tu suspiro entre mis brazos,
serpentean palpables de tus labios a los míos.
A veces sabias otras necias aparecen, tenues,
las palabras, como semillas definiendo la vida.
Son amigas fieles, amadas, simples, las palabras.

MÓNICA LAURENCENA
(Paraná-Entre Ríos)

EL ARMA DEL VERSO
                           
 La furia del Verbo nace... se hace carne en el Verso.
 Somos palabras en la espesura de la ciudad.
¿Sólo observamos la casa triste del hombre?
¿Somos letras y sonidos de los descalzos en el paisaje?

El verso se hace llama.
Libera su belleza en la consagración.
Dicen que la palabra de los pobres es desahogo...
El corazón es gris-baldío...
No es sutil cuadro de pasteles o de quietas flores-muertas.
Ni  cuento de hadas o comentario  de obras famosas.

¿Poetas, salimos con el arma del verso a repartir panes?

Devengo en  oficio de escriba. Testigo de mis días. 
El poema,  grito descarnado.
En el diario devenir la escritura intenta acribillar las calles.
La terca humanidad sobrevive...

La furia sigue cavando  vida en el verso.
Los sin nombre  son lágrimas del mundo 
en la ciudad analfabeta. 
MYRIAM LEAL
(Tucumán-Argentina)

La vi peinarse
quitarse una lágrima verde
de sus ojos amarillos
Depilarse una ceja
Darle un abrazo al vacío
Sonreír
sepultar
amurar el interior
La vi tomar las llaves
Y salir por la puerta delantera

Hay un escorpión dormido
en el cuenco verde sobre la cocina
Ha tenido un mal sueño
De persecuciones
Cosas por el estilo
Y ha escapado
Creyó que allí estaría seguro
o tal vez que
alguien por fin le daría muerte
Pero es hora de volver a su sitio
Me lo trago con un gran vaso de agua

NORA NANI
(Córdoba-Argentina)

TODO PASA

¿Y el tigre?

El tigre que pastaba de tu mano
como un conejo
y alzaba caracoles con la comba de su lomo…

Recuerdas…
Su pelaje se desleía en las tormentas.
Sus garras andaban tu sangre
con la seguridad
del que conspira en la noche.

Todo es fanfarria de cordero ahora.

Las fauces y el dolor,
el aliento carnicero que emanaba rosas
y las manchas que desafiaban el cielo y el musgo…

Nada quedó
de aquella aventurada osadía desgarrante.
Solo la nostalgia,
un andar solitario en la melancolía
y la atroz mansedumbre
de los desheredados por la vida.

NORMA ALZOLA
(Caracas-Venezuela)

SURREALISMO

Burlescos caminos en la cruz del alma
dolor ante el sarcófago \observa y calla \
en el delirio de los pájaros negros emplumados
en la víspera de la nostalgia \cuanta bulla
en las montañas de ilusiones…
bulimia tal vez en el vacío de la entrañas
media sonrisa es suficiente
en el papel blanco de un alma atormentada
fiebre de un sábado por la noche
sabueso de su propia inspiración
observa y calla en la lagrima de su propio fuego

NORMA SEGADES
(Santa Fe-Argentina)

DEFENDER EL AMOR.

Hay que alzar el amor como estandarte,
como última bandera,
como emblema final de la concordia,
y hacerlo tremolar entre almenares
con su caricia de perdón al viento.
Hay que alzar el amor, pujarlo lento,
parirlo hacia la luz,
como si fuera
el hijo de la lluvia nacido a la esperanza
en la estricta ternura del silencio.
Y luego bendecirlo con rocío
caído a las magnolias
desde las catedrales de la luna
desde sombras precisas
para que no lo quiebren sortilegios.
Y permitirle que ande por la vida
con las pieles descalzas
desnudito de almendras escarchadas
y esa sonrisa eterna
con que viene a salvarnos el pellejo.
Porque el amor es siempre necesario
aún sin atrevernos a pronunciar su nombre
en plena noche           como si fuera un salmo
destinado a salvarnos del espanto.
Porque el amor es un reclamo justo
aunque no haya pancartas elevando su nombre en los piquetes
de reclamos sociales.

OLGA LILIANA REINOSO
(La Pampa-Argentina)

DESPUÉS DE RELEER

Lenta y azul la daga de la noche
lenta en la suerte que agoniza el verso:
todo se ha dicho ya.
Y no hay invento ni furia tornasol que lo transforme.
Por el sendero -prístino- camina
el hombre niebla a su última morada.
No conoció el amor       ni la sonrisa.
Su vida fue una sucesión de nadas.
Poco a poco se apagan las estrellas
allá lejos
se atisba el nuevo día.
Nadie sabrá que cuando abra los ojos
estará inaugurando el fin del mundo.
No sé por qué se agolpa en mi mente
tanto agorero pensamiento vano
si aún conservo la rosa de la suerte
talismán infalible
como eterno.
La eternidad reside en esa rosa
que desafía su ínfimo destino.
Basta una cosa eterna       y es mentira
que el fin del mundo llegue
y nos sorprenda.
Somos nosotros:   mercancía barata
con apócrifa hora de vencimiento.
El mundo seguirá su trashumancia
libre
de la ferocidad humana.

ORLANDO VAN BREDAM
(Formosa-Argentina)

A LOS TRENES DE BASAVILBASO

El humo de los trenes penetraba
las paredes de las casas,
el corazón caliente del ladrillo,
el revoque tibio
y andaba por el mate amargo
como un cáliz con ángeles dormidos.
Llegaba el humo hasta las bocas,
bajaba hasta el alma
o subía
hasta los ojos
o entre las arrugas de la vieja gente
hacía su nido, su pétalo celeste.
Yo andaba detrás del humo de los trenes
con mi niñez corriendo,
agazapado
para apresar el canto oscuro de las vías,
la desenfrenada
soledad de los vagones.
Están siempre los trenes recorriendo
un metálico círculo,
una telaraña de carbón
en mi infancia, en mi voz aguda
y alta
como un árbol
de humo, de humo viajero, de interminable humo.

OSCAR A. AGÚ
(Santa Fe-Argentina)

EL RÍO DEL TIEMPO

El río del tiempo no cede.

            No les es propio ceder. Nos arrulla

nos devora

nos mece

            y se apaga en mi, en vos
            para seguir en otros.
            Somos sus habitantes
            somos su territorio.

Quizás…
            quizás en otros mundos no exista
            y no exista porque no estamos.

Sin territorio humano no hay tiempo.

PABLO ANADÓN
(Córdoba-Argentina)

RELEYENDO A KAVAFIS EN LA NOCHE
“Un eco de los días de placer…”
K. K.

Hundido en una vieja reposera
De vuelta del trabajo, con la hora
Silenciosa regresa lo que fuera
Su vida alguna vez. ¿Aún la añora?
Es tarde y está solo. Bebe, fuma,
Hojea un libro, lo abandona, bebe
Un sorbo más, se pone en pie… Se esfuma
Lejana, turbia, la ciudad. Ya llueve.
Resuena el agua en las baldosas, trae
Un eco de los días de placer:
Todo lo dio por una sensación
Soñada y realizada. En calma, cae
La lluvia. Hizo sufrir. No halla perdón.
Busca el olvido: no sentir, no ser.

PABLO JAVIER RESA
(Buenos Aires-Argentina)

SERPIENTES

Te mentí tengo que confesarlo
de rodillas a tus labios tengo que confesarlo
estos labios te mintieron
te hablaron del agua que en vaivén fuera s
egundo plano del perfume que dejaste
y te mintieron estos labios que veían el agua
el vaivén del agua el manto del agua las serpientes de agua
te mentí también cuando al besarte fingí que te besaba
perdonáme Amor perdonáme no te estaba besando
yo no miraba al manto reptante del agua
yo era la serpiente yo
era el beso de la serpiente
que no sabe besar sino con todo el cuerpo
te mentí una boca y un trayecto de labios
no te besé cuando creíste que te besaba
yo te repté y cuando vi mecerse el agua
caí en la cuenta de la mentira
nunca te voy a besar mi enorme mínima mujer
tendrás que acostumbrarte a las serpientes
con que me hago pasar por tu amante
con que paseo a mi amante serpenteando
mientras mi boca se vuelve pequeña porque no fue ella
porque repto de todo a todo como el agua
 esa manta raya que vive en la superficie
y repta lo profundo del cuerpo que le yace debajo
ese lento animal que mece sus serpientes mientras miente un beso.

PABLO QUERALT
(Buenos Aires-Argentina)

LA CASA

La casa se convirtió las palabras andan por las paredes las tías silban en otro idioma en el mundo que rima al son de ese ejército de palabras del kiosco al bar el amor es una palabra dura una semilla una ocasión una camisa a rayas que me regalaste algo que nunca sabré pero algunas veces sentí en esa pupila en ese rincón en ese camino cuando me fui aspirado por el aire.
PASTOR AGUIAR
(Miami-Estados Unidos)

MUJER ÁRBOL
A Jeniffer

Tú sabes de maderas, la boca te florece
y enraízas volando corazón hacia adentro
como una flecha viva que embaraza a las Almas,
que anuncia primaveras y recita
las tablas de La Ley.

Todo huele distinto cuando al fin te pronuncias
desnuda en la arboleda que se deshace en frutos
desde tus ojos altos, desde tu mano leve,
porque el día es posible si alimentas
la luz con tu universo.

Cuál árbol te dejó la palabra semilla,
la sombra cabellera trenzando tomeguines,
la tendencia a ser mártir hasta cuando te asomas
como un susto en el verde, y roja pulpa:
mujer fructificada.

No tienes que decirlo, lo grita tu presencia,
la edad de tus anillos tatuados en el tiempo,
tu hembritud que delira la abundancia de un parto
donde los niños duren y la muerte
signifique otra vida.

PATRICIA SEVERÍN
(Reconquista-Santa Fe)

/Hoy me fui de todos y de todo
de mí
de Dios
tan jodida me fui
resbalando por mi cuerpo
haciendo equilibrio ...con la sombra de las uñas

Hoy me fui sin cantar ....-yo nunca supe-
guiñando un ojo a la vergüenza

desnuda sobre la helada ....me fui/

/quisiera ser un bicho más/ no este animal doméstico/

PEDRO ABRIZ
(México DF-México)

TRANSPARENCIAS II Y III.

Nací está mañana,
y la mañana de hace mil años.
Y bajo y subo hacia el sol,
el sube por mi,                 ella baja a mi,
Y voy con todos y todos en mi, aún los muertos viven,
lázaros trepando la esquina por un segundo ya prestado;                           y luego soy pero sin serlo.
Hoy es mañana y ayer siempre es hoy.
Pero del futuro nada se.
Me sumo en un sueño tan profundo como los siglos y milenios.
Espiral manada de caballos ,
crin al viento ya despierto, hombre-árbol, árbol-fuego, hombre-fuego, fuego-polvo y polvo al viento,
llueven hombres de agua como peces.
Y el verdor de trinos enraizados,
niño-trino, trino-canto, círculo boreal.
Gorrión, torcaza, águila, colibrí.
El danzar de mil mañanas en la fuente transparencia,
trino fervoroso en las montañas en la tarde de los pinos,
resplandor de espadas en llamas.
Perlado cielo suspendido en vuelo.
Anamorfosis precisa y exacta.
Profundidad de un sueño ya vivido.
Desde más allá del sol se presencia el instante,
preludio de su coronación.
Un momento siempre es éste.

PEDRO ARTURO ESTRADA Z.
(Girardota-Colombia)

PERMANENCIA

Permanecerá sólo la devastación
La pesadez del cielo
en la pupila fría
De la tierra ascenderá entonces el reclamo de lo muerto
La lengua del fuego imprecando la masacre de los delfines
el desuello vivo de los pequeños habitantes del bosque
La quemazón, el golpe, la tortura del aire y del agua
cuyas voces ya habrán gritado
su sentencia inapelable

Permanecerá sólo la cuenca ávida del desierto
El vuelo rasante de la hoz sobre los trigales
del universo

Y en el fondo de todo la memoria
de unos dedos a cuyo roce
hubieran girado de otro modo
los goznes de la realidad

Las yemas de esa penélope del sueño
tejiendo y destejiendo una imposible
belleza.

PERLA JAIMOVICH
(Tucumán-Argentina)

VIGILIA EN EL PÉNDULO

La mirada virgen
se hace vigilia
en el péndulo de la noche
y en la encrucijada
vacila...

Un temblor en el suspiro
el extremo de la cruz
remonta.. .

¡Oh, Señor!

Y otra vez
la brisa dorada
se agita
cuando las tres figuras
hacen nacer la epifanía.

PILAR ROMANO
(Corrientes-Argentina)

ESTA MUJER

Soy mi propio invento cada mañana,
encerrada en una piel despierta
lavada  con lágrimas.
A veces me llama una luna engañosa
que  me invita a subir por espirales blancas.
Pero me quedo
y recojo mi siembra,
en un campo  riesgoso y sin  nombre,   
en ebrio silencio,
con la ansiedad  enhebrando ruegos.

Hasta que llegan
los duendes de lo eterno
y me acercan palabras.

RAÚL ORLANDO ARTOLA 
(Viedma-Río Negro-Argentina)

LA HABANA, 1958

Chucho Valdés le afinaba 
el piano a mi abuela
cuando vivíamos en el malecón
y ella regenteaba un burdel.
Mi abuela le decía
negro buaié
y lo esperaba días y días
prendiéndole velas
al Santo de los Negros Afinadores.
Lo atendía con café y canela
mientras Chucho le afinaba
el instrumento.
Así aprendió a tocar
el piano.
Mi abuela creyó que era
un desperdicio
que negro tan lindo y hábil
sólo usara el clavijero
como parte de su trabajo
y no por puro placer.
Entonces le permitió
que deslizara sus dedos
por todo el encordado.
Era una maravilla
cómo sonaban las cuerdas
del piano de mi abuela
en las manos
de Chucho Valdés
practicando.

REYNA DOMINGUEZ
(San Juan-Argentina)

ADÓNDE
 (A las Madres de Plaza de Mayo)

Entras a la casa
sales de la casa
el aire no sabe nada

Adónde
la sal y el agua de tus ojos
fueron a parar
polvo son
polvo serán

Adónde
la sal y el agua de tus ojos
fueron a parar...

Miro
miro el aire vacío
Y allí están
los luminosos ojos
de los que ya no están.  
     
RICARDO JUAN BENÍTEZ
(CABA-Argentina)

DE TODOS LOS AMORES, EL AMOR

En Pont Neuf, como ayer,
sabiendo que lo menos casual,
es la casualidad.
Juntos, bebiendo amargo café
de medianoches solitarias,
mesas vacías, acordeón lejano.
No basta con encontrarse,
en Sacre Coeur, en Montmartre,
dos cronopios no se bastan
jamás…

Triste prisionero
de ciertos placeres pasajeros,
peregrino anhelante
de tierras de melancolías.
Esta noche sólo necesitas
esa mujer y su magia.
Si el aroma antecede al jazmín.
Si la caricia precede a la mano.
Los amantes sobreviven
al amor…
Inevitablemente.

ROBERTO AGUIRRE MOLINA
(Santa Fe-Argentina)

POEMA XXV.

Extensión de domingo, llanura;
salvo unos árboles que se ven en la distancia
y un día los imagino de otra manera.
Los veo llenos de quiero decir,
cada uno tiene melodías, sones, ruidos.
Me siento, me acuesto boca arriba a mirarlos, desde dentro.
De chico ya lo hacía. Ombúes. Frescos. De grandes raíces.
Pasaba las siestas mirando nubes a través del ombú.
Granizo, lluvia.
Huellas sobre una hoja húmeda.
Un paso, o dos. La hoja tiene gotas
                              enormes y diamantes.
Alguien le ha pisado una de sus puntas.
La muevo.
Se forman caminitos luminosos con el agua.
Hay una parte de la hoja que está destruida.
El color de la hoja ha manchado
                            el piso de cemento.
Parte de la hoja ha quedado integrada
                  al cemento.
La lluvia ha borrado la huella, el sello
                        de quien la haya pisado.
Levanto la hoja, la miro de cerca.
El agua se cae, queda la hoja brillante,
con pequeñas gotitas, minúsculas, como si fueran ojos ciegos. 
ROBERTO DANIEL MALATESTA
(Santa Fe-Argentina)

MI HIJO Y EL PERRO VIEJO

Mi hijo identifica al perro viejo como suyo,
dice que el nuevo es mío, y a mí me da tristeza.
Pudo haber elegido al joven, pero no, escogió al viejo
que pronto va a morir, y si la muerte es triste
la inocencia de mi hijo le añade un tristísimo elemento.
Se sabe que la muerte cría a su alrededor
colonias de animales melancólicos
y en cada rincón reproduce un símil de sí misma,
falsas muertes que cumplen la misión de ofuscarnos.
Yo quisiera evitarle un pesar a mi hijo,
mas no consigo sino acongojarme.
Hoy jugamos a la pelota y yo perdía siempre,
mirando a los rincones, desatento.
El se rió mucho, ríe y piensa en su perro.
Puede lo que yo no, cree sólo en la vida.

ROGELIO RAMOS SIGNES
(San Juan-Argentina)

GÉNESIS, MUTILACIÓN Y ENCIERRO DE UN HOMBRE QUE SIEMPRE RETORNABA AL OESTE
  
Me tapé con tierra.
Tenía unas ideas que debían florecer en frutos venenosos,
por eso mi padre se encargó de rodearme con semillas
para disimularme en el temporal de su cariño.
Estuve en contacto con las lombrices
desde mi primera infancia,
ajeno al caribe de las enciclopedias,
cargoso con mi pequeña cicatriz,
intravenoso, impersonal.
Luego vino el mes de las nevadas
y ayudé desde abajo la escaramuza de las larvas.
No es extraño que llegara entonces
al borde del arroyo
con corazas de plástico y sonidos espaciales
a rescatar del olvido
el viejo caserón que me sirvió de escuela.
Ahora soy un trozo inofensivo de tierra y tétanos.
Cuando mi familia me lo pide
hago las veces de árbol navideño
y los hijos de mis primas me llenan con foquitos de colores.
Por lo demás (en días de cosecha)
siento un gusto especial por todo lo folk.

ROSA FASOLIS
(Santa Fe-Argentina)

INTUICIÓN EN VOS

Yo sé que hay un mundo en el que abundas
eco de otros ecos
producto inacabado de erróneas alquimias
y metalurgias fraguadas en rayos y centellas.
Yo sé que ese mundo que concretas
colisiona de tanto en tanto con el mío
y dibuja pentágonos y fabrica estrellas
en ordenada mutación de otras constelaciones,
de otras celestes estelas,
de un pulso que se expande en magníficas canciones,
en cópulas ardientes que en el desbordado Aqueronte
horadan fronteras para apagar con fuego
las hogueras de nuestras arcanas fabulaciones.
O, acaso, para abrir nuevas huellas.
Yo sé que hay un mundo en el que abundas
arteria de otras arterias
y que un día no anhelado por mí, sino por otros
el adiós, furioso y sin alhajas,
dejará abierto el camino
para volver a casa.

ROSANA RUFINER
(Entre Ríos-Argentina)

PINTAR FLORES

Poder pintar fresias
                                 en la mente
para no sentir más
que el perfume de flores
plantarse algunas en las manos
para acariciar como pétalos
y dejar otras para los pies
así uno se queda inmóvil
atado a un rústico tronco
                                  Siendo flor.

ROSINA LOZECO
(Santa Fe-Argentina)

ALTOTRIP.

Las noches se pusieron finitas
como la luna en cuarto creciente,
terminan rápido / o las hacemos terminar
antes de lo que los amigos pretenden,
el amor también late ahí,
en la fisura, en la panza llena
en el plan de ochenta años.
Más allá de eso,
los problemas se siguen gestando
a la hora en la que todos
duermen / o hacen que duermen / mientras esperan
con el cuchillo atrás de la puerta,
hasta que la madrugada se arma,
el despertador suena
como cuando voy al trabajo,
pero diferente, porque no voy al trabajo,
contra mi voluntad encaro el viaje
que me deja en una cama
que me pertenece pero que no abriga
como esa en la que dormí hasta recién
entonces me abrazo sola / para consolarme
y una vez más escucharme decir:
todo lo que somos / es consecuencia de lo que hacemos,
en algún momento anduve / meando afuera del tarro,
ahora no,
ahora que encontré lo que buscaba,
todo va a estar bien.

ROSINA VALCÁRCEL
(Lima-Perú)

¿QUIÉN DUERME AHORA?
Cierto, no nos apocan la miseria ni la ceniza del desierto Mascamos la vigilia, nuestros ideales, el run rún de las parejas y el gruñir de las señales en el teclado Cómo negar la conspiración Hoy coreamos algo similar con este ayuno Sí, en este lado de la capital, arrullados entre libros y olas marinas somos fragmentos de generaciones de conspiradores insomnes, apremiados de claveles, amor, libertad y revolución Qué sentido tiene dormir  Si al margen de la orilla el país es un pálido animal decapitado ¿Puedes dormir? No. Anhelo pensar, escribir y cuidar el aura de las mujeres, hombres y jóvenes que dedicaron la existencia a custodiar sus mitos Como nosotros, esta medianoche, los compañeros y hermanas están velando otros amados rebeldes, desaparecidos, torturados, presos, muertos. Esta noche ya tiene siglos de haber principiado y nos punzan los ojos y perciben fatiga estos pálidos cuerpos. Sin embargo, ajados y enfermos aquí estamos Quién sueña hoy, quién podrá dormir Las hierbas secas musitan ¿Los traidores? Si dormitan es pueril su sueño Nuestro insomnio, es real, mas no vano Solo velamos la patria que deseamos como herencia para los infantes anónimos de aldeas y pueblos remotos, para los niños que pasan y sonríen, para los que transitan y están mudos, para nuestros hijos y su prole. Nuestro insomnio, entonces, es utópico La cámara no miente Nuestro desvelo infringe  Contra los que tienen la visión perversa  Contra los que están cavando su propia tumba extendemos el eco de nuestra guitarra al hombro.

RUBÉN EDUARDO GÓMEZ
(Chubut-Argentina)

(casa)

lo que no se contó es que ella cerró la puerta antes / para no verlo partir / para no desarmarse si apenas / lo que no se contó es que el viejo vio cómo la casa empezó a crecer y crecer / que se hizo más grande que la cuadra / que la manzana / que la isla toda / que el viejo quiso salir y corrió por la casa / pero la casa era más grande y más grande que la desolación / más grande y más grande la angustia y la desesperación / lo que no se contó es que la casa se le vino encima / que los clavos fueron a herir la piel del viejo / su carne / que los ladrillos lo golpearon / que el techo lo aplastó / que cuando pudo pararse / el viejo era escombros diseminados por toda la grande y más grande casa // sin tiempo para levantarlos / el viejo tomó su bolso y caminó / kilómetros y kilómetros caminó / una barcaza lo cruzó y más kilómetros caminó / hasta quedar fuera de la casa // lo que no se cuenta es que el viejo / cuando levanta la vista / puede ver la casa de la puerta cerrada //

RUBÉN VEDOVALDI
(Santa Fe-Argentina)

 TARDE Y NOCHE

Al caer el sol
vestida de arco-iris
se fue la lluvia.

Planean alto
los pájaros, felices
del refrescón.

Yo junto hebras
en nidal de poema
para otros trinos.

Siento en la noche
despertar las polillas
y oscuros versos.

Algunas flores
se abren a lo oscuro
como los sueños.

Noche de enero;
alfombra de murmurios;
red de secretos.

RUTH ANA LOPEZ CALDERON
(Sucre-Bolivia)

DESPIERTA

El frío golpea la copa de los árboles,
la ciudad amanece sumida en múltiples congojas,
deshecha en laberintos grises
voces de motores viejos y torpes
comienzan a poblar el silencio,
y las luces opacas alumbran
a pocos
deambulantes, ensimismados,
encadenados a sus voces,
paseando, negados a ver
más allá de las narices
los minutos lentan
presurosos,
impunes al dolor o al miedo,
a la soberbia,
ó a la deshonra,
cuerpos vestidos de cachemir y calzados
cuerpos semidesnudos,
cercenados por el gélido
aliento de noches desamparos
y almas bailan en su propio espejo
fétidas
y almas bailan llanto,
los extremos, los opuestos necesarios,
y los medios cabizbajos, atrapan
en sádico mutismo,

y nos jactamos, y nos jactamos,
de ser lo que no somos.
RUTH VEGA PUÑAL.
(Cuzco-Perú)

¿Donde están los ayes que no los oigo?
¿Donde flamean las cuerdas de su garganta?
se engullen los ríos hacia el epicentro del dolor
y se hacen fuego incendiando las paredes del estomago
arden los colosos y se desploman mas adentro
allí donde la mar es roja y hierve envenenada
desde allí arrasa el mármol y la hace arena
enreda enloquecido la fibra hasta partir en dos el alma
la risa revienta en un estallido de dientes de hierro
y se van a clavar sobre esos tus ojos negros que no me miran
castigo de látigos trenzados a piel de todavía hombre
estallaran las vísceras de tanto azotar la espalda de la nada
millares de neuronas necrosadas apestan el cráneo
niebla te levantas con sabor a podredumbre
te eriges en murallas engrilletando tobillos y muñecas
asesino homicida perseguidor de pétalos blancos
¡Si hoy me cuelga la lengua fétida!
hastiada estoy de atesorar la miseria
¡caigan sobre mi los muros del infierno!
pero liberen los corderos que nada sabían ni tenían
no quiero seguir el féretro blanco
no quiero sepultar sus manos ni sus ojos
todavía tiene que haber tiempo
aun debe salir un sol y matar aquella luna
todavía un segundo mas para trenzar el viento
piedad uno mas para envolverlo a sus huesos
y uno mas para azir de el y dejarlo volar un segundo mas.....

SALMA HASSAN
(Durazno-Uruguay)

 14 DE AGOSTO

Las calles milenarias pobladas de carniza.
La revolución se ha vuelto coágulo. 
Humanos humeantes de sus ramas desgajados, 
metrallas sobre el horizonte.
El desierto aloja el aroma de sus muertos.
El llamado gime una oración corta
y los faraones ríen en sus tumbas.
El caos sopla velas sobre el mar de las razones,
mas, nunca habrá razones para la muerte absurda.
Hoy la muerte se ha escrito por decreto in-humano
y el dedo acusador se interpuso al destino.
Apresado el elegido, se libera al títere homicida.
Y por entre el caos la gente sufre, sufre… 
Se derrama la sangre como cera de mil velas,
fundida, seca y mezclada cae en el abismo,
tal como una gota oscura.
El tiempo no regresa y tampoco los muertos.
Ya ni Dios pudo salvarlos de una trampa segura,
ni Dios, aunque provea la gota esperanza.

SANDRA GUDIÑO
(Santa Fe-Argentina)

MUJER-TRISTEZA

Doce luciérnagas fosforecen
detrás de mi ventana
Huelen a jazz.

Una brisa las acomoda
entre mis dedos,
de dos en dos,
de tres en tres.

Abro mis manos.
Ahora lo sé:
soy una mujer triste
con estrellas en las manos.
SERGIO BORAO LLOP
(Zaragoza-España)

ANGEL DE BRUMA

Yo he visto los reflejos que la niebla
esparce en las cunetas y en el cielo;
fui testigo del fuego y de la escarcha;
vi la rebelión del alba en los tejados,
las danzas de los gatos, la partida
de esas nómadas aves que no vuelven,
el verde resplandor del horizonte
perdido entre montañas y jilgueros.
Yo vi caer la nieve sobre la tarde agonizante;
también anochecer en las orillas
de un arroyo que fluye hacia el olvido,
y el fleco de la lluvia en la distancia.
Pero los delirantes dioses me cegaron
por no acatar la fe de los horarios.
Fantasma de mí mismo, vago
por los interminables pasillos
de una realidad que no es la mía.
Sobrevivo
en este invierno largo
contra viento y arena sobrevivo
sin dios ni arma ni salvoconducto.
Sobrevivo
letra a letra, incoloro
epitafio, paredes desconchadas,
alas ensangrentadas, vertederos
de palabras antiguas, sobrevivo,
superviviente apenas, sobrevivo
como la sombra leve de un naufragio.

SILVIA CUEVAS-MORALES
(Melbourne-Australia)

ALZHEIMER

Busco en la oscuridad de mi armario interno.
Saco trastos inútiles, juguetes rotos,
fotos desvaídas, direcciones que ya no existen,
canciones que ya ni siquiera me gustan,
nombres de gente que ya no frecuento.

Ansiosa escarbo mi cerebro:
Poemas, libros, fechas,
adioses, encuentros,
pérdidas, amores pasajeros,
aeropuertos, funerales, visados,
vallas, montañas, bombardeos,
números, candados, lágrimas en vano,
decepciones, miedos, sueños,
cartas amarillentas, flores secas,
aromas lejanos, sonidos añorados.

Pero no logro saber quién soy,
ni cómo me llamo,
ni de dónde vengo.

SILVIA DELGADO FUENTES
(Bilbao-Euskal Herría)

NO EXISTEN LOS DIOSES.

No existen los dioses.
Ni los monaguillos pueden limpiar toda la sangre
que dejan a su paso los que leen los renglones torcidos de los libros sagrados.
No existen dioses amigos,
pequeños dioses de andar por casa
que puedan dignificar las mesas sin pan,
las familias sin abrigo,
el dolor de la inmensa humanidad
 abandonada en la cruz mientras sus rezos nos clavan las manos.
Son cuentos para dormir a los pueblos.
Viejos cuentos que se cuentan de rodillas
a los que aùn quieren creer en espejismos.
No existen, no,
los dioses son engendros paridos
por la barbarie que siglo a siglo
perpetúa el miedo al amor,
el miedo a ser libre,
el miedo al castigo.
Los dioses son verdugos
que cobran al contado
oro, vidas, epitafios.

SILVIA FAVARETTO
(Venecia-Italia)

LA NOCHE DE LOS CUERPOS

Yo me he visto de cenizas
desmigajada, impalpable
completamente seca y gris.

Yo me he visto de cenizas
los ojos duros y vidriosos
volviéndose polvo, barro seco.

Me he visto amasarme en tierra y piedra
excavar hacia la luz hasta incorporarme
levantarme del suelo en la noche oscura
sentir una vez más el frío y el pavor.

Me he visto echar pasos tambaleantes
recuperar de a poco vigor y fuerza
andar por el camino
hasta llegar a tu puerta,
y acá estoy,
mujer de carne y nervios,
para decirte
que no me mataste,
que esta vez tampoco me muero
que este goteo ha de tardar
unas cuantas horas más por lo menos.

SILVIA LASALA
(Santa Fe-Argentina)

PARA UNA PALOMA

Este cielo de otoño
emancipado,
azulísimo,
curioseador del alma
desnuda dulcemente
las costumbres,
cambia los vientos,
alegra las campanas,
absorbe todo aliento
y se desliza
como un trago de vino
en la garganta.

Este cielo de otoño
es todo mío
bien lo saben
mis alas...

SILVIA LOUSTAU
(Buenos Aires-Argentina)

SEMILLA DE VEINTIOCHO DÍAS 

Las algas eran viñas entrelazadas. Pulsos de colibríes estáticos. Un cielo submarino.
Escucho un canto de escamas esmaltadas.
Me deslizo entre símbolos. Desde un ojo de buey un pirata espía.
Me deslizo hacía un caldero de cobre verdecido; han escondido en el aguamarinas y una fusta de oro fino.
Una fusta de siete cuerdas. En sus puntas descubro escapularios. Un rostro blanco, sutil. Alguien lo busca. Me deslizo. Libélulas trasnochadas me rodean. Allí queda la memoria de mi cuerpo.
Me deslizo entre las glaucas aguas. Un silfo canta un aria. Se eleva altiva, una herida abierta en los pensamientos del cielo.
Entristezco. Busco el silencio, lamiéndome, como si fuese una ninfa. Una mariposa marina.
Avanzo. Relampaguea un pez, lento, adormecido.
Hay una grieta. Te busco en los estanques breves del mar.
Me deslizo. Agua sinuosa. Luz. Aura. Cueva de ágata titilante. Me deslizo. Entre rizomas tiernos veo al niño. Juega con caballitos de mar.
Reina azul, murmura. En la levedad del abismo lo beso: tiene tu rostro.
Me despierto guardada en un abrazo ardiente.
La luna sugiere sangre entre mis piernas.
El mar me lava. Frío.
Sufriente, arrastra la semilla.
Huella de veintiocho días.

SILVIA ROBLEDO
(Valencia-España)

EL DESPERTAR

¿Despertar rosas yo en tu alma,
donde habían ramas ya dormidas?.
No culpes a mi alegre primavera,
pues en tus ramas ya habían semillas.

El mismo aroma de violeta viene a visitarme,
donde tu ves otoños, yo veo primaveras,
quizás del deshielo del paso del invierno,
se dejan ver y aprecias mis praderas.

Mujer soy, mujer dulce y apasionada,
como mujer, tu alma queda bien arropada,
tal vez entre caricias y anhelos
de una soñadora y una mujer enamorada.

No te agobies las ansias de tenerme,
pues en mi lecho de silencio, te espero,
tumbado mi cuerpo, para ser acariciado
y susurrarme un 'te quiero' deseado.

No hay distancia en nuestras llanuras,
envíame las golondrinas junto con tu aroma,
deja que se aniden en mi corazón,
con hermosas palabras de pasión.

Si nacieras de nuevo en nuestras llanuras,
volvería dejar que sembraras hasta llegar a mi,
dejaría que construyeras jardines de jazmín,
sin esclavitudes y con amor sin amargura.

SONIA RABINOVICH
(Córdoba-Argentina)

 A MI MADRE

Caminé con su cuerpo entre los brazos
durante toda la noche.
Recorrí insomne los pasillos de la casa
con el cuerpo de su lágrima
apoyado en el pecho.

Caminé llevándola, hamacándola
a un consuelo que la devuelva a la boca
que hoy no acepta el trípode de la pena.
Antes, se transformó en agujero
y después llegaron los silencios.
La llevé , apoyada su impotencia
sobre mi hombro durante toda la noche,
y caminé con sus piernas hasta quedar exhausta.
Caminé toda la noche con el dolor
de madre entre los brazos
y ahora escribo, dormida sobre sus ojos
sintiéndola erguirse
entre la nebulosa de unos tacos aguja
mientras se acomoda el pañuelo frente al espejo.

SUSANA CABUCHI
(Córdoba-Argentina)

MEDIODÍA

Hoy comemos bajo los parrales.
He lavado
las frutas de la palta
que golpeara el verano
y brillan
sobre las tablas de la mesa.
El sol ilumina los rostros
y suspende
las uvas negras
sobre cada cabeza.
Los niños han entrado corriendo
a preguntar
quién quiere jugar al marinero.
Y yo he aceptado.
Yo quiero navegar en este barco.

SUSANA GRIMBERG
(San Juan-Argentina)

LA MIRADA DE ANA.

EL ANEXO encarnaba
la alegría de estar.
(La dicha es tormento).

Las tablas del piso pedían ser pisadas.
Las camas, los sillones, conversaban el silencio.

Vacía de voces, la casa.
Las paredes extrañaban
ser tocadas, rozadas, miradas.

El padre.
Él.
El señor Frank.

Marca los territorios. Todos aceptan,

La vida será silencio. Convertirse en mudos.
Y estallar a la hora señalada.
Nunca demasiado.

Después reír, hablar.
Nunca demasiado.

¿Qué es demasiado? ¿Qué, más grande que callar?
¿Hasta cuándo?

Siempre.

SUSANA LIZZI
(Entre Ríos-Argentina)

NIDO VACÍO

Manos pequeñas estampadas en el papel
el fuego
del juego
salpicaduras de barro entre la vida
mil noches de fiebre y tos convulsa
como un primitivo anticipo
Por todos lados barullo, aromas, luces
Por todos lados reírse y llorarse como huesos sin carne
Mucho mucho de todo entre la mesa y las sillas y la cama y el tiempo
Y ahora
Esta copa tan sola
Y esta noche tan fría.

SUSANA REYES
(San Salvador-El Salvador)

Ella baja en una cuna de sangre
Apenas ayer era una medalla de luz
y su silueta reía a un océano de voces ancestrales
cae silenciosa en la oscuridad de aquellas manos de agua y sal
Cae como la hoja febril de los adioses
como la más culpable de las hijas que vuelan en la noche
Cae y un horizonte rompe el filo de su filo
y los arboles rizan lúbricos la sangre derretida
La noche que era incendio solo es silencio de estrellas
El horizonte acuna una despedida, susurra un canto de mar ancestral y tibio
Ella extiende sus manos y se derrama
y en un instante se funde con mis lágrimas.

SUSANA SZWARC
(Chaco-Argentina)

IR Y VENIR

Viene el hombre que me trae la comida
(me gusta pedirla, me gusta abrir el papel
en que la envuelven y dejarla enfriar.
Es otra mujer la que cocina y dos hombres
la reparten por las casas).
Pero este sábado él me pregunta: ¿qué hacés en tus clases?,
quiero leer poesía de ahora y no entiendo, me dice.
Entonces lo hago pasar.
Busco los anteojos, busco el cenicero,
y abro a Juárroz primero y abro a Gianuzzi después.
Me gusta abrirlos así, al azar, en alguna página,
ver cómo saltan las letras.
Café y manzanas leo,
mientras la comida que me trajo este hombre
se enfría más sobre la mesa.
Nos enredamos en esa música ajena
que se nos hace propia y los ojos
del hombre que me trae la comida
se llenan de lágrimas.
Entiendo, me dice, eso que no entiendo.
¿Y Borges? , pregunta, ¿creés que podré con él?
Le acerco un pañuelo de papel y se seca las lágrimas.
 Antes de irse él vuelve a preguntar:
¿entonces me hicieron creer que no entiendo?
No entendemos y ni falta que nos hace. Basta
con llevar esas frases a la boca.
El hombre que me trae la comida se va.
Y yo saboreo lenta los trocitos.

TANIA ALEGRÍA
(Lisboa-Portugal)

SIN POESÍA


Mis instantes transcurren entre espantos
conforme el diapasón de tus arpegios,
alguna vez, la miel de las palabras,
otras, ácido y hielo.

La vida se disuelve en inquietudes.
Y se me queda el gusto del veneno.

De rumbo en rumbo forjo el equipaje
modelado en la fragua de los miedos,
será mi compañero en el exilio
de tu verbo al destierro.

Viaja en el tiempo el duende mis mitos.
Y se me quedan vanos los recuerdos.

En el limbo, mis letras fatigadas
vacilan entre el grito y el silencio.
Sin quejas y sin loas en los labios
poco a poco me alejo.

Se vuelve larga y acre la tristeza.
Y se me queda sin poesía el verso. 

TANYA TINJÄLÄ
(Helsinki-Finlandia)

POLVOS

Me echo el polvo
de tus libros leídos en vano
la ceniza
de tus cabellos dorados
la escarcha
de tus ojos aurora boreal.
el rocío de tus lágrimas
que no supe beber
los retazos de los días y las horas
que pasaré contemplando el vacío
la marca de tu cuerpo
al otro lado de la cama
el pliegue de la sábana
que ya no te contiene
tu risa rota
tus caricias inaudibles
tus besos raptados.
                        Polvo eres
                        y en tu polvo
                        reposaré

TERESA ITURRIAGA OSA

(Palmas de Gran Canaria-España)

CON CRITERIO

Rapta a Europa el toro blanco, pura
la doncella pierde las cintas de las manos,
el asta amputa el tendido de su vientre, rompe y rasga,
libera un alma en red,
el fuego cae sobre el lomo, se desploma
una isla sobre otra, baila el deseo un akelarre santo,
arrastra bramidos, olas,
algas de ira comestible, una danza pélvica
a merced del impulso.
Hay mujeres en las plazas, arrecifes gritando
este museo de imágenes
que nos inunda el primer nivel de la piel
y ni a tiros nos quitan sus ojazos de encima
del camisón o sábana,
la seda nos confunde la pasión... observa
ora el cazador, ora la presa,
cuando se levanta la espuma
náufraga figura entre el altar y el coliseo,
sacerdotisa del lenguaje, fiera...
Toda trenza ha pasado por ahí, los peines
entregaron sus huecos al brezo,
y las jaras a duras penas
hurgaron en la cesta, al fondo las vasijas
donde verter las lágrimas para no morir de sed
en mil batallas, mujeres perfeccionando el firmamento
hasta el último disparo certero y con criterio,
andando las arrugas del tiempo,
desde las crestas del paraíso.

VERÓNICA ARDANAZ

(Salta-Argentina)


ESTAR EN EL MUNDO

no hay tiempo cuando el sol entra en Tiwanaku
sus caminos son pies descalzos
salimos por las caderas del día
hacia adentro
no sé cómo regresaremos
¿luz coagulada, huella calcinada?
piedra blandísima parió el ojo es el mundo
¿piedra que canta escuchamos?
madre ventana donde mariposas sueñan la densidad de lo abierto
tan abierto duele como vivir
como abrazar lo imposible
el ángulo sagrado entre el Illimani
el Murarata
y el tajo de piedra de Tiwanaku
el sol no se detiene abraza
de la vida la sombra
besamos tiernamente
las manos de Kusch

Tiwanaku, equinoccio, 2013

VERÓNICA CAPELLINO
 (Santa Fe-Argentina)

AMANECE LA POESÍA

Debajo-de-la lluvia-sobre-todo-si-arrecia
ante las mesas tendidas a la gula de la vulgaridad
por encima de los exilios de la ternura
del cuento contado por un idiota
lleno de ruido y furia
en  el epicentro de la fatiga y las latitudes del hastío   sus ínsulas   sus penínsulas:
hacer-un-huequito-y-poner-ahí

              la poesía

como un caracol de río o una pluma
roja:
signos arropados con-tierra-en-la-tierra
para cuando amanezca porque
siempre amanece.

VICKY CHINCARINI
(Tucumán-Argentina)

LA CRECIENTE 

De pronto el río quiere ser mar,
alza sus espadas
y apenas un rumor quiebra el silencio.
En muro avanza:
                            pasa el pez,
                            el pájaro,
                            el caballo,
                            el corral disperso,
                            la serpiente,
                            el hombre,
                            la piedra,
                            el colibrí,
                            la iguana
sobre los pliegues donde flotan
imágenes de otras aguas que el olvido niega.¿Acaso son las mismas
que elevaron sus manos sobre el barranco gris
o hacia el rostro de la mujer sin un nombre sonoro?
Después,construída la intemperie
el alba deja en la orilla la rama de laurel
junto al niño que acaricia el lomo de su gato.
Lejos,entre un incendio de soles
¿quién cantará
para esa noche poblada de relámpagos,
para el gorrión sin nido,
para los que nunca hablarán de la muerte?

VÍCTOR HUGO ARÉVALO JORDÁN
(Cochabamba-Bolivia)

AYER

quisiera saber como estás,
si realmente sonríes al fin sin dolor,
si el camino es largo aún,
o se cortó ahí, en el puente,
definitivamente,
quisiera escuchar ese "te cuento papi"
y escuchar tus idas y venidas,
tus sueños, tus esperanzas, tus quejas
y verme en tus ojos, abrazarte;
quiero que aproveches mis abrazos
para quejarte, o te midas mis ropas,
quisiera que me cuentes si viste a Dios,
o es algo tan lejano que casi no existe,
y si lo viste, ¡¡tanta santidad!!
que me alegraría te hayas adelantado
para contarme, es al revés, lo sé,
pero a mis padres los espero hace tantos años......

WALDINA MEJÍA
(Tegucigalpa-Honduras)

EL LIBRO DE LOS NO OLVIDOS
       
No olvido no puedo olvidar sin tregua me persigue este recuerdo:
Como llevado por los deseos de los pasajeros de volver al hogar, veloz, casi de noche, el autobús entraba a la ciudad por la calle asfaltada rodeada de barrio marginal.
En él, volvía yo cansada, contenta del trabajo en el pueblo, y miraba a través de la ventana el barrio aglomerado, que escalaba los cerros desde ambos lados de la calle.
En cada casuchita danzaban pequeñitas hogueras,
estrellas jubilosas entre la oscuridad,
casi se oía el oloroso chisporroteo del fogón,
la alegría de aquellos niños sucios y descalzos
por la tortilla que se inventaba en  manos de la madre
y tal vez por un poco de frijoles, que sé yo,
quizá hasta el alborozo de un poquito de huevo revuelto con arroz.
Reían los pequeños fogones escapándose por entre las rendijas  pequeñísimos soles sobrevivientes al sol agonizado y bailaba mi alma la danza del hogar,
de cada hogar humeante a pesar de tanto sufrimiento
y entonces enfrente de una de aquellas casuchitas
un hombre pensativo y delgado, mirando hacia el vacío
para no ver los cinco pequeños silenciosos
que ansiosos esperaban, esperaban, esperaban...
el fogón muerto, muerta la estrella, muerta la esperanza. Aquella inmensa oscuridad me draga el alma, aquel dolor no me abandona el pecho.

WILMA BORCHERS
(Los Vilos-Chile)

EL REINO OSCURO

Padre de la Mazorca,
Antiguo Padre del Maíz,
Han roto tus inflorescencias,
Quebrantaron el sello de tus células,
Violaron el santuario de tu núcleo,
Trasgredieron tu sacra alquimia,
Alteraron tus códigos auríferos,
Tu rubia leche de estrella nodriza.

¡Reyezuelos, Monarcas de lo oscuro,
Apostando a la taba el milagro de la vida!

Padre Maíz, guardián de los pobres,
Guardo de ti un puñado intacto,
Una mínima cosecha de oro puro,
Al morir, quiero llevarte conmigo.

Porque un día, después del fracaso,
Cuando la liturgia astral se recupere,
Tal vez, desde el polvo de mi osamenta,
Reverdezca tu prodigio en el surco,
Y retorne a la mesa de la desdicha,
Tu pan de esperanza entre los hombres.

XAVIER OQUENDO TRONCOSO
(Ambato-Ecuador)

DE CÓMO EL POETA REGRESA A LOS “TIEMPOS MOZOS”

Otra vez la juventud luego de años
mirándome desde los otros.

Otra vez esa especie de mueca,
ese espasmo que se queda con uno
hasta que el efecto eche raíz en el recuerdo.

Una canción de ayer
hace como ripio mis paredes

La juventud me erupciona:
una fotografía
una ráfaga de dulce
una rosa en la mitad justa de una estación de tren
un ósculo azul en la boca amada
una bofetada agria y limonera
en la mejilla opuesta de la luna.

Pero ya uno se cansa también de recordar
y más bien nos vamos a dormir
porque hace frío,
                porque hace viento

y porque sí.

XIMENA GAUTIER GREVE
(Paris-Francia)

RIAMOS  CAMARADA.
(a ArnaudLantoine)

Riamos juntos camarada,
riamos hoy
mientras afinamos el tiro
sentados en la loma, entre las zarzas
y la noble alfalfa seca ya aplastada

Riamos allá arriba,
con una mano en la cintura
ensombreciendo con la otra la mirada,
ojeando sobre la quebrada a lo lejos
buscando al puma despiadado para herirlo,
para herirlo de muerte en la cañada
adonde los escorpiones vendrán
para inaugurar otra caverna
en el flanco de otra madrugada
en el flanco de todas las encrucijadas
en el abierto flanco de los pueblos. 

YOLANDA DUQUE VIDAL
(Montreal-Canadá)

NOCHE DE PLENILUNIO

Lóbrega mudez rodea la calle
Afuera, la tormenta ha cesado
Adentro, recién comienza

Horas enrojecidas de vigilia
riegan de lluvia la antesala
de un íntimo misticismo

Algo ocultan las sombras
esta noche, mientras arriba
los astros palpitan como nunca

La cortina de nublos desaparece
dejando ver la luna enrojecida,
como si tuviera vergüenza

Se filtra uno de sus ojos
No deja que el pájaro del sueño
penetre de una vez en su jaula

Hay tantos que no saben
lo que ocurre esta noche
más arriba de sus cabezas

ZULMA SOSA
(Formosa-Argentina)

PALACIO DE HIELO

soy dos mitades /
no exactas / poco parecidas /
una a veces se toca /
la otra no /
una precisa acabar con la tristeza /
la otra no /

los parientes muertos /
los parientes heridos /
y siempre la que contempla mira /
su guerra / su casa /
huele el olor de la albahaca /
la salsa roja sobre los fideos /
el queso garuando sobre ellos /
una media rota /
la otra no /
las zapatillas de Luciano gastadas /
el cuerpito flaco sobre su cama /
en ese suave segundo/
ambas se juntan...
su mami / su mamá /
su breve /

INDICE

5-ADRIANA AGRELO (Buenos Aires-Argentina)
6-ALDO LUIS NOVELLI (Neuquén-Argentina)
7-ALEJANDRA DÍAZ (Tucumán-Argentina)
8-ALEJANDRA PARRA (Buenos Aires-Argentina)
9-ALEJANDRO BEKES (Entre Ríos-Argentina)
10-ALEJANDRO CABROL (Entre Ríos-Argentina)
11-ALEXIS COMAMALA (Córdoba-Argentina)
12-ALFREDO LUNA (Catamarca-Argentina)
13-ALICIA MÁRQUEZ (CABA-Argentina)
14-AMANDA PEDROZO (Asunción-Paraguay)
15-AMELIA ARELLANO  (San Luis-Argentina)
16-AMPARO OSORIO (Bogotá-Colombia)
17-ANAMARIA MAYOL (Neuquén-Argentina)
18-ANDRÉ CRUCHAGA (Chalatenango-El Salvador)
19-ANDREA ALVAREZ (Caracas-Venezuela)
20-ANÍBAL FERNANDO BONILLA (Otavalo-Ecuador)
21-ANNA BANASIAK (Zgierz-Polonia)
22-ARABELLA SALAVERRY (San José-Costa Rica)
23-ASTRID SOFÍA PEDRAZA (Barranquilla-Colombia)
24-AUGUSTO ENRIQUE RUFINO (Salta-Argentina)
25-BEATRIZ SCHAEFER PEÑA (CABA-Argentina)
26-BELKYS SORBELLINI (Santa Fe-Argentina)
27-BENJAMIN ARAUJO (Toluca de Lerdo-Méjico)
28-CAMILA FABI (Tierra del Fuego-Argentina)
29-CARINA SEDEVICH (Santa Fe-Argentina)
30-CARLOS ALDAZÁBAL (Salta-Argentina)
31-CARLOS BARBARITO (Buenos Aires-Argentina)
32-CARLOS FAJARDO FAJARDO (Cali-Colombia)
33-CARLOS GARRO AGUILAR (Córdoba-Argentina)
34-CARLOS MÜLLER (Salta-Argentina)
35-CARLOS NORBERTO CARBONE (Buenos Aires-Argentina)
36-CARMEN AMATO TEJEDA (Ciudad Juárez-México)
37-CARMEN HERNÁNDEZ PEÑA (Ciego de Ávila-Cuba)
38-CARMEN VÁSCONES (Guayaquil-Ecuador)
39-CECILIA ORTIZ (Buenos Aires-Argentina)
40-CELIA FONTAN (Santa Fe-Argentina)
41-CÉSAR BISSO (Santa Fe-Argentina)
42-CLAUDIA AINCHIL (CABA-Buenos Aires)
43-CLAUDIA TEJEDA (Córdoba-Argentina)
44-CONSTANTINO MPOLÁS ANDREANI (CABA-Argentina)
45-CRISTINA VALCKE (Cali-Colombia)
46-DANIEL MONTOLY (Ohio-Estados Unidos)
47-DARIO VILLALBA (Salta-Argentina)
48-DIANA IRENE BLANCO (La Pampa-Argentina)
49-DOLORS ALBEROLA (Valencia-España)
50-EDMUNDO TORREJÓN JURADO (Tarija-Bolivia)
51-ELSA HUFSCHMID  (Santa Fe-Argentina)
52-ELVIRA ALEJANDRA QUINTERO (Popayán-Colombia)
53-ERNESTINA ELORRIAGA  (Córdoba-Argentina)
54-ESTELA PORTA (Tucumán-Argentina)
55-EUGENIA CABRAL (Córdoba-Argentina)
56-FABIANA IGLESIAS (Málaga-España)
57-FANNY TRAINER (Jujuy-Argentina)
58-FERNANDA  AGÜERO (Salta-Argentina)
59-FERNANDO BELOTTINI (Santa Fe-Argentina)
60-FERNANDO REYES FRANZANI (Santiago de Chile-Chile)
61-FERNANDO VASCHETTO (Santa Fe-Argentina)
62-FLAVIA COSMA (Bucarest-Rumania)
63-FLORENCIA LO CELSO (Santa Fe-Argentina)
64-FRANCISCO ROMANO PÉREZ (Jujuy-Argentina)
65-FRANK PEREIRA HENNESSEY (Barranquilla-Colombia)
66-GABRIEL CHÁVEZ CASAZOLA (Santa Cruz de la Sierra-Bolivia)
67-GABRIEL IMPAGLIONE (Sardegna-Italia)
68-GINA ESCOBAR (Misiones-Argentina)
69-GIOCONDA BELLI (Managua-Nicaragua)
71-GITO MINORE (CABA-Argentina)
72-GRACIELA MITRE (Santa Fe-Argentina)
73-GREGORIO ECHEVERRÍA (Santa Fe-Argentina)
74-HÉCTOR BERENGUER  (Santa Fe-Argentina)
75-HERNAN SCHILLAGI (Mendoza-Argentina)
76-HERNANDO GUERRA TOVAR (Guayabal-Colombia)
77-HILDA ANGÉLICA GARCÍA (Catamarca-Argentina)
78-HUGO FRANCISCO RIVELLA  (Salta-Argentina)
79-HUGO TOSCADARAY (Buenos Aires-Argentina)
80-ILDIKO NASSR (Jujuy-Argentina)
81-INÉS LEGARRETA (CABA-Argentina)
82-IRMA DROZ (Córdoba-Argentina)
83-ISABELLA DE JESÚS (Guadalajara-México)
84-JEANNETTE MONTOYA (Gotemburgo-Suecia)
85-JENIFFER MOORE (Miami-Estados Unidos)
86-JENNY LONDOÑO (Quito-Ecuador)
87-JORGE ARIEL MADRAZO (Buenos Aires-Argentina)
88-JORGE FERNANDO LANDÓ (Buenos Aires-Argentina)
89-JORGE VINITZKY (Montevideo-Uruguay)
90-JOTAELE ANDRADE (Buenos Aires-Argentina)
91-JULIO CARABELLI (Tucumán-Argentina)
92-JULIO RICARDO ESTEFAN (Córdoba-Argentina)
93-KARLA SANCHEZ BARRETO (León-Nicaragua)
94-LAURA TESOLÍN (Santa Fe-Argentina)
95-LAURA YASÁN (CABA-Argentina)
96-LEANDRO MANUEL CALLE (Córdoba-Argentina)
97-LEONOR MAUVECIN  (Córdoba-Argentina)
98-LIANA FRIEDRICH (Córdoba-Argentina)
99-LILIANA DIAZ MINDURRY (Buenos Aires-Argentina)
100-LORENNE BENITEZ (Posadas-Misiones)
101-LUCIA CARMONA (La Rioja-Argentina)
102-LUCÍA ESTRADA (Colombia)
104-LUCRECIA COSCIO (Salta-Argentina)
105-LUISA FERNANDA TRUJILLO AMAYA (Bogotá-Colombia)
106-MAIRYM CRUZ BERNAL (San Juan-Puerto Rico)
107-MANÉ CASTRO VIDELA (CABA-Argentina)
109-MARCELO LEITES (Entre Ríos-Argentina)
110-MARCELO PARISI (Santa Fe-Argentina)
111-MARGARITA MUÑOZ (Chihuahua-México)
112-MARIA ALEJANDRA TIRABOSCHI (Santa Fe-Argentina)
113-MARIA BEATRIZ BOLSI (Santa Fe-Argentina)
114-MARIA ESTER CHAPP (Buenos Aires-Argentina)
115-MARIA ISABEL BUGNON (Santa Fe-Argentina)
116-MARÍA JOSÉ VIDAL PRADO (Galicia-España)
117-MARÍA LYDA CANOSO (Santa Fe-Argentina)
118-MARÍA ROSA LOJO  (Buenos Aires-Argentina)
119-MARÍA TERESA ANDRUETTO (Córdoba-Argentina)
121-MARIANA VACS (Santa Fe-Argentina)
122-MARIANELA PUEBLA (Valparaíso-Chile)
123-MARIANO SHIFMAN (CABA-Argentina)
124-MARIASILVIA PASCHETA (Río Negro-Argentina)
125-MARIEL MONENTE (CABA-Argentina)
126-MARISA NEGRI (Buenos Aires-Argentina)
127-MARTA CWIELONG (CABA-Argentina)
128-MARTA GODDIO (Santa Fe-Argentina)
129-MARTA ORTIZ (Santa Fe-Argentina)
130-MARTHA OLIVERI (CABA-Argentina)
131-MÁXIMO SIMPSON (CABA-Argentina)
132-MIGUEL ANGEL FEDERIK (Entre Ríos-Argentina)
133-MIGUEL ANGEL GAVILÁN (Santa Fe-Argentina)
134-MIGUEL ANGEL MORELLI (Buenos Aires-Argentina)
135-MIGUEL CARLOS GONZÁLEZ (Entre Ríos-Argentina)
136-MIGUEL GAYÁ (Buenos Aires-Argentina)
137-MIRIAM CAIRO (Buenos Aires-Argentina)
138-MIRTA EDITH LARCHER (Santa Fe-Argentina)
139-MIRTA GAZIANO (Santa Fe-Argentina)
140-MIRYAM COLOMBOTTO-SEIA (Santa Fe-Argentina)
141-MONICA IVULICH (Nueva York-Estados Unidos)
142-MONICA LAURENCENA (Paraná-Entre Ríos)
143-MYRIAM LEAL (Tucumán-Argentina)
144-NORA NANI (Córdoba-Argentina)
145-NORMA ALZOLA (Caracas-Venezuela)
146-NORMA SEGADES (Santa Fe-Argentina)
147-OLGA LILIANA REINOSO (La Pampa-Argentina)
148-ORLANDO VAN BREDAM (Formosa-Argentina)
149-OSCAR A. AGÚ (Santa Fe-Argentina)
150-PABLO ANADÓN (Córdoba-Argentina)
152-PABLO JAVIER RESA (Buenos Aires-Argentina)
153-PABLO QUERALT (Buenos Aires-Argentina)
154-PASTOR AGUIAR (Miami-Estados Unidos)
155-PATRICIA SEVERIN (Reconquista-Santa Fe)
156-PEDRO ABRIZ (México DF-México)
157-PEDRO ARTURO ESTRADA Z. (Girardota-Colombia)
158-PERLA JAIMOVICH  (Tucumán-Argentina)
159-PILAR ROMANO (Corrientes-Argentina)
160-RAÚL ORLANDO ARTOLA  (Viedma-Río Negro-Argentina)
161-REYNA DOMINGUEZ  (San Juan-Argentina)
162-RICARDO JUAN BENÍTEZ (CABA-Buenos Aires)
162-ROBERTO AGUIRRE MOLINA (Santa Fe-Argentina)
163-ROBERTO DANIEL MALATESTA (Santa Fe-Argentina)
164-ROGELIO RAMOS SIGNES (San Juan-Argentina)
165-ROSA FASOLIS (Santa Fe-Argentina)
166-ROSANA RUFINER (Entre Ríos-Argentina)
167-ROSINA LOZECO (Santa Fe-Argentina)
168-ROSINA VALCÁRCEL (Lima-Perú)
170-RUBÉN EDUARDO GÓMEZ (Chubut-Argentina)
171-RUBÉN VEDOVALDI (Santa Fe-Argentina)
172-RUTH ANA LOPEZ CALDERON (Sucre-Bolivia)
173-RUTH VEGA PUÑAL (Cuzco-Perú)
174-SALMA HASSAN (Durazno-Uruguay)
175-SANDRA GUDIÑO (Santa Fe-Argentina)
176-SERGIO BORAO LLOP (Zaragoza-España)
177-SILVIA CUEVAS-MORALES (Melbourne-Australia)
178-SILVIA DELGADO FUENTES (Bilbao-Euskal Herría)
179-SILVIA FAVARETTO (Venecia-Italia)
180-SILVIA LASALA (Santa Fe-Argentina)
181-SILVIA LOUSTAU (Buenos Aires-Argentina)
182-SILVIA ROBLEDO (Valencia-España)
183-SONIA RABINOVICH (Córdoba-Argentina)
184-SUSANA CABUCHI  (Córdoba-Argentina)
185-SUSANA GRIMBERG (San Juan-Argentina)
186-SUSANA LIZZI  (Entre Ríos-Argentina)
187-SUSANA REYES (San Salvador-El Salvador)
188-SUSANA SZWARC (Chaco-Argentina)
189-TANIA ALEGRÍA (Lisboa-Portugal)
190-TANYA TINJÄLÄ (Helsinki-Finlandia)
191-TERESA ITURRIAGA OSA (Las Palmas de – España
192-VERÓNICA ARDANAZ (Salta-Argentina)
193-VERÓNICA CAPELLINO (Santa Fe-Argentina)
194-VICKY CHINCARINI (Tucumán-Argentina)
195-VÍCTOR HUGO ARÉVALO JORDÁN (Cochabamba-Bolivia)
196-WALDINA MEJÍA (Tegucigalpa-Honduras)
197-WILMA BORCHERS (Los Vilos-Chile)
198-XAVIER OQUENDO TRONCOSO (Ambato-Ecuador)
199-XIMENA GAUTIER GREVE (Paris-Francia)
200-YOLANDA DUQUE VIDAL  (Montreal-Canadá)
201-ZULMA SOSA (Formosa-Argentina)

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