ADRIANA AGRELO
(Buenos Aires-Argentina)
DE VIAJES Y PARTIDAS
Una luna que está menguando
se cuelga de mi ventana
el viento aúlla una monótona canción
estoy de paso
canta
siempre en fuga
mis raíces se amotinan
quiero partir
danzar
aullar
antes que el otoño
me deshoje
que el viento arremoline
los restos
que el invierno
me detenga
ALDO LUIS NOVELLI
(Neuquén-Argentina)
la ambiguedad de la palabra
el poeta escribe la palabra "piedra".
un geólogo lee roca
un filósofo lee tiempo detenido
un astrónomo asteroide
un aborigen ruca
un egipcio pirámide
un palestino lee intifada
un policía manifestación
un político represión
un dictador muerte
un preso trabajo forzado
un señor de saco y corbata lee vergüenza
una señora de tacones y rodete más vergüenza
unos chicos que pasaban leen payana
una pareja odio
un solitario alma...
un geólogo lee roca
un filósofo lee tiempo detenido
un astrónomo asteroide
un aborigen ruca
un egipcio pirámide
un palestino lee intifada
un policía manifestación
un político represión
un dictador muerte
un preso trabajo forzado
un señor de saco y corbata lee vergüenza
una señora de tacones y rodete más vergüenza
unos chicos que pasaban leen payana
una pareja odio
un solitario alma...
el poeta lee mundo.-
ALEJANDRO BEKES
(Entre Ríos-Argentina)
PABLO ANADÓN
Lo veré siempre así, como lo he visto
junto al hogar, leyendo, hace mil años,
cargando en la alta noche su impertérrita,
filosófica pipa. Luz de un fuego
que arde mal, a capriccio. Afuera cruje
la escarcha en el camino, si alguien pasa.
La leña entre las llamas finge un bosque
de cuento misterioso, y el arroyo
que murmura allá abajo, incalculable,
sabe más de nosotros que esas letras
que el ojo advierte o que la mano traza.
El fuego persevera sin embargo:
da su calor y el acre olor del humo,
si no da luz. Tristeza que es amor,
dice la voz perdida. Alta tristeza
de amor entre las ruinas del silencio,
y el tiempo que se fue con su secreto
sin revelar, como en el bosque antiguo
se extravió Pulgarcito, ya muy lejos
y lejos para siempre de su casa.
Amigo mío, así te veré siempre,
junto al hogar, soñando, pensativo...
Melancólica pipa, luz del fuego
y un ángel con tus versos de la mano.
Lo veré siempre así, como lo he visto
junto al hogar, leyendo, hace mil años,
cargando en la alta noche su impertérrita,
filosófica pipa. Luz de un fuego
que arde mal, a capriccio. Afuera cruje
la escarcha en el camino, si alguien pasa.
La leña entre las llamas finge un bosque
de cuento misterioso, y el arroyo
que murmura allá abajo, incalculable,
sabe más de nosotros que esas letras
que el ojo advierte o que la mano traza.
El fuego persevera sin embargo:
da su calor y el acre olor del humo,
si no da luz. Tristeza que es amor,
dice la voz perdida. Alta tristeza
de amor entre las ruinas del silencio,
y el tiempo que se fue con su secreto
sin revelar, como en el bosque antiguo
se extravió Pulgarcito, ya muy lejos
y lejos para siempre de su casa.
Amigo mío, así te veré siempre,
junto al hogar, soñando, pensativo...
Melancólica pipa, luz del fuego
y un ángel con tus versos de la mano.
ALEJANDRA DÍAZ
(Tucumán-Argentina)
CASA TRAMADA EN AIRE
voy a contar una pequeña
historia /
la escribiré dentro de una nuez
origami /
no es de una grulla / es de una casa que lleva
en sus alas una grulla
un niño dirá : " mi casa " -y
será verdad
pintará con crayones una pared sin miedo...una
mujer
/ como yo / como todas
sacará las plantas de sus macetas
colocándolas cuidadosamente en la tierra
contaré y contaré
tal vez nadie sepa de lo que alguien puede decir
mientras escribe
luego de una buena noticia /
o sí / o sí.
ALEJANDRA PARRA
(Buenos Aires-Argentina)
LOS TÍOS
despertaban la vida con una grapa
a las 4 am
antes que el sol
Amanecían
Cada día
con las manos más gruesas
de menos palabras
Y la duda fría del invierno
apretándoles
el pescuezo
Clausuraban el sueño
y salían a ordeñar la fe
Mirada de cordero
se ponían los tíos
sobre cada ojo
Revisaban la tierra
Anudaban alfalfa y tropilla
en rituales perfectísimos
Y volvían
al molino
a lavar más dolor
que la tía secaba
con un sol mínimo
y después almidonaba
ALEJANDRO CABROL
(Entre Ríos-Argentina)
l á p i d a (lápida / la piEdRa) E R
Llueve
la zorra de la siesta hamaca su cintura
cree su vaivén capaz
de hacerme olvidar las piedras
llueven rincones
y gota vuelve a casa
ve la zorra de la siesta
del péndulo de sus pechos piensa:
hace cantar a las piedras
que intenta hacer olvidar
atisbo por donde lluvia
siente la casa dentro en el pecho
en una ciudad verde y roja
la zorra de la siesta mece su péndulo
en el cuello
y un murmullo cuenta crónicas de piedra
todas las tardes que llueve parecen domingo
la casa sentir adentro
uñas de tren a través de la nuca
donde la zorra de la siesta
arma almohadas de piedra
pedí que en mi tumba no escribieran nada
para que cuando llueva en casa
los domingos
se oiga el trepar de piedras
de la zorra de la siesta
la zorra de la siesta hamaca su cintura
cree su vaivén capaz
de hacerme olvidar las piedras
llueven rincones
y gota vuelve a casa
ve la zorra de la siesta
del péndulo de sus pechos piensa:
hace cantar a las piedras
que intenta hacer olvidar
atisbo por donde lluvia
siente la casa dentro en el pecho
en una ciudad verde y roja
la zorra de la siesta mece su péndulo
en el cuello
y un murmullo cuenta crónicas de piedra
todas las tardes que llueve parecen domingo
la casa sentir adentro
uñas de tren a través de la nuca
donde la zorra de la siesta
arma almohadas de piedra
pedí que en mi tumba no escribieran nada
para que cuando llueva en casa
los domingos
se oiga el trepar de piedras
de la zorra de la siesta
ALEXIS COMAMALA.
(Córdoba-Argentina)
lo que merece ser dicho es tu nombre
lo borrado se escribirá de vuelta en el reverso del cielo
lo acallado será puesto en boca de los peces
lo encerrado se dispersará por los campos abiertos
entonces sabrás
que existió un día en que todo fue degolladero
callar y aceptar el abismo
como una oración que emerge del estómago
pensás adormecido que lo que flota es pasado
buscás una cifra que dé tu destino
un vacío en la ofrenda para caer despacio
sin pena ni gloria, solo muertos dados al canto
trazás nuevas líneas para recordar
y si hoy abro ese lugar de larva
y nos mareamos juntos
debajo allí debajo
estamos protegidos de un mundo
y de su reverso que emergerá
he incendiado un mapa y renunciado a los rezos
algo volverá de los cuervos
nada quedará del filo del hacha
resucitará el grito y la piedra
la infancia es un jardín sin escrúpulos,
algo se dinamita, algo crece en la otra orilla
lo borrado se escribirá de vuelta en el reverso del cielo
lo acallado será puesto en boca de los peces
lo encerrado se dispersará por los campos abiertos
entonces sabrás
que existió un día en que todo fue degolladero
callar y aceptar el abismo
como una oración que emerge del estómago
pensás adormecido que lo que flota es pasado
buscás una cifra que dé tu destino
un vacío en la ofrenda para caer despacio
sin pena ni gloria, solo muertos dados al canto
trazás nuevas líneas para recordar
y si hoy abro ese lugar de larva
y nos mareamos juntos
debajo allí debajo
estamos protegidos de un mundo
y de su reverso que emergerá
he incendiado un mapa y renunciado a los rezos
algo volverá de los cuervos
nada quedará del filo del hacha
resucitará el grito y la piedra
la infancia es un jardín sin escrúpulos,
algo se dinamita, algo crece en la otra orilla
ALFREDO LUNA
(Catamarca-Argentina)
con nosotros, dios tiene mal comportamiento y cae
de esto se duele mi sangre, de no tener una madre
audaz;
apenas un animal ciego lamiéndose
que imagina árboles de espuma
olas de montañas en el cielo
y me ve hermoso con lanzas en la boca
no. tengo una madre fiel a su desdicha implacable y
pulcra;
ángel mustio, se mira en el tiempo que la muerde
y nada le reprocha
hasta el fin de los días, seguirán doliéndome en la
pena
sus embates de amazona temerosa, su derroche de
lágrimas
como ninguna, alma hostigada por el amor,
tan leal a su soledad, como ninguna.
ojalá no gimiera entre el amanecer y el ocaso.
ALICIA MÁRQUEZ
(CABA-Argentina)
EN LAS ESQUINAS
En las esquinas, hay chicas y muchachos que se besan.
No sólo en las esquinas.
Se besan también a mitad de la cuadra, esperando el
subte, en las aburridas paradas de los colectivos, en el tren.
Parece que se despiden.
O que llegan de la guerra.
Parece que están tristes con los ojos húmedos y las
manos como helechos temblorosos.
Pero no.
Sólo se besan y se hablan al oído prometiéndose el
cielo.
Se besan interminablemente.
Se descubren.
No existe nada más.
Ni árboles, ni autos, ni gente.
Gente que pasa rapidísimo y que, de repente, se para,
los mira y se vuelve sombría.
O les da vergüenza.
¿Cuánto dura ese beso interminable,
esos ojos cerrados,
ese suspiro infinito?
¿Cuánto dura ese amor
que se desmaya en las esquinas,
en los zaguanes,
al borde de la vía.
A la noche. De día.
Con frío?
¿Cuánto dura el amor para siempre?
AMANDA PEDROZO
(Asunción-Paraguay)
POR UN SEGUNDO
Si uno fuera por un segundo el otro
ése a quien se ama desmedidamente
y pudiera recibir de pronto
el mismo inoportuno amor
y toda el ansia desesperada
y sintiera así en la lengua la llama
que tanto se quiere dar
y tanto es rechazada.
ése a quien se ama desmedidamente
y pudiera recibir de pronto
el mismo inoportuno amor
y toda el ansia desesperada
y sintiera así en la lengua la llama
que tanto se quiere dar
y tanto es rechazada.
Si uno fuera por un segundo el otro
y se pudiera entonces, en un solo
instante irrepetible
descifrar el motivo
del amor desde adentro,
si uno fuera por un segundo el otro
y se pudiera transgredir entonces
cómo dolería la otra mirada,
ésa que no fue nuestra
y que no será nunca.
y se pudiera entonces, en un solo
instante irrepetible
descifrar el motivo
del amor desde adentro,
si uno fuera por un segundo el otro
y se pudiera transgredir entonces
cómo dolería la otra mirada,
ésa que no fue nuestra
y que no será nunca.
AMELIA ARELLANO
(San Luis-Argentina)
EMBRIAGUEZ
Todas las muertes anteriores.
Todas, el hombre, las hizo bajo discretas sombras.
Casi en penumbras.
Fueron incuestionables. Indemostrables.
Solo él lo sabía.
Hubo rumores de las muertes, en cuclillas.
Algún dios testarudo también dudó.
El resto afirmó que todo era mentira.
El, cara de plomo afable.
Besaba día a día el espejo.
(Excepto los días muy nublados llevaba gafas)
Hambre de sexo y fotofobia.
A su forma, amaba su desnudez oscura.
Cuando derramaba sus ubres relucientes.
Sus grandes pezones le recordaban a su madre.
A uvas maduras, A cabras. A preñez de yegua.
Le embriagaban la noche y sus manzanas de oro.
Deliraba por su rosa lívida de carbón y litio.
El temblor de sus palomas en sus muslos negros.
Le hicieron olvidar el lucero del alba.
La mujer era un cardumen de abejas
al sol.
Era luz, pura luz atroz y amor amargo.
Por eso, por eso, la mató. A plena luz del día.
A plena luz del día, la mató.
AMPARO OSORIO
(Bogotá-Colombia)
OSCURA MÚSICA
El eco tañe su glacial estrella
cuando ya nada
ni un puñado de viento
pregunta por las manos.
Mas he aquí
que ante mi noche
la ceniza anticipa nacimientos;
que he visto aún
al hechicero limo
mezclarse entre la sangre
y bajar por la cuesta
a un perro triste
cuyos ojos buscaron en los míos.
¿Qué pasó entonces?
Una rosa
salpicada de nieve.
¡Y el astro muerto de la Infancia!
ANAMARIA MAYOL
(Neuquén-Argentina)
RIESGOS COLATERALES
Yo supe del amor
ese vasto lenguaje del silencio
perfilado en los ojos
en los dedos
detrás de la caricia
del deseo
Palpé la eternidad
entre sus labios
y supe
de la espuma amando el mar
de la roca y el viento que la deshace
la transforma en arenas para llevarla
siempre entre sus pasos
supe también
de aquel eterno idilio del rio con el mar
del árbol con su sombra
que casi es su verdad
del sueño la vigilia
y nuevamente el sueño de soñarnos
Yo supe del amor
mi piel fue
como un mapa trazado por sus manos
cada relieve precipitó a su boca
con el sabor intacto de los días
abrazando la noche hasta preñarla
supe del
riesgo eterno del no olvido
entrelazado a los huesos
y aun así con su sentencia
a cuestas
elegí vivirlo
ANDRÉ CRUCHAGA
(Chalatenango-El Salvador)
TRANSPARENCIA
Mirar la gota en el ojo que la ansía. La gota
solamente en lo profundo.
—Pero, no mires la claridad, en la claridad misma,
sino en la salida de los rostros y los nombres; todo tiene su ritmo, el fuego y
la muerte, el tiempo que nos alcanza
y nos deja, el grano de mostaza en la estatura, la
roca fiel al río en su propio espejismo.
No mires los colores volcados en el arcoíris, sino en
la rama disuelta del designio, que la palabra compartida es silencio.
No camines si al caminar, acaba el bullido de la
sangre, allá en la sombra, la piedra de los sueños, quizás la claridad que a
veces nos avergüenza.
No busques compañía, en la compañía del tallo, hazlo
en las semillas,y hasta en los pergaminos del viento.
(El poema siempre vacía a manotazo limpio el pálpito
del firmamento.)
Líquido el poema, se siente la retribución en las
manos: el sollozo no necesita de pañuelos, sino de un cuerpo que lo contenga,
en el tibio cuaderno de la luz.
No mires la intensidad con tus ojos, mírala desde el
espejo del otro;
entonces podrás saber de qué están hechos, fuego y
tormenta…
ANDREA VICTORIA ALVAREZ
(Caracas-Venezuela)
A MI PADRE
Padre, nuestra casa
se llenó de sombras -y te digo-
hay que dejar que crezcan las paredes
como crecen los hijos..
y al dolor de los recuerdos
mandarlo a patear sus angustias al
patio.
Que todo el vendaval de las caricias ausentes
posen su sol de luz sobre este techo
y nos caldeen el alma.
Permitirle a las plantas que floreen,
y en las mañanas
brindarle a los ido su desplegar de pétalos
y así, entre risas aromas y colores
alegrarle la paz a nuestros muertos.
ANÍBAL FERNANDO BONILLA
(Otavalo-Ecuador)
ERES…
El alacrán colorado
que asciende las montañas
del Himalaya.
La gota de lluvia
que se destroza
en el pavimento.
El caballito de mar
que cabalga en mi espalda
triturando cicatrices.
La diminuta hormiga
que se congela
con el sonido del relámpago.
El ciempiés que destruye
el camino de la oscuridad.
El dolor invisible
de las funerarias
con olores nauseabundos.
El país sin alma
donde todos duermen
al mediodía.
La muerte hecha obra de arte
en las pupilas
de los cuerpos reencarnados.
ANNA BANASIAK
(Zgierz-Polonia)
Cada día-
cuando los difuntos,
casi tan reales como la niebla,
tratan de despertar en mí los recuerdos,
-es parecido al follaje en la selva.
Aunque lo parezca casi imposible,
mis ojos no pueden dejar de mirar
a la vista sumergida profundamente a la niebla.
Cuando un cuerpo era un niña
mi mente creía en las historias sobre el paraiso ideal
y bueno,
donde no había ni malos hombres ni maliciosas mujeres.
Despuès tenía que abrir los ojos.
La vista de los difuntos resultó
abrir las puertas olvidadas hace mucho.
El día no puede acabarse.
Sigue bailando entre mis dos caderas nacidas para
ligar con la ley de la naturaleza.
ARABELLA SALAVERRY
(San José-Costa Rica)
EN EGIPTO, UNA MUJER, UNA MÁS, ES VIOLADA
Lo he escuchado muchas veces:
no más mujeres hablando de mujeres
Y entonces me pregunto
¿Quién entonces pronuncia las palabras
que ella no tuvo tiempo de decir?
Quién llora esas palabras
que no deben ser pronunciadas
para que ninguna otra mujer
vuelva a escucharlas
No es una competencia feroz
ni es que se ignore la ignominia
que también viste el camino
de hombres de niños y de ancianos
Pero cuál otra voz habla
si no es la voz de las mujeres
Cuál voz habla
de los quince penes
que irrumpen en su cuerpo
de golpes, las patadas,
de esos hombres que orinan
sobre la leve figura
de esa mujer vejada
Entonces me pregunto
será realmente innecesario
que las mujeres hablemos de mujeres
ASTRID SOFÍA PEDRAZA DE LA HOZ
(Puerto Colombia-Colombia)
SIN LOS AÑOS SUFICIENTES.
Mujer, matriz del mundo.
Tu rostro, surcado por el cansancio.
Refleja la indolencia del tiempo.
Sin los años suficientes te hicieron madre.
No te enseñaron: Que ser madre,
Es quebrantar, por siempre las entrañas.
Es dejar de ser…Para no ser.
Es arañar la tierra, morder el polvo,
Para dar de comer.
Llorar impotente,
Ante el maltrato del hombre.
A quien no le enseñaron
Valorar la mujer.
Cofre santo y sagrado.
Y quien sufre tú misma
Metamorfosis de vida.
Un hombre, que puede ser
Él que llevas ahora dentro de tu vientre.
Un hombre, que nacerá con dolor.
Sin oportunidades.
Porque así lo diseñaron
Los arrebatadores de sueños. Los buitres del espacio.
AUGUSTO ENRIQUE RUFINO
(Salta-Argentina)
REGRESO
No era el fin…
Todavía…
Debí regresar
Con las rodillas dobladas
Arrastrando maletas
de fracasos y heridas
Para re-encontrarme
Ya no existía
La lluvia
danzando
cristalina
Ni la rosa
con su perfume esperanzador
Ni el sol
asomando en el alba
su presagio de vida
Debí re-encontrarme
En mi lecho de niño
En mis calles de
lapachos y azahares
Para encontrarte…
Volver a soñar auroras
y noches
alucinantes
para fundar nuestro
paisaje.
No era el fin…
Todavía…
BEATRIZ SCHAEFER PEÑA
(CABA-Argentina)
THE GODFATHER
Todo comenzó por el gobierno de las cosas.
Fui un aldeano que no sabía el orden de las letras
pero sí lo dispuesto en la devoción del miedo.
Así comenzó todo.
Primero cruzando el desarraigo
con la desolación de la ignorancia,
el pasto seco de la mendicidad,
para llegar al mundo prometido
donde los dioses de la tierra
levantaron su imperio.
Después, la vida fue un río solitario
que vadeaba el peligro.
Y navegué ese cauce,
ese remanso oculto donde la paz se hundía.
La venganza era tierra de nadie
y caían los muertos
junto a las hojas del atardecer.
Nada podía cambiar este destino,
esta luna creciente en la noche impiadosa.
Solamente la casa se levantaba incólume
frente a todos los crímenes.
Allí se atesoraba el cuño del poder,
el único legado a mi familia.
Ya de regreso, bajo el filo del día sin retorno,
miro el jardín con los naranjos
que nunca cultivé.
La patria es una bruma,
un árbol desgajado en la memoria.
BELKYS SORBELLINI
(Santa Fe-Argentina)
HE REGRESADO
He regresado de un mundo
de gemidos y lamentos
de sueños mutilados
de amor dormido.
La realidad es aplastante,
los sumerge, los aniquila
y allí están
sufriendo de dolor
por ser.
Por haber podido,
por haber sido y no ser.
Allí están,
gimiendo de dolor por tanta muerte.
Por sobrevivir,
y por vivir el camino,
el tránsito.
Por vivir el camino
hacia la muerte.
Pero yo he regresado
He regresado para que abran las compuertas
Para mostrar el horizonte
y enseñarles a escapar.
BENJAMÍN ARAUJO
(Toluca-México)
PERFUMES
Perfuman mi almohada
recuerdos triunfantes
de amores en saga
que nutren la sangre,
de pasiones gestadas.
La soledad no acucia,
si repetidas promesas
mi insomnio alimentan,
y en sueños, confusa,
enfrían mis sábanas.
Y de a poco me muero
aunque mi cama florezca.
No me basta el recuerdo
si respiro el perfume
que huele a lavanda,
que agranda mi pena,
si perdura en mi almohada.
CAMILA FABI
(Tierra del Fuego-Argentina)
pájaros
vienen a mi
una mujer
baila
siempre
internamente
extendiéndose
hacia el cielo
contrayéndose
envuelve
y protege a su vida
calma caótica
CARINA SEDEVICH
(Santa Fe-Argentina)
Enciendo la lámpara de sal de la montaña
junto a mi cama.
Me suelto el pelo
recordando las canas invisibles.
Me acuesto entre las sábanas de hilo
con la bata dorada de la China.
Debajo mi piel blanca no desea
ni en sus botones rosados
ni en sus lunares pálidos.
Sobre la almohada se escuchan mis anillos
porque está fresco, quizás,
y se afinaron mis dedos.
El oro, la plata, la amatista.
Afuera la noche se ha espesado
porque terminó la luna llena.
Empieza el mes que precede al invierno.
Qué ligera que soy sin tus deseos.
Qué dulce corre el alma
en mi esqueleto.
Qué cierta es esta cara y estos flancos
qué ciertos que son,
qué delicados.
Me admira mi gata, blanca y parda,
y yo la admiro a ella en su silencio.
Hasta el perfume rojo de las flores
tengo.
Qué ligera que soy sin mis deseos.
Qué dulce corre el alma
en mi esqueleto.
Qué cierta es esta cara y estos flancos
qué ciertos que son,
qué delicados.
Me admira mi gata, blanca y parda,
y yo la admiro a ella en su silencio.
Hasta el perfume rojo de las flores
tengo.
Qué ligera que soy sin mis deseos.
CARLOS ALDAZÁBAL
(Salta-Argentina)
Felino sí.
Probablemente puma o simple gato:
la madera tallada no transmite verdades
y a un tigre de madera no se le ven dibujos.
Faltaría un pintor, alguien que con minucia
le decore el hocico, las patas, los costados,
para que la madera forme al tigre,
espejismo de rayas, pura voluntad de artesanía.
Luego sí, vendrá algún domador hecho de plomo:
acercará la silla, y al oído del tigre
escupirá verdades hasta formar la jaula.
Con un poco de alambre cubierto de algodones
construirá un gran aro para que el tigre salte
y el fuego lo consuma, como consume el fuego la
madera.
¿Y si el tigre le ruge? ¿y si el tigre no salta?
¿si la silla se rompe y el domador tropieza?
¿y si el fuego perdona los colores del tigre
y se encarga del plomo y lo convierte en río,
y el tigre va y se baña, como hacen los tigres
que no son de madera, y se queda sin jaula?
¿Entonces se sabrán los dibujos del tigre?
¿O será por el agua, su devenir, sus ríos,
que Heráclito hablará de las certezas?
CARLOS BARBARITO
(Buenos Aires-Argentina)
TIENE QUE HABER –PENSAMOS- OTRA INSTANCIA…
A Virginia Tentindo
Tiene que haber –pensamos- otra instancia,
una música salida de nosotros mismos
y que sólo nosotros podamos oír,
un angosto camino abierto entre piedra
y piedra, hacia donde, no importa
si en la realidad o en un sueño
-que es la misma cosa-, una criatura alada
construya, a la luz del sol, un panal.
Sí, estamos solos y todo alimento es fugaz;
si entendemos es por rumor,
por precario sistema de espejos,
por fragancias en desbandada;
las manos en el propio rostro
y la confianza que vacila
entre medicina y hechicería.
Tiene que haber… y lo vivo
abre otra vez su libro
y allí despierta de nuevo,
compacta, sin un solo poro, la niebla;
la mano, amiga o extraña,
pugna por defender el último don,
la penúltima profecía.
CARLOS FAJARDO FAJARDO
(Santiago de Cali-Colombia)
MUJERES Y BANDERA
Enero 22 de 1822
Las delicadas manos de Josefa,
Juliana y Carmentea
Juegan con agujas.
El ovillo reposa en sus faldones,
las orlas desaparecen lentas
mientras la bandera de la patria
surge con sus orquídeas y palomas.
Difícil es fabricar la patria con manos perfumadas.
“Es para el general Sucre”
proclaman ellas en coro.
No saben que este pañolón de colores,
tejido en las riberas del Lili,
alentará a quinientos lanceros
en la batalla del Pichincha.
Las mujeres bordan la bandera
mientras los hombres
deshilachan la patria
CARLOS GARRO AGUILAR
(Córdoba-Argentina)
LUABA DE LA LLUVIA
Llega hasta mí
ahora que la noche dispone
sus oscuras frondas
y atiza en el silencio
el fervor del día que se escapa.
Mírame.
Toca mi frente,mis labios.
Haz de esta desnudez
un pequeño fuego que arda
-impasible-
ante el ubicuo cerco de la muerte.
No saben que este pañolón de colores,
tejido en las riberas del Lili,
alentará a quinientos lanceros
en la batalla del Pichincha.
Las mujeres bordan la bandera
mientras los hombres
deshilachan la patria
CARLOS MÜLLER
(Salta-Argentina)
PELIGRO de EXTINCIÓN
Ahora son pocos
los que conocen los himnos
de aquellas almas que volaban
como chispas prolíficas
surgidas de un volcán que arrojaba
desde su corazón de magma
un futuro incandescente
de piedras azuladas.
Dicen que éste es otro tiempo
sin Ulises y sin Sirenas.
Ahora son pocos
los que alguna vez amaron sin límite
Son pocos los que todavía
En una plaza cualquiera
Buscan un banco Se sientan en
él
Y de repente la lengua
se les pone en movimiento
Y hablan con una voz
ya muerta.
CARLOS NORBERTO CARBONE
(Buenos Aires-Argentina)
CAZADORES
El camarógrafo se acerca al león
es encantador ver el entusiasmo por su toma
cada vez mas cerca de su presa.
El poeta se acerca al poema
es encantador ver el entusiasmo por sus palabras
cada vez mas cerca de su presa.
El camarógrafo sigue al león.
El poeta sigue al poema.
El león merodea y de reojo mira
a su presa.
El poema merodea y de reojo siente
el calor de su presa.
El camarógrafo se queda sin aliento
cuando el león avanza sobre él.
El poeta se queda sin aliento
cuando el poema entra en él.
El león salta sobre el camarógrafo.
El poema salta sobre el poeta.
El camarógrafo huye.
El poeta no.
CARMEN AMATO TEJEDA
(Ciudad Juárez-México)
VIVIR PARA CONTARLO
Con esta sensación de Logro
que es como posarse un instante
en la más alta Cima,
lleno de plenitud y aire mis pulmones;
los cielos inmensos de mi mente
no tienen nubes,
desde aquí miro mis abismos,
no con soberbia sino con humildad,
porque la Cumbre no es un lugar
para vivir por siempre.
Una vez que se logra el ascenso,
el placer secundario de la hazaña
es contarlo:
*Vivir para contarlo*
tiene sentido porque nos devuelve
a los otros, nos rescata de ese gozo
intenso pero al fin solitario
que se agota y con él nos agota,
si no logramos antes
alcanzar de nuevo nuestro espacio
común, cruzar el puente
de la conversación y rematar con eso
a los otros, nos rescata de ese gozo
intenso pero al fin solitario
que se agota y con él nos agota,
si no logramos antes
alcanzar de nuevo nuestro espacio
común, cruzar el puente
de la conversación y rematar con eso
la experiencia vital de conquistar la Cima.
CARMEN HERNÁNDEZ PEÑA
(Ciego de Ávila-Cuba)
LENGUAJE DE ADULTOS
Me gustan las películas de asesinos en serie que matan
con taladro y hachuelas.
En el fondo siempre hay el crimen y el castigo y hasta
una pobre Lizaveta Ivanova que ni la come ni la bebe, pero termina al fin con
el cráneo partido, en un delicioso mar de sangre.
También las de paranormal activities en las que no
sabes quiénes son los vivos y los muertos.
Y las de tsunamis, terremotos y aviones incendiados,
que me suben la adrenalina y disparan todos los sistemas de señales grabados en
mi genoma.
Cuando terminan sin el decimonónico The End —casi
fuera de uso—, le hago un guiño a la pantalla y tuerzo el labio a medias como
Lauren Bacall porque en ninguna su horror alcanza al mío.
CARMEN VÁSCONES
(Guayaquil-Ecuador)
MOSAICO
1-La belleza: nostalgia desprendiéndose del reflejo:
el doble.
2-Se cae una estrella fugada de la mirada. El cielo no
es su cárcel. Ella se difumina en el deseo de pasar desapercibida.
3-Tener es sacar al vacío mismo. Recibir es abrazarlo:
desposeerlo
4-El ser no se acoge a la forma ¿el espejo se habita
de quién?
5-Descubro el espacio: expando un poco de mí.
6-Mientras va rompiendo el molde deja caer trocitos
sin nada de pena.
7-No le va eso de aguantar el anzuelo -pesa el
puedo como genética-
8-La carnada del placer ola muerta.
9-Nada de patrón (nada de historia espeluznante) ni
prestar la caña -te pescan-
10-Un resto por saber la punta psíquica… Sabotaje del
eslabón: uno no…
11-Insondable solo: falla: desajuste del cuento
inédito.
12-Equilibrio del vacío el movimiento amorfo: reloj de
arena. Vasija dónde cae la nada.
14-Vacía de mí la ola me deja echar en su
espacio.
CECILIA ORTIZ
(Buenos Aires-Argentina)
TENGO UN PEZ
que navega mis torrentes
un pez blanco bien blanco
se alimenta
de mi mala
sangre
la convierte
en
orquídeas salvajes.
Por la noche
abandona mi
cuerpo
cubierto de escamas en plata
llega al río
que
marrón lo aguarda
y
navega otras aguas
aumenta de tamaño
suelta aire y suelta y suelta
el aire que
con sórdida esencia
se detuvo
(intrépido)
por debajo
de mi piel
sin
aviso sin malicia sin sentido.
Regresa
apenas mis
pestañas
aletean
al borde
del amanecer
y
otra vez
mi pez blanco bien blanco
navega por
mis torrentes.
Me navega.
CELIA FONTAN
(Santa Fe-Argentina)
CIERVO
“…porque ciervos en la ciudad, no hay.”
Manuel Duré
Porque ciervos en la ciudad no hay
busco tu huella en la carretera
lejana,
la húmeda belleza de tus ojos
como una descarga de silencio.
Aléjate de mí,
ciervo, sueño del ciervo,
esplendor del camino
y sigue tu paso hacia la nada.
¿En que túmulo
de vieja hojarasca se perdió tu esqueleto,
tu salto, tu cruce fortuito,
nuestro duelo de amor de un sólo instante
que los ciervos viven,
a lo sumo, veinte años.
Y han pasado tantos más
desde la noche
en que en perfecto presente
nos cruzamos
CÉSAR BISSO
(Santa Fe-Argentina)
NADA HE PERDIDO
El hombre perdura en la infancia.
Sus dones, ritos, plegarias.
El sacramento del pan,
el conjuro de las tumbas,
fantasmas adormilados,
camalotes plegados al devenir,
tacuaritas que no extraviaron el vuelo,
la calle, los olores, el patio infinito.
Y la mirada, que siempre regresa.
Todo está aquí.
En la embriaguez del dolor zozobra el olvido.
Quien deja esta tierra abandona el mundo.
CLAUDIA AINCHIL
(CABA-Buenos Aires)
INVISIBLE
Invisible como un invisible
molino detenido en el tiempo
Las ventanas semi abiertas invisibles
asaltadas en una décima esquina
molino detenido en el tiempo
Las ventanas semi abiertas invisibles
asaltadas en una décima esquina
por nadie
O por alguien nadie
no me salva la recolección de números dispersos
convertidos en azar
Un clandestino apogeo invisible
Ni la salvación eléctrica de manos
que se lavan a si mismas
como Pilato sonríe acumulando
buenas intenciones
envician el aire en la oscuridad
siempre invisible
no visible incorpórea
Un hábito alojado en errores que evitan aprender
como esos inciensos de primavera inquieta
la ausencia de olfato rasgó el sueño invisible
El trazo se desvaneció
Hay almas raras que uno encuentra
se escurren dentro y disparan
no podemos evitarlo
Con una exhalación nos mudan
atrapando
¿Hubo signo y mensajeros?
Cuarenta y cinco minutos y el destierro
invisible como un invisible
Así…molida en tela de araña de un pantano visible..
O por alguien nadie
no me salva la recolección de números dispersos
convertidos en azar
Un clandestino apogeo invisible
Ni la salvación eléctrica de manos
que se lavan a si mismas
como Pilato sonríe acumulando
buenas intenciones
envician el aire en la oscuridad
siempre invisible
no visible incorpórea
Un hábito alojado en errores que evitan aprender
como esos inciensos de primavera inquieta
la ausencia de olfato rasgó el sueño invisible
El trazo se desvaneció
Hay almas raras que uno encuentra
se escurren dentro y disparan
no podemos evitarlo
Con una exhalación nos mudan
atrapando
¿Hubo signo y mensajeros?
Cuarenta y cinco minutos y el destierro
invisible como un invisible
Así…molida en tela de araña de un pantano visible..
CLAUDIA TEJEDA
(Córdoba-Argentina)
HUNDIMIENTO
La casa fue construida sobre clepsidras
para que no faltara agua ni tiempo.
Alguien maniobraba los relojes
sobre hornallas de cítricas paciencias
con la cuchara de madera en el minuto
cuando la madurez era
un tajo preciso en el almíbar.
Pero la mesa se fue hundiendo
en el ángulo certero de la ausencia
y la sed en las paredes se hizo barro
declive en los umbrales
escalera extinta
alarido de peldaños aplastados
contra el cimiento
cuando no alcanzan los puntales
ni la sangre
y
se cae la casa de la madre
como un árbol hacia su raíz
se cae
porque el agua se lo lleva todo
porque a todo se lo lleva el tiempo.
CONSTANTINO MPOLÁS ANDREADIS
(CABA-Argentina)
UNO PUEDE ESCRIBIR LO QUE QUIERA
uno puede escribir lo que quiera
pero el poema
si lo que escribe el que escribe es un poema
siempre dirá lo que el poema quiera
es decir
lo que el que escribe quiere
y aunque él
el que escribe
el que lo escribe
haya querido
decir otra cosa
es
como si el que escribe
hubiera querido escribir
lo que dice el poema
o sea
lo que él escribe
lo que el que escribe escribe
cuando escribe
el poema que escribe
pero el poema
si lo que escribe el que escribe es un poema
siempre dirá lo que el poema quiera
es decir
lo que el que escribe quiere
y aunque él
el que escribe
el que lo escribe
haya querido
decir otra cosa
es
como si el que escribe
hubiera querido escribir
lo que dice el poema
o sea
lo que él escribe
lo que el que escribe escribe
cuando escribe
el poema que escribe
CRISTINA VALCKE
(Cali-Colombia)
JUGAR AL EQUILIBRIO
Otra vez la guerra:
imposible jugar al equilibrio
sobre los muros,
han sido coronados.
La distancia entre la casa del frente
y ésta,
es miedo;
¿hay que dejarse morir
de enclaustramiento
o arriesgar el corazón?
El agujero podría ser
un círculo perfecto
por donde escapara
la carcajada,
esta mueca del odio
que claudica
todos los días.
Las explosiones
se hacen cotidianas,
dicen que su estrategia
es invulnerable
pero nadie conoce
el laberinto
más allá de mis labios
DANIEL MONTOLY
(Ohio-Estados Unidos)
ELLA BAILA SOLAY ellos me desprendieron la última gota roja del vientre
con estrépitos de balas
en los dientes ensangrentados
llevándoselo con la fuerza espartana de sus uñas.
Su sangre que se hizo carne
de estos muslos temblorosos.
¿A cuál deriva
me arrastrará el consuelo
dedicándome canciones
de signos húmedos
para que no haya perdón
silencio
con alas volubles dentro de sus vidas.
No permitiré que por ingenuidad la lluvia arrase mi dolor lavando las arrugas de los verdugos asesinos de mi útero. Yo seguiré bailando con la soledad en esta plaza con astillas de llovizna clavadas en mis pies desnudos.
DARIO VILLALBA
(Salta-Argentina)
LA SILLA
FRENTE AL MAR
Hace
tiempo otra silla fue vecina de ella
pero ya
no está y frente al mar
ha
quedado sola
Tiene la delicadeza
de una durmiente
Yo veo la
austeridad de sus partes erguirse
cuando en
la abundancia de su alrededor
comienzan
a aletear las sombras
y poco a
poco se va derrumbando el griterío
En su
obstinado esfuerzo por permanecer
de vez en
cuando la brisa
le
inventa pequeñas posibilidades de movimiento
La
costumbre del persistir tal vez esté en los clavos
en la
intensa pasión de la madera
La parca
silueta aguanta la severidad de la luz
el salto
encrespado del agua
la
constante formulación de la rutina
Pasan los
años y sigue quedándose
aunque ya
no esté en varias partes de su entramado
Igual contenida
en su saciada inmovilidad se queda
quizás
porque sabe que no se puede corregir la ausencia
Por las
noches bajo la luna
a ras del
agua una víbora plateada le murmura
La silla
frente al mar parece preguntarse
cómo se
mancha uno de azul
mientras
serena
se queda
sobre la orilla
aprendiendo
lentamente el ahogo
DIANA IRENE BLANCO
(La
Pampa-Argentina)
A PESAR
DE TODO
A pesar
de la mañana turbia que quedará en tus ojos,
del niño
asesinado en tu vientre fecundo,
de lunas
destrozadas,
de nunca
más el sol amarilleando sobre la escuelita de Corrientes
ni las
palomas azules picoteando en las ventanas.
A pesar
de la condena estúpida y cruel de los hombres
(en este
juicio Dios estuvo ausente,
la
soberbia es propiedad exclusiva del género humano).
De
atreverte, mujer, a ser tú misma:
¿por qué
ahogar la piel si era una torre mágica de besos
y la boca
un puente de seda hacia el cielo?
En el
instante de la muerte consumada
(taparán
tus ojos para no cargar
con la
noche tremenda de tu lágrima),
imperdonable,
incomprensiblemente,
cuando
las balas de los hombres busquen tu pecho
donde
madura la leche inocente para tu hijo muerto,
Camila
O´Gorman, solo preguntarás por el amor.
DOLORS ALBEROLA
(Valencia-España)
NOCTURNO
EN LA CIUDAD
La ciudad, lisonjera,
vestía sus murallas y sus parques,
temblaba sus pendones a la luz,
se dejaba tocar en sus barandas
por rojizos geranios. Tú, en cambio
sólo cambiabas versos, maneras de besar,
caricias no inventadas en anteriores horas.
Para poder cubrir el cuerpo que me dabas
al volcarte en mi piel cada segundo,
yo te había prestado una camisa
y, a juego el pantalón que tú trajiste,
como sola bandera que anunciara el amor
más enorme y más pobre de la tierra.
Así, sin más tesoro que tenernos,
cada noche cruzábamos la vida,
reíamos y amábamos, seguros,
porque nada en los sueños tiene un límite.
Yo te amaba y me amabas.
Te habías detenido entre mis brazos
sólo un martes cualquiera.
La ciudad, lisonjera,
vestía sus murallas y sus parques,
temblaba sus pendones a la luz,
se dejaba tocar en sus barandas
por rojizos geranios. Tú, en cambio
sólo cambiabas versos, maneras de besar,
caricias no inventadas en anteriores horas.
Para poder cubrir el cuerpo que me dabas
al volcarte en mi piel cada segundo,
yo te había prestado una camisa
y, a juego el pantalón que tú trajiste,
como sola bandera que anunciara el amor
más enorme y más pobre de la tierra.
Así, sin más tesoro que tenernos,
cada noche cruzábamos la vida,
reíamos y amábamos, seguros,
porque nada en los sueños tiene un límite.
Yo te amaba y me amabas.
Te habías detenido entre mis brazos
sólo un martes cualquiera.
EDMUNDO TORREJÓN JURADO
(Tarija-Bolivia)
TEOTIHUACAN
Excelsitud
de galaxias y de tiempo,
resumidos
en perfecta sinfonía.
¿Quién
impuso el acre don
de los olvidos
a esta
joya gigante de maestría?
Inmensa
gratitud la de los dioses
concediendo
a los hombres
su infinito.
Todo es
nada…nada es todo,
Teotihuacán
en tus entrañas.
Eres
himno al álgebra
del
cosmos.
Elegía
suprema, soberana,
a esa
adusta matemática engarzada,
en el
trono del ritual enaltecido.
Escultura
con lógicas triunfantes
en la
insigne razón
de cálculo y
geometría.
Infinitud
perfecta, silenciosa.
Tu logro
de universo
da a la
roca
la forma del ritual
hacia lo
eterno.
ELSA HUFSCHMID
(Santa
Fe-Argentina)
LUCHA
Si el
destino monstruo,
atrapa
con sus zarpas
tu pobre
vida esperanzada,
no te
entregues.
Siempre
hay un gramo de aire,
tómalo y
empuja,
apoya tus
pies en el mundo,
debajo
hay millones que lo sostienen,
no te
entregues.
Por
ellos, por nosotros, por vos,
no te
entregues.
(Popayán-Colombia)
EL AMANTE
Y en una de esas calles sombrías
el amante inventó la risa y la escritura.
Cuando él te ama
encuentras en el espejo el rostro que buscabas
esa mezcla esplendorosa de un sol de primavera
y el misterio feliz de los amaneceres de la infancia.
Cuando él te ama brotan de tus palabras
los poemas que anhelabas escribir
y te invade el impulso de caminar libre bajo el cielo
como su igual.
Tus pasos desnudos
se entregan al deleite de recorrer la casa
flotando sobre el mundo como con él lo haces
y palpas con minucia
y saboreas con gula
y susurras mensajes tan nuevos y secretos
como los gritos de tu amante en tu cuello de ahorcada.
La soledad es una diosa que te habita feliz cuando él
te ama
y despierta en tu garganta la sed de vino y alegría.
Y escuchas sus canciones mojadas y lluviosas
hundiéndote en la noche como en su cuerpo oscuro
en esa calle larga
desnuda y solitaria
cifrada en el deseo que a él te une.
ERNESTINA ELORRIAGA
(Córdoba-Argentina)
El mantel
de hilo
tenía
bordadas flores azules
palabras
agitado por sus manos
descendía
estremeciendo el aire
las
flores por momento
parecían
quebrarse
quedar desordenadas
los
brazos de mi madre repetían el movimiento
mis ojos
la seguían
el
mantel los brazos
los brazos el mantel
las
palabras
no sé
qué
vientos precipitaron
el
derrumbe de la nada sobre esa mesa.
ESTELA PORTA
(Tucumán-Argentina)
(Tucumán-Argentina)
A CONTRA
MUERTE
con
lentitud de plumas cae el tiempo
no existen movimientos raudos
la pajarera azul está vacía
sólo silba la redondez de su silencio
a contra muerte
en el corazón del círculo
la palabra telaraña espera
atrapar los sueños desplumados
y alar la libertad del verso
su vuelo oculto
no existen movimientos raudos
la pajarera azul está vacía
sólo silba la redondez de su silencio
a contra muerte
en el corazón del círculo
la palabra telaraña espera
atrapar los sueños desplumados
y alar la libertad del verso
su vuelo oculto
EUGENIA CABRAL
(Córdoba-Argentina)
INTERIOR
Nadie me
espere en miércoles ansioso.
Estaré sólidamente a solas
por regiones antidiluviales.
Estaré sólidamente a solas
por regiones antidiluviales.
Iré
dibujando en los huesos de mis pies
las sandalias de caminar hacia la muerte.
las sandalias de caminar hacia la muerte.
Llevo el
semblante sereno y solitario
como un árbol que aguarda en la planicie.
como un árbol que aguarda en la planicie.
FABIANA IGLESIAS
(Málaga-España)
PRESENCIA
Me basta
tu presencia
cuando
todo se disuelve
cuando la
tierra se hunde
y lo que es
se desintegra.
Me basta
tu presencia
cuando
todos ya se han ido,
y a lo
largo del camino
tan sólo
quedan las piedras.
Me basta
tu presencia
cuando la
carne me dice
que ya ha
llegado al límite
de la
total impotencia.
Me basta
tu presencia
en las
manos extendidas,
en los
pasos vacilantes,
en la sed
de una caricia.
Me basta
tu presencia
en la
ciudad y el desierto,
entre
rejas, y en el viento
en el
llanto y en la risa.
Me basta
tu presencia,
aunque
pierda la memoria
aunque
todo me señale
que sólo
queda la ausencia.
Me basta
tu presencia
en el
fondo del olvido,
entre lo
más escondido
de mis
oscuras esperas.
FANNY TRAINER
(Jujuy-Argentina)
MILAGROS
A Milagros Celeste Sotelo*
Los niños
cortan algodón
en el
Chaco, Argentina.
Los niños
comen flores
al Norte
de Santa Fe, Argentina.
La niña
mira nubes
arriba de
los quebrachos blancos,
de los
algarrobos colorados
en donde
callaron ya los cardenales,
los
benteveos y los colibríes,
las
calandrias y los tordos,
también,
los
caranchos con las garzas.
Ellos,
los niños,
comen
flores mientras miran al cielo;
alguna
vez,
un tío
bueno
y de vez
en cuando,
trae un
almuerzo de pan con mortadela.
La niña
levanta su dedo meñique
con
espinas de algodón en las muñecas.
La niña
come flores.
Milagros
es su nombre.
* Cosechadora de 5 años en los algodonales del Norte
de Santa Fe, límite con el Chaco.
FERNANDA AGÜERO
(Salta-Argentina)
ATRAVIESA
LAS HOJAS DEL LIBRO SAGRADO
atraviesa
las hojas del libro sagrado
sus
letras de oro
los
olivos del huerto lloroso y
la tierra
marchita
puede ser
ese pájaro libre
amuleto
sobre el mar rojo
escribe
el génesis sobre el pecho desnudo
y hace
girar el destino sobre el vientre
sobre el
cielo
debajo de sus alas y su nombre
tres
ángeles blancos
tres
cadenas
encallan
en sus ojos
la buscan
la persiguen la silencian
ella
vuela
deshilvanando
ríos
en los
ojos de los súcubos
no
escucha el décimo octavo mandamiento
ni la voz
de su dios sobre el desierto
Lilith ha
inventado de nuevo el Paraíso
FERNANDO BELOTTINI
(Santa
Fe-Argentina)
EL
TODAVÍA DE LA MEMORIA…
La lava llegará.
A las doce y cuarenta y cinco la lava llegará al pueblo.
Al pueblo donde habitan desde antes de las doce y cuarenta y cinco hombres y mujeres.
Falta poco.
Hombres y mujeres comienzan el abandono de los lugares que habitan
Comienzan cargando, en los lugares que pueden, cosas inverosímiles.
Antes que estalle el abandono.
Falta poco.
Cosas inverosímiles, es decir
cargando fotografías y papeles en blanco.
Es decir, lo que pueden.
Hay camiones abarrotados de papeles y fotografías
y carros y alforjas y bolsos.
A la vez, hay alforjas y bolsos y carros
abarrotados en camiones enfilados hacia el este.
Desde donde dicen, quizá estalle el sol mañana
y todos, enfilados, a salvo.
Hacia lo que solo será el sol
y a la vez todos, en el este
dicen a salvo.
Antes el pueblo quedará encendido
y quizá mañana, petrificado.
Muerto quedará antes que petrificado y encendido
y solo será Pueblo Muerto en la memoria
en las fotografías
y en los papeles todavía en blanco.
FERNANDO REYES FRANZANI
(Santiago
de Chile-Chile)
TÍTULO DE
UN TEXTO PEQUEÑITO NO ES LA NADA MISMA
¿Quién
querría una matriushka infinita?
que
adentro, muy adentro de su nada
aparezca
la otra nada, + pequeñita;
y otra al
interior de ésta
aún más
nada, más grande, + infinita,
que ya
nada contenga sino la nada misma
inmensa,
definitiva y riente
como un
olvido de todo, que recuerde
abrirse a
su nada + serena
+
bullente + risueña + nadita?
La he
buscado en todas las esquinas
posibles,
y siempre lo mismo
siempre
ocurre que al abrir su nada,
no hay
nada: la nada misma: (la orquídea cósmica),
la de
antes del inicio, la del después:
la
definitiva.
FERNANDO VASCHETTO
(Santa
Fe-Argentina)
LIBERACIÓN
Hoy
planté un árbol y debajo
estabas
tú, hermano mío
no he
hallado mejor recordatorio
que esta
rugosa placa sin nombre.
Es verdad
que no lo sé a ciencia cierta
pero allí
estabas,
pues los
infames ha mancillado nuestra bendita tierra
con el
ocultamiento de sus hijos.
Es por
eso que hoy planté un árbol sobre tu tumba
habrá
quien diga que no has muerto
y tiene
algo de verdad en sus dichos
pero
hemos visto el rostro de los asesinos
y sus
manos aún manchadas con tu noble sangre
por eso
planté un árbol
para que
tu corazón sea abono del futuro
-tú
sabías que eso sería así ¿lo recuerdas?-
Y sus
raíces te abriguen del olvido
creciendo
fuerte y alto para darte su voz
escribiendo
en el cielo una canción con el viento
que diga
liberación
liberación
liberación.
FLAVIA COSMA
(Bucarest-Rumania)
ARAÑAZOS
SOBRE LA FAZ DEL ESPEJO
Espejo,
espejito,
dime tú
la verdad, la pura verdad,
revelame
misericordiosamente mi destino
ahora que
mi amado yace ahogado
en tus
profundas aguas,
y el
otoño sin fin, enloquecido
se adorna
–nuevamente-
con el
oro del sol.
¿Por qué
este despilfarro real,
cuando
nadie no lo mira, ni lo quiere?
¿Por qué
el muslo agitado, el vino pesado,
cuando la
ley no escrita nos vacía el pensamiento
y el
tiempo villano, cruel,
acecha
impaciente?
¿Por
qué fijé mis ojos en él
si ya
sabía de antemano que todo
lo
que podía darme
era
solamente amargura y deseos?
traduccion de Luis Raúl Calvo
FLORENCIA LO CELSO
(Santa
Fe-Argentina)
la piel
lacerada
se
estremece
abre
sus
demonios
con el
deseo
de un
amante
primerizo;
entretanto
la mano
se
conmueve y
llega
a otras
latitudes
que
sobreviven
al poema.
FRANCISCO ROMANO PÉREZ
(Jujuy-Argentina)
POEMAS
PARA UNA TARDE DE OTOÑO
1-tu piel
frontera
al sur
del otoño
lágrima
desolada
en el
asedio
de la sed
2-sobre
el borde de un rectángulo
con la
sombra
a punto
del incendio
arrebujando
sueños
he visto
estallar la vida
3-por ese
hueco
que duele
caminécon
los pies desnudos
conel
dolor de la ausencia a cuestas
el día se
fue
sin
siquiera mirarme
4-detrás
del tiempo / ansiosa
/ corre la sombra
no puedo
detenerlo / me grita desesperada
espero
y en mi
memoria de otoño
la lloro
FRANK PEREIRA HENNESSEY
(Barranquilla-Colombia)
IRRISORIA
Se
derrama
la noche
en cada
rincón de la lluvia,
igual
que las
corrientes del alba,
y tu piel
en fuga
cubre
la
curvatura de un astro
amarrado
al viento,
para
desnudar
el calor
de tu
rocío
saturado
de labios
que
desviste
la fiebre
colgada de tus muslos.
GABRIEL CHÁVEZ CASAZOLA
(Santa
Cruz de la Sierra-Bolivia)
PATIOS
Los
patios son para la lluvia.
Cuando
ella cae despiertan sus baldosas,
abren
los ojos del tiempo sus aljibes.
Y
entonces los patios cantan.
Un
canto hondo,
en un
idioma arcano
que
hemos olvidado pero que comprendemos
cuando
cae la lluvia sobre los patios
y
volvemos a ser niños que oyen llover.
Bajo la
lluvia todas las cosas son renovadas en los patios
y
cuando escampa el mundo huele a recién hecho, a sábado de Dios, a primavera.
El
canto de los patios en la lluvia borra el dolor del universo y susurra el dolor
del universo
por las
lluvias perdidas, por los patios perdidos, por los cantos perdidos,
por ti
y por mi que bailamos
bajo la
lluvia de Bizancio
arcanas
danzas
con
movimientos hondos e indescifrables
en los
patios de la memoria.
Por ti
y por mi que bailamos
que
llovemos
que
despertamos las estaciones mientras el patio canta
porque
la lluvia es para los patios,
esos
indescifrables.
GABRIEL
IMPAGLIONE
(Sardegna,
Italia)
CODICIA
Diluvio
de óxidos donde barca alguna salve nada
agua roja
de tajo de cañón y de billete
agua roja
para la amapola y los grillos
agua roja
para el niño y la mujer y para el río
sobre
todas las casas y los campos
sobre
cada paloma y cada palmo de ay y de socorro
un
diluvio caliente de óxido con hueso quemado
sobre
tierra dividida sobre manos caidas
colibríes
peces algodón manzanas
sobre
cada refulgencia ahogada en sí misma
sobre
silencio fragmentado y alertas inútiles
sobre las
hojas de los diarios impunes y los impunes
sobre las
huellas en la arena y la hierba de las plazas
un
diluvio caliente de terminante óxido
alzando
vapor de hachas bocas rotas
sobre el
viento de piedra de maquinaria negra
sobre
refugios llantos refugiados
diluvio
caliente de terminante óxido oxidófago
que
completará la nada hasta que polvillo luego
como
larga noche lenta y muerta
se
acumule espeso brutal lleno de
dientes
asfixie
el sueño del humus borre cauces
grietas senderos cada vestigio de la historia
hasta
establecer su gobierno de oquedades
el hueco
de la metáfora destruida..
GINA
ESCOBAR
(Misiones-Argentina)
A SUSANA
TRIMARCO
(Fronteras
entre el amor y la esclavitud)
Te
tatuaron el desamparo en la piel
mientras
corrías por el mundo
(que
nunca creímos posible)
calle
abajo del horror.
Todos los
ojos sin ver miraron
el olvido
de los siglos
las manos
miserables
¡tantas
manos!
Manos
sucias de hombre
desgarrando
ternuras
sepultando
esperanzas
Manos de
la ley injusta
Manos que
escribieron ignominias
Manos que
sellaron respuestas.
Manos
tibias a la tuya saludando
tu
mujería
desempolvando
historias añejas.
Y las
tuyas
sólidas
manos enteras
benditas
manos
que
multiplicaron panes
de los
que no comiste
pero
a muchos… ¡tantos!
nos calmó
por un instante
esta
infinita sed
de justicia
¡Este
hambre!
GIOCONDA
BELLI
(Managua-Nicaragua)
CONSEJOS
PARA LA MUJER FUERTE
Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.
Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodealo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.
Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbados
y el oxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero
Guarda las distancias
Constrúyete. Cuidate
Atesora tu poder
Defiéndelo
Hazlo por ti
Te lo pido en nombre de todas nosotras.
Si eres una mujer fuerte
protégete de las alimañas que querrán
almorzar tu corazón.
Ellas usan todos los disfraces de los carnavales de la tierra:
se visten como culpas, como oportunidades, como precios que hay que pagar.
Te hurgan el alma; meten el barreno de sus miradas o sus llantos
hasta lo más profundo del magma de tu esencia
no para alumbrarse con tu fuego
sino para apagar la pasión
la erudición de tus fantasías.
Si eres una mujer fuerte
tienes que saber que el aire que te nutre
acarrea también parásitos, moscardones,
menudos insectos que buscarán alojarse en tu sangre
y nutrirse de cuanto es sólido y grande en ti.
No pierdas la compasión, pero témele a cuanto conduzca
a negarte la palabra, a esconder quién eres,
lo que te obligue a ablandarte
y te prometa un reino terrestre a cambio
de la sonrisa complaciente.
Si eres una mujer fuerte
prepárate para la batalla:
aprende a estar sola
a dormir en la más absoluta oscuridad sin miedo
a que nadie te tire sogas cuando ruja la tormenta
a nadar contra corriente.
Entrénate en los oficios de la reflexión y el intelecto
Lee, hazte el amor a ti misma, construye tu castillo
rodealo de fosos profundos
pero hazle anchas puertas y ventanas
Es menester que cultives enormes amistades
que quienes te rodean y quieran sepan lo que eres
que te hagas un círculo de hogueras y enciendas en el centro de tu habitación
una estufa siempre ardiente donde se mantenga el hervor de tus sueños.
Si eres una mujer fuerte
protégete con palabras y árboles
e invoca la memoria de mujeres antiguas.
Haz de saber que eres un campo magnético
hacia el que viajarán aullando los clavos herrumbados
y el oxido mortal de todos los naufragios.
Ampara, pero ampárate primero
Guarda las distancias
Constrúyete. Cuidate
Atesora tu poder
Defiéndelo
Hazlo por ti
Te lo pido en nombre de todas nosotras.
GITO MINORE
(CABA-Argentina)
PROPUESTA
Brindo
por el hombre que propone,
por el
minúsculo hombre
que es
mujer nene animal
sujeto
humano de cabo a rabo,
que
propone a pesar de la naturaleza,
el
tiempo, el espacio,
propone,
propone, sin tomar en cuenta
lo ínfimo
de su talento, la suerte guacha,
los
imponderables,
la
tecnología y sus desmanes,
propone,
propone, propone,
a
espaldas de los políticos, los medios,
los
gremialistas, los arribistas,
los
oportunistas,
propone,
propone, propone,
haciendo
caso omiso
a la
estructura del sistema en general,
a todos
sus ismos y abismos.
Brindo
por ese ente invisibilizado
que con
una mirada incendiada,
irreverente
y parricida,
propone,
propone, propone,
desafiando
al reverendo hijo
de tres
vagones de putas de Dios,
a
sabiendas que este y un arsenal
de palos
en la rueda humanos,
sean los
que en definitiva
dispongan.
GRACIELA
MITRE
(Santa
Fe-Argentina)
Suelta
las últimas hiladas
y se aleja
en su
nueva nada no hay quietud
cava
hundiéndose en el fango
de una
lluvia que no cesa.
en tanto
yo braceo
me
enardezco por hallar la otra orilla
y
recomenzar a hilar.
**********
Cuando el
nudo se deshaga
quedarán
a la deriva
serpentearán
como un río nuevo
o tal vez
braceen
ciegos y
sin memoria.
**********
He visto
un río
ahogado
en si mismo
braceando
desolado
en la
grumosa
sombra
del agua
buscando
a ciegas
la
compuerta
por donde
huyen
los
desesperados.
GREGORIO
ECHEVERRÍA
(Santa
Fe-Argentina)
YA NO SER
EL PUÑAL
Las
piedras el escorpión y cada gránulo de arena / en el impávido desierto son
testigos de aquella marcha arrancando / desde el costado herido de un mar / que
aún no era sangre y se partiera al golpe / de mi báculo frente a la adrenalina
de los carros / fui daga lanza espada lastimando con fuego y hambre / las
espaldas del Nilo antes de la promesa y la venganza / luego el ayuno y el maná
y la fiebre de la desesperanza /besando los genitales de oro del becerro y el
pantocrator /
decretando
la diáspora de los cuarenta siglos que al cabo
se han
cumplido y el regreso a la arena infinita y el mismo / mar y los escorpiones y
las piedras / postrados de rodillas ante los genitales del becerro y la furia
del dedo / en la montaña erosionada por los colmillos babeantes.
Yo que
fui el ángel exterminador de esta tierra maldita / por mi apetito y mi egoísmo
/ descubro con espanto
al sonar
las trompetas / que no soy el puñal sino la herida.
HÉCTOR
BERENGUER
(Santa
Fe-Argentina)
CARTA
PARA MICHELA
A veces no hay palabras
para describir una semilla en su vuelo del aire.
Pero hay que intentarlo todo,
como si todo fuera posible,
necesario y para siempre.
En caso contrario : Aprender a morir a cada instante
o vivir como inmortales,con la misma osadía.
Dibujar el sol con palabras amadas
para ayudar a iluminar la oscuridad de la creación.
Como si todo dependiera de nosotros.
Bien sabemos que la vida se hace grande
en lo pequeño y pequeña en lo grande.
Y que lo trágico y lo bello se suceden como partos urgentes.
Vivir nos deja su furia y su ironía.
y esa ternura que al final siempre resiste,
todo lo comprende y lo perdona.
Lo que no tiene remedio y la esperanza,
se unen a nosotros y nos hacen tan frágiles,
tan necesarios.
A veces no hay palabras
para describir una semilla en su vuelo del aire.
Pero hay que intentarlo todo,
como si todo fuera posible,
necesario y para siempre.
En caso contrario : Aprender a morir a cada instante
o vivir como inmortales,con la misma osadía.
Dibujar el sol con palabras amadas
para ayudar a iluminar la oscuridad de la creación.
Como si todo dependiera de nosotros.
Bien sabemos que la vida se hace grande
en lo pequeño y pequeña en lo grande.
Y que lo trágico y lo bello se suceden como partos urgentes.
Vivir nos deja su furia y su ironía.
y esa ternura que al final siempre resiste,
todo lo comprende y lo perdona.
Lo que no tiene remedio y la esperanza,
se unen a nosotros y nos hacen tan frágiles,
tan necesarios.
HERNÁN
SCHILLAGI
(Mendoza-Argentina)
ESLABÓN
DE LUJO
un niño
ayuda a su padre a tender la ropa
juntos
hacen una cadena efímera de manos y palabras
el niño
pregunta y el padre cuelga las dudas
las
aprisiona con los broches para que no se vuelen
para que
sea más fácil luego plancharlas
pero el
niño se queda solo en el patio eleva la cara
contra el
sol así las gotas de las respuestas
golpean
una a una en su cabeza esa piedra llena de poros
olvido y
caricias húmedas de cien por ciento algodón
como si
una fina lluvia en mangas de camisa
viniera a
revelarle un deseo que ya conocía
y la
piedra bajo un efecto de erosión inusitada
se abre
para siempre
HERNANDO
GUERRA TOVAR
(Guayabal-Colombia)
ALBEDRÍO
De los
escombros elige el que te guste.
Hay azules cielo despejado,
para aquellos que sueñan paraísos
donde la luz no alcanza.
Hay verdes, como el vientre del bosque,
colmados de hojas y de alas.
Los hay rojos como la sangre
que se vierte en cada guerra, en todo vino.
De los escombros elige el que te guste.
Hay variedad de grises olor a bruma.
El negro escondido en algún lugar de la tiniebla.
El blanco páramo.
El que inventa el calor de la canícula.
Puedes llevar los colores del sol y de la flor,
acaso el lila, el magenta, el rosa.
Puedes llevar los colores de la luna y la semilla,
los oscuros colores de la tierra.
Puedes llevar el amarillo dorado,
como el alba o la tarde,
como fruto maduro,
como ese viento que danza en los trigales.
De los escombros elige el que te guste.
Sólo tú sabes el color de tu miseria.
Hay azules cielo despejado,
para aquellos que sueñan paraísos
donde la luz no alcanza.
Hay verdes, como el vientre del bosque,
colmados de hojas y de alas.
Los hay rojos como la sangre
que se vierte en cada guerra, en todo vino.
De los escombros elige el que te guste.
Hay variedad de grises olor a bruma.
El negro escondido en algún lugar de la tiniebla.
El blanco páramo.
El que inventa el calor de la canícula.
Puedes llevar los colores del sol y de la flor,
acaso el lila, el magenta, el rosa.
Puedes llevar los colores de la luna y la semilla,
los oscuros colores de la tierra.
Puedes llevar el amarillo dorado,
como el alba o la tarde,
como fruto maduro,
como ese viento que danza en los trigales.
De los escombros elige el que te guste.
Sólo tú sabes el color de tu miseria.
HILDA
ANGÉLICA GARCÍA
(Catamarca-Argentina)
La casa era de sueños
cuando
madre regaba los geranios.
El
agua deslizaba por las hojas
sus gotas
transparentes.
El jardín a la
calle
florecía
mientras
ella barría la vereda
con el
aire en su piel, en su cintura.
Iba su escoba
aventando
gorriones
saludando
a las hojas.
La casa era
de sueños
cuando
madre limpiaba las mañanas.
HUGO FRANCISCO RIVELLA
(Salta-Argentina)
EL AMOR
El amor era eso, unos ojos al borde del incendio, un
colibrí de azúcar moliendo tu cintura, tu cuerpo apenas
nítido del verso entre los dedos.
Me dijiste:
He reconocido en ti mis otras vidas. Fui una rosa en la noche, una hechicera de ojos renegridos, los heraldos de bronce de una espada, Tan Triste Como Ella y Onetti
con el pulso de dios en mis entrañas. Me he dejado caer
en este río, en este mar, en esta ciudad de casas repetidas para poder amar lo que no he sido.
El amor era eso, la filigrana de tu lengua en mi espalda,
el tigre que acechaba tu sombra entre los árboles y la voz canturreando una canción secreta.
Te dije que te amé porque era amor la lluvia, las torres de papel que el viento despintaba,
La noche en que los dos supimos que la vida había nacido de este modo.
Cuando recorro el mundo hay un perfume tuyo en mi solapa.
El amor era eso, unos ojos al borde del incendio, un
colibrí de azúcar moliendo tu cintura, tu cuerpo apenas
nítido del verso entre los dedos.
Me dijiste:
He reconocido en ti mis otras vidas. Fui una rosa en la noche, una hechicera de ojos renegridos, los heraldos de bronce de una espada, Tan Triste Como Ella y Onetti
con el pulso de dios en mis entrañas. Me he dejado caer
en este río, en este mar, en esta ciudad de casas repetidas para poder amar lo que no he sido.
El amor era eso, la filigrana de tu lengua en mi espalda,
el tigre que acechaba tu sombra entre los árboles y la voz canturreando una canción secreta.
Te dije que te amé porque era amor la lluvia, las torres de papel que el viento despintaba,
La noche en que los dos supimos que la vida había nacido de este modo.
Cuando recorro el mundo hay un perfume tuyo en mi solapa.
HUGO TOSCADARAY
(Buenos
Aires-Argentina)
TALLER DE
MADRUGADA
La poesía
es una catedral morada por lobos,
erigida
en el desierto, entre el abismo y la furia.
Es el ojo
bestial que atraviesa templos y mercados.
Es en
éste orden: atalaya, usina y alambique.
La poesía
es la quinta pata de todas las cosas.
Tiene
largas piernas de watussi con las que recorre, inagotable,
las
cornisas del planeta.
Tiene
lengua de dragón, para palpar -aún en la más grande oscuridad-
la miel
en la boca de la sunamita.
Pero
tiene también un rumor oceánico para hundir cárcel o neblina
u otras
dictaduras.
La poesía
es el oso polar que alienta el blanco.
Es un
caballo de alcohol, que cruza –infatigable- por un país de zinc.
La poesía
es la quinta pata de todas las cosas.
ILDIKO NASSR
(Jujuy-Argentina)
SEI
SHONAGON
sei
shonagon vivió en japón en el siglo X
emily dickinson vivió en estados unidos en el siglo XX
ildiko nassr vivió en argentina después del golpe de estado
más sangriento de la historia de su país
nunca escribió un gran poema como shonagon o dickinson
pero la poesía le mostró su piel una noche de amor
y jujuy le brindó un banquete de imágenes mágicas
emily dickinson vivió en estados unidos en el siglo XX
ildiko nassr vivió en argentina después del golpe de estado
más sangriento de la historia de su país
nunca escribió un gran poema como shonagon o dickinson
pero la poesía le mostró su piel una noche de amor
y jujuy le brindó un banquete de imágenes mágicas
INÉS LEGARRETA
(CABA-Argentina)
SUEÑO XI
Emanaba
una luz tranquilizadora, como cuando un niño juega en la plaza, se aleja un
poco de la madre, empieza a sentirse perdido entre la gente, pero levanta la
vista y la ve. Así que yo andaba entre escombros sabiendo del amor. Entonces
aparecieron tres poetas, entraron en la casa, no había engaño ni maquillaje y
yo me dije: "¡Dios mío, mis sueños se llenan de poetas!". Usé ese
verbo: llenar. Ellos y yo, vaya a saber quién puede a quién, somos un agujero
por donde entran las palabras que no sirven ni tienen fin.
IRMA DROZ
(Córdoba-Argentina)
“AMÉRICA
MADRE”
Aquí
estabas, antigua y silenciosa...
Serena en
tu selva milenaria.
Fecunda
en tus ríos y tu suelo.
Virgen de
invasores y de agravios,
preñada
de frutos y de pájaros...
Aquí
estabas con tus hijos:
unos
salvajes, otros mansos.
Salvajes
como tus montes,
o mansos
como tus pampas;
pero
tuyos y morenos,
como tu
piel, como tu entraña...
Y
llegaron los otros,
los hijos
de lejanas madres.
Madres
también antiguas,
pero
dolidas... despojadas...
Violadas
por ambiciones desmedidas.
Y así
llegaron ellos, salvajes y ambiciosos.
Tal vez
algunos mansos ... , pero pocos.
Aquí
estabas, mi América Madre,
silenciosa
y dispuesta...
Por eso
te arrasaron, violaron tu entraña.
Y tus
hijos morenos murieron o mataron,
(unos
salvajes, otros mansos ... )
Por eso
me dueles, mi tierra morena
de brazos
abiertos, hoy crucificados
en este
nuevo Gólgota de la violencia cotidiana,
clamando
otra vez al Padre, para decir como entonces:
“¡
Perdónalos, Señor, porque no saben lo que hacen !”.
ISABELLA DE JESÚS
(Guadalajara-México)
ESENCIA
A veces considero que los poemas no aroman
pero fraguan suspiros
los poemas no cantan pero tejen mareas
los poemas no cortan y sin embargo hienden
hacen sangrías insomnian
ranuran a amanezcas
ponen alto en el alma
uno piensa a menudo que
los poemas no obedecen a un bando
pero arremeten en oleadas
desaparecen los silencios y
tormentean la guerra
donde el menesteroso de la vida
gracias a sus disparos se agiganta
puede que los poemas no naden
se ahoguen de a ratitos
con la sal del que escribe
cuando su mar se cae
los poemas que atrapo
me desnudan con faros y no aroman no cantan
van sin filo maduro sin pancartas
rara vez son guerreros
no saben de braceo
nacivuelan extraños desde una vieja
región de tierra adentro
donde los ríos humectan
y las anclas son alas.
(Gotemburgo-Suecia)
COLOQUIO
Que haces?
- Atisbo las formas de tu fervor
¤ Me embelesa
- Te vuelo, aleteo, me vuelo, en el arrecife de tu nuca pájaro en celo soy
¤ Álzame hasta la cima de tu boca volcánica, vuélame los sentidos
- Te acaricio, en el pulso de tu piel palpitan mis ríos, estallido soy
¤ Pálpame, humedéceme, inúndame, viril oleaje
Que haces?
- Atisbo las formas de tu fervor
¤ Me embelesa
- Te vuelo, aleteo, me vuelo, en el arrecife de tu nuca pájaro en celo soy
¤ Álzame hasta la cima de tu boca volcánica, vuélame los sentidos
- Te acaricio, en el pulso de tu piel palpitan mis ríos, estallido soy
¤ Pálpame, humedéceme, inúndame, viril oleaje
- Te
olfateo bestial, te inhalo musa, en el éxtasis de tu salvaje abismo respiro
¤ Consúmeme, desátame, trastórname, has de mi la loca peregrina, en tu humo rapsodia soy
- Acumulo tus muslos, tus caderas, en los deseos ascendentes de tus plexos, trepándote voy.
¤ Embísteme alevoso, habítame, árdeme la geografía
¤ Consúmeme, desátame, trastórname, has de mi la loca peregrina, en tu humo rapsodia soy
- Acumulo tus muslos, tus caderas, en los deseos ascendentes de tus plexos, trepándote voy.
¤ Embísteme alevoso, habítame, árdeme la geografía
- Lamo
las cumbres erectas de tus senos, me embriago en el fuego de tu oceánico
ombligo, de tu aguaje bebo, me bebo.
¤ Soy tu alcohol, en la urgencia de la sangre voy, colmando los surcos de tu lengua, la gota insurrecta soy
- Penetro tu boca, tu mirada, tú salar, tú abismo...
¤ No te detengas.
- Consumiéndote voy, en la suma carnal se pronuncian los Caifanes, nos celebran en el candente ritual.
¤ Así... Así, solo así.
¤ Soy tu alcohol, en la urgencia de la sangre voy, colmando los surcos de tu lengua, la gota insurrecta soy
- Penetro tu boca, tu mirada, tú salar, tú abismo...
¤ No te detengas.
- Consumiéndote voy, en la suma carnal se pronuncian los Caifanes, nos celebran en el candente ritual.
¤ Así... Así, solo así.
JENIFFER MOORE
(Miami-Estados
Unidos)
PAN DE
SILENCIOS
Amasa,
amasa, el panadero amasa,
se ha
despertado antes que natura,
prepara
enseres, desparrama harina
en medio
de la ronda urge
hilo de
agua, manantial cayendo:
Es el
amor mezclándose en el día.
Oye voces
de niños que desde el vientre piden
un
pajarillo blanco.
Tiznada
la nariz como el sombrero
alisa sin
apuro ilusiones de cuna,
el horno
está llamando a los aromas,
vaivén de
brazo en firme regocijo.
¡Ay, ese
pan de silencios y el amor en las manos!
Cruje el
día en la boca y en el aire el perfume
del
molino y la espiga.
JENNY LONDOÑO
(Quito-Ecuador)
DESPIDIENDO
LOS TRINOS
Destierro
involuntario, la maldición caínica.
El hacer
de maletas se adelanta a la fuga.
Adiós al
barrio viejo de portales vencidos
y a la
casa olorosa a mamey y a naranjas.
Adiós a
los paseos nocturnos por el puerto,
y a las
carreras locas persiguiendo una rana,
con el
sabor meloso de piñas y papayas,
chorreándose
en las manos de mi infancia.
Adiós al
malecón, espejo de la luna,
que
salpicó mi rostro de sal y de cigarras.
Hoy
empieza el destierro y el alma está de luto.
Hay algo
que se muere y no tiene mortaja.
JORGE ARIEL MADRAZO
(Buenos
Aires-Argentina)
JURAN los
malpensados
que ella
flamea
alas y no
brazos
nada
ortodoxas alas
es verdad
pero de
tal levísima sustancia
que al
correr a estrechar
con
dulzura a mi amiga y
rogarle:
“Ven, breve mensajera
de la
delicadeza”
tintinea
ella sus manitas
-¿sus
alas, acaso?- y
se eleva
hasta
disolverse más luego en
la
niebla.
Jamás
diré cuánto la extraño.
Desorientado
en la
alta noche
ya no sé
qué es
peor:
si oir
que no me ama
o saber
que ahora
pertenece
al aire.
JORGE FERNANDO LANDÓ
(Buenos
Aires-Argentina)
“¿por qué se me vendrá todo el amor de golpe”
cuando
tu voz se pierde?
Destino
de mi grito
¿Por
qué si ya no suenan las campanas
con
badajos de uva
se
sigue atormentando
este
amor de silencio?
¿Por
qué evoco tu piel en la isla de mi espera?
y
ni siquiera logro apresar tu figura
desleída
en el humo
¿Por
qué te sueño y te toco en mi sueño?
y
palpo la memoria de tu boca
hasta
chocar los dientes
y
pronuncio salmos de sal y de laurel
para
convocar a la mañana
para
verte llegar con tu sol a cuestas
a
iluminar mis manos
Entonces
ese amor que se vino de golpe
se
queda
se
queda.
JORGE
VINITZKY
(Montevideo-Uruguay)
DONDE NACE EL SOL
A veces temo
no madrugar lo suficiente
para correr hasta aquel roquedal,
al Este de mi infancia,
donde viví mi primer amanecer.
Me dijeron, contundentes,
como una sentencia:
“Aquí nace el sol de la patria”
Y son palabras que pierden peso
cuando no existe
la idea de pertenencia,
en caminantes poetas.
El sol sale. Sin fronteras…
Y repite la maravilla del universo,
para que el niño reciba
su bautismo astral.
Volveré al Este final.
Límite impuesto
por aquel ensueño del alba.
A mis ganas de abrir nuevamente
los brazos,
frente al disco fulgurante
brillando, como fuego ancestral.
Arcano.
Indomable.
Madrugaré sobre la costa
que aún susurra a mis oídos la historia.
Lo haré como comunión.
Como confirmación de la memoria.
JOTAELE
ANDRADE
(Buenos Aires-Argentina)
BIOGRAFÍA
es la noche y varias polillas rondan la
lámpara del cuarto
hace un calor sucio y extenuante
enciendo un cigarro y tiemblan mis
pulmones
a medida que la noche pasa
las polillas asedian la luz
pienso en un baño y en alguien que me ha
soñado
en piedras arrejuntadas donde la mar
insista en su vaivén
en estas horas que pasan con un
parentesco de moscas
sobre mi carne
a medida que la lámpara se recalienta
las polillas se chamuscan
aletean espasmódicas
caen sin gracia
con más o menos detalles puede ser la
biografía
de cualquier vida
JULIO
CARABELLI
(Tucumán-Argentina)
EROSION
Explotaba la selva
su follaje
y los animales se multiplicaban.
De pronto solpló el viento
la erosión
desdibujó las plantas
sorbió las osamentas
se llevó un extremo de la isla
el cuerno faltante del rinoceronte
y las huellas de los grandes árboles.
Yo estaba allí, mirando estupefacto
cómo mis ojos buscaban mi cuerpo.
JULIO
RICARDO ESTEFAN
(Córdoba-Argentina)
CANCIÓN LUNAR
No sólo causa penas ese disco ambarino
que pone en mi café una pieza de plata
a veces trae la risa, la locura, el
milagro,
el recuerdo, el desvelo, la nostalgia y
tus ojos.
Somos tantos insomnes buceando la
penumbra
—cada uno está solo sin bastarse a sí
mismo—
como peces hambrientos, como soles sin
brillo,
como quietos montículos de tierra y de
agua.
Hoy tengo un rayo nuevo que atraviesa mi
frente
no hay nubes esta noche de plenilunio
errante
miro por la ventana los últimos
vestigios
de la ciudad que duerme con increíble
calma.
KARLA
SANCHEZ BARRETO
(León-Nicaragua)
ACUARELA
A veces el murmullo tempranero del
chagüite atempera el discurso del silencio, que dice frases largas.
Reveladoras. En ocasiones, es un muro dando volteretas en el aire y la escalera
de palabras escurre la gota de los pájaros que imperan. También brota sin razón
un chorro interior cuya fuerza dibuja un celaje de intensos naranjas envueltos
por el rayo diáfano de sol.
LAURA
BERMÚDEZ de TESOLÍN
(Santa Fe-Argentina)
VENECIA
Venecia qué decirte si como una novia
enamorada
el corazón se acelera con tan solo
recordarte!
Eres tan bella!
que miles de pintores han sabido
perpetuarte,
en su arrobada bohemia duermen ya su
sueño eterno
Y despiertan al alba sobre telas del
diseño.
Gondoleros pregonando sus viajecitos
románticos.
Una joven se da prisa toda vestida de
blanco y le roban
en el último suspiro un beso debajo del
viejo Puente.
Despiértame o déjame seguir soñando.
En tus ojos de agua has visto erigirse
grandes imperios
seducidos como yo han dejado su impronta
para que luzcas juventud eterna.
Despiértame con el carnaval de tu risa
detrás de mi máscara oculto el dolor
impiadoso
de tu inocente belleza, bella Venezia o
Venecia
Déjame mejor seguir soñando.
Si San Marco me despierta con su tañir
de campanas
quiero despertar en medio de tus aguas
para contemplarte
desde el puente Rialto y arrojarte un
último beso.
LAURA
YASÁN
(CABA-Argentina)
NOTICIAS DE MI VIDA
si alguien pregunta estoy en la frontera
pruebo los documentos de un cadáver
que amontona ladrillos en el patio de
atrás
sus medallitas clavadas a la lengua
horas memorizando las fallas del terreno
un idioma en desuso y ahora es miedo
la manera más pura de medir
si alguien pregunta necesito analgésicos
algo para aguantar el clima extremo
sigo tratando de escapar
cavando un túnel con una cucharita
demorada en la red de un policial
donde cae la noche y los forenses mienten
LEANDRO
MANUEL CALLE
(Córdoba-Argentina)
Germán
es pintor.
Me dijo que
nunca se aburrió
que siempre pinta
que le gusta viajar
que se hace diálisis
3 veces por semana
Me regaló un cuadro
que colgué directamente
de mi lengua
para no quejarme más.
LEONOR
MAUVECIN
(Córdoba-Argentina)
PALOMAS DE HARINA
Le
doy forma y me creo Dios
Glauce
Baldovin
Mis manos son palomas de
harina cuando amasan.
Vuelan sobre la mesa, dibujan un nido
pongo allí los huevos, y la blancura
acuna el sol y la vida, como una moneda
dorada.
Estiro la masa, hundo las manos en ella
le
doy forma y me creo Dios.
Un perfume a monte ahúma la tarde.
Un olorcito a pan
invade
la casa.
Entonces
como un aroma suave, me consuela
el
olvido.
LIANA
FRIEDRICH
(Córdoba-Argentina)
HAIKUS DESDE EL EXILIO
(fragmento)
Agonizante,
la tarde en el ocaso
de la esperanza.
Desvelo inútil:
aguardar el regreso
del Paraíso.
Llanto de estrellas…
Se derrumba la noche
sobre la tierra.
Torpe vuelo:
mariposa nocturna
de alas lisiadas.
Un gorrión
se estremece en el hueco
de mi letargo...
Viniste a mí
tan silenciosamente,
en puntas de pie.
Y es el olvido
el más largo camino
que nos separa.
(Buenos
Aires-Argentina)
HOMBRE
QUE SUBE LA ESCALERA EN UN TEJADO
La
dulzura del cansancio de otro día sin un Dios que bajara de una vez y decidiera mostrarse en alguna parte,
aunque
sea en una iglesia o un prostíbulo.
Florecían
esas
cosas secas y distantes que decíamos, escrituras, en voz baja.
Al mundo
le hicieron un lavado de cerebro hasta el fondo gris de las neuronas,
vestidos
de novia, de comunión, de tumba,
Se
acabaron las noches estrelladas con radiaciones,
A las
flores les crecieron mandíbulas y colmillos,
se
aplastaron lágrimas de pobres ojos que confían en la vista, y hasta hacen
mediciones, cálculos,
ínfimos.
Cualquiera
se
sostiene
en lo
invisible.
LORENNE BENITEZ
(Posadas-Misiones)
EL ACOMPAÑANTE
Ya no
chillo
los
relucientes
e
inmensos abismos
el
acompañante
contaba
la liviandad
de su
cargamento
acostumbrado
a la
utilidad voluble
de
caminar ciruja
sentado
tambaleaba,
latente y
laxo
el lastre
del veneno
tarántula
tardío
herejía
de la “Justicia”
ya no
chillo
los
relucientes
e
inmensos abismos
ando
arbitrariedad
agonizando
andamios
anemias,amputaciones
y anestesias
LUCIA CARMONA
(La
Rioja-Argentina)
Desde el
fuego
y a
través del poniente
hasta tu
pecho,
hasta tu
boca,
hasta tu sombra
para
enfrentar de nuevo
la jauría
del número eterno.
El nucleo
de tu risa
se pierde
en las montañas,
la paz de
mis rodillas
se postra
en sus laderas
y le doy
vuelta al cielo,
cuelgo de
las raíces
como si
el universo
se
incendiara.
Ya no hay
quien nos separe,
el
infinito corazón
se ha
celebrado.
LUCÍA ESTRADA
(Colombia)
LA NOCHE EN EL ESPEJO
El aire
se abrió lentamente con el sonido
de las campanas, y en los cuartos,
cada cosa ocupó su lugar y su nombre,
revelando de las palabras
su extraño alfabeto.
Entonces todo era posible
bajo esa luz de invierno que dibujó tu rostro.
¿Quién habita en esta tierra
precedida por el ángel?
¿Quién dispuso los vasos
en los que beberíamos el fervor de una pregunta?
Señalaste tras la ventana un jardín cerrado,
y en él un estanque vacío esperando por mis ojos.
Era preciso mirarlo con atención
antes que se diluyera en la penumbra.
Estábamos inmersos en el paisaje,
y las voces del jardín venían desde adentro,
y las formas encontraban entre sí su correspondencia.
Algo dijiste del vacío, y a lo lejos,
la fuente brilló en su propia oscuridad.
Esto es lo que soñamos. Hundirnos en la transparencia
y en el movimiento de la luz. Ella recorre
paciente lo que para nosotros
había perdido su misterio. Aquí están
todas las cosas recién descubiertas,
y el mundo, cada vez más liviano,
cada vez más pleno de sí mismo,
cada vez más verdadero.
Puedo escuchar el rumor de las puertas que se abren
para conducirnos a otro silencio,
y cómo cavamos en él
aunque las cuerdas de la voz
se hayan debilitado.
El estanque se cubrirá de agua.
Puedo presentirla.
Es oscura y asciende hasta tus ojos
llenándote de extrañeza.
Pero delante de ti,
nada perderá su claridad.
Deja que tu corazón entable cercanía con la muerte,
que allí también encontrarás
presencias luminosas.
Será entonces como si nunca
te hubieras apartado del camino:
“El resistir lo es todo”.
LUCRECIA COSCIOde las campanas, y en los cuartos,
cada cosa ocupó su lugar y su nombre,
revelando de las palabras
su extraño alfabeto.
Entonces todo era posible
bajo esa luz de invierno que dibujó tu rostro.
¿Quién habita en esta tierra
precedida por el ángel?
¿Quién dispuso los vasos
en los que beberíamos el fervor de una pregunta?
Señalaste tras la ventana un jardín cerrado,
y en él un estanque vacío esperando por mis ojos.
Era preciso mirarlo con atención
antes que se diluyera en la penumbra.
Estábamos inmersos en el paisaje,
y las voces del jardín venían desde adentro,
y las formas encontraban entre sí su correspondencia.
Algo dijiste del vacío, y a lo lejos,
la fuente brilló en su propia oscuridad.
Esto es lo que soñamos. Hundirnos en la transparencia
y en el movimiento de la luz. Ella recorre
paciente lo que para nosotros
había perdido su misterio. Aquí están
todas las cosas recién descubiertas,
y el mundo, cada vez más liviano,
cada vez más pleno de sí mismo,
cada vez más verdadero.
Puedo escuchar el rumor de las puertas que se abren
para conducirnos a otro silencio,
y cómo cavamos en él
aunque las cuerdas de la voz
se hayan debilitado.
El estanque se cubrirá de agua.
Puedo presentirla.
Es oscura y asciende hasta tus ojos
llenándote de extrañeza.
Pero delante de ti,
nada perderá su claridad.
Deja que tu corazón entable cercanía con la muerte,
que allí también encontrarás
presencias luminosas.
Será entonces como si nunca
te hubieras apartado del camino:
“El resistir lo es todo”.
(Salta-Argentina)
SUBSISTEMA ESCOLAR
Cualquier cabello
que intente crecer
sobre los ojos
detrás de la oreja
que desborde los límites
y se atreva a descender por el cuello
hacia la espalda o el ombligo
puede llegar al pubis
por lo tanto:
Será cortado.
LUISA FERNANDA TRUJILLO AMAYA
(Bogotá-Colombia)
PUNTO
CIEGO
Que
se agite el pañuelo en la distancia
hasta
verlo convertido punto ciego
en el
recuerdo
Que
las hormigas detengan su andar
y
estacionadas a la orilla de la madriguera
cuenten
sus patas perdidas al restar camino
Que
este olor a calle
a
mendicidad escarbando la basura
abandone
su parada orgánica
deje
de alimentar el hambre
de
agujerear escombros
de
desdoblar papeles
en
busca de señales
Que
el granizo acabe y cese de estrellarse
contra
las aceras
Que
lo marchito de la flor se hunda de una buena vez
en el
agua estancada de las alcantarillas
a ver
si la agonía de los pies deja su peregrinaje
y
acaba con la jerigonza de los pasos
por las
avenidas
MAIRYM CRUZ BERNAL
(San
Juan-Puerto Rico)
PERO QUÉ
SABRÁ LA VIDA DEL TIEMPO
Qué sabrá
la mirada del paisaje
Qué
sabrán las palabras de la voz
Qué sabrá
la tinta de la pluma
Qué sabrá
la célula del hijo
Qué sabrá
la verdad de su ficción
Qué
sabrán las líneas de la página
Qué sabrá
el amor del amante
Qué sabrá
la enfermedad del cuerpo
Qué
sabrás tú de mí
Qué sabrá
el otro de mi Yo
Qué sabrá
el badajo de la campana
la luz de la lámpara
el mantel de la mesa
la lengua del sabor
Qué sabrá
el planeta de mi existencia
una pierna de un pie
la mano derecha de la izquierda
Qué sabrá
el puente del agua
el sueño del insomnio
el payaso de la lágrima
Qué
sabrán los arpegios de la música
Si nada
es congruente con nada
Qué sabrá
Dios si existe
MANÉ CASTRO VIDELA
(CABA-Argentina)
DUELE
Duele el
verbo raíz
de los
muertos nuestros
los de
todos
Duele en
lo oculto
en el
juego del espejo
del cielo
y de la tierra,
en la
cercanía de la burla,
el
desprecio y la cobardía.
Duele en
lo carente de la distancia,
de lo
indiferente.
Y
mientras tu palabra mienta,
no guarda
ni ayuda,
ni
tampoco aclara
el
sentido de ser.
Tan solo
ensangrienta.
Los ojos
encendidos
apagan
las risas
de
promesas incumplidas.
Arden las
heridas y las pústulas
en el
cuerpo de barro.
Duele y
aún resiste
en la
historia.
al dolor
rancio,
a la
mugre
y a la
traición
La voz
rompe en llanto,
quiebra
el silencio
la muerte
y el espanto.
Acaecen a
estas horas,
de estos
tiempos
en que la
codicia
zanja
surcos de avaricia
en la
sangre de tus venas.
Los ojos
estallan de furia,
y en su
esencia
sola y
desnuda
reconoce
olores
extraviados,
desesperados, perdidos
y el
peligro.
Desfallecida
se
despliega y tropieza
cae
rodando en la penuria
Ahogada
entre
estrecheces y vacíos,
la muerte
golpea.
Callada y
quieta,
sus manos
la sostienen,
se abriga
en ella
se
desliza
en el
inmenso sufrimiento.
Se
desgarra y avanza
y en la
esencia del dolor, se oculta
Crece
crece en
la pobreza
y en la
montaña de su ser
se
proclama
en su voz
más alta:
liberada
MARCELO LEITES
(Entre
Ríos-Argentina)
HONGOS
II
Espero
que vengas luminosa
mientras la semana se te pega la cuerpo
y el vapor de la ducha inaugura otra
perspectiva.
Entonces pienso si los niños
tienen cabida en este mundo
o si sólo son el persistente espejismo
de la continuidad.
Escucho el ruido de agua que cae
sobre tu pelo
y sé que tuviste acceso
al único instante de placer
de la jornada.
mientras la semana se te pega la cuerpo
y el vapor de la ducha inaugura otra
perspectiva.
Entonces pienso si los niños
tienen cabida en este mundo
o si sólo son el persistente espejismo
de la continuidad.
Escucho el ruido de agua que cae
sobre tu pelo
y sé que tuviste acceso
al único instante de placer
de la jornada.
MARCELO PARISI
(Santa
Fe-Argentina)
INGRATO
Sucio,
oscuro ser,
desleal
Mal
necesario, para que los dioses existan
Traidor,
abundante
en egoísmo
Ladrón al
fin
que nadie
te llame perro, porque no tienes nobleza
que nadie
te llame bestia, porque no tienes bondad
que te
llamen por tu nombre para que no le afectes a nadie
Que
suceda
que no
disfrutes de las risas de tu semejantes
Que
ocurra
en tu
camino… ningún verde y nada de flores lo pulan
Que seas
incomprendido
que
tengas muchos bienes…pero que nunca te alcancen
Que yo te
olvide pronto, que nadie te recuerde
Pero, que
diez minutos antes de tu hora, te vuelvas bueno…
y que
Dios no exista,
así nadie
te perdona
(Chihuahua-México)
MUJER QUE
TREPA AL ARBOL DE LA NADA
Me he
sentado a escribir, pero la pluma se queda inmóvil en mi mano frente a la hoja
en blanco.
Adentro
de mí los pensamientos parecen huir.
Allá
enfrente un gato rayado trepa por el eucalipto seco del jardín y ya arriba se
queda quieto.
Así estoy
ahora yo, en la copa del árbol de la nada, mirando ramas secas y hojarascas en
el piso.
Es el
verano, la lluvia nos ha abandonado.
Soy igual
que ese gato: estoy en la copa del árbol de la nada, sin conseguir regresar a
la hoja de papel en blanco, que me espera...
MARIA ALEJANDRA TIRABOSCHI
(Santa
Fe-Argentina)
RESCATE…
Cuando el
tiempo empieza a azular desesperanzas,
está tu
voz, hija y me rescata.
Cuando
empieza a creer que hay que desdibujar mapas
me
riega tu mirada
y
organiza parcelas y me acomoda el alma.
Cuando
teorizo sobre soledades
y hablo
baratamente de la nada,
viene tu
mano y al rozarme me llama.
Cuando
estoy y no estoy
borrando
tardes y tempranas mañanas,
te me
asomas entera con la sonrisa amplia.
Entonces
le junto a la vida las palabras
para
jugar con vos
y sin
apuro, porque el tiempo pasa.
MARIA BEATRIZ BOLSI
(Santa
Fe-Argentina)
ESA MUJER
QUE ESCRIBE
Inclinada
sobre el
escritorio
percibo
una mujer
entre
papeles.
Un aire
de silencio
la
circunda.
No la
sobresaltan las voces
cotidianas.
Ella
guarda voces
más
antiguas
ecos en
la marea de sus días
escalofrío
de algún
dolor
entre un
siempre
y hasta
nunca.
Unidos al
papel
los ojos
y las manos.
Escribe
con
brasas
de su
memoria
para
perpetuar lo que no dura.
Se hizo
noche en el cuarto.
Ella
seguirá
escribiendo
hasta que
también
se haga
noche en su vida.
MARIA ESTER CHAPP
(Buenos
Aires-Argentina)
VÉRTIGO
AZUL
el alma
teje en el cuerpo
un tapiz
con hilitos de luz
veloces
hebras blanquecinas
casi agua
fresca
el
vidente ve en el laúd
agua
fresca corre entre las piedras
el
cuerpo este cuerpo tiembla
los
huesos te amarran a la costa
la coronilla duele
un ave
escribe alguien le dicta
desde el espacio
vuela
hacia el líquido
con tintas de colores
dibuja
señales
en las manos
ángeles tejen
con tu cabellera
ritos del vértigo azul
tejen y
tejen
con tu respiración
los
secretos telares
del mundo
MARIA ISABEL BUGNON
(Santa
Fe-Argentina)
PALOMAS
Las
palomas /
estrujan
a la tarde/
entre sus
alas/
Llevan en
sus picos/
los besos
/
que nunca
te di/
En el
ocaso tatuado/
de
caricias /
se duerme
la luna/
El
universo /
se saco
la venda/
Un mar de
palabras /
sin
respuestas/
se
deslizan hacia /
el
infinito azul/.
MARÍA JOSÉ VIDAL PRADO
(Galicia-España)
DUDA
En el fondo del corazón siempre habita una duda.
Ella analiza las pasiones,
firma las sentencias de muerte.
Calla en tiempo de fiesta,
sabe esperar.
En el fondo del corazón siempre habita una duda,
una duda que nos deja muy solos,
una duda que nos hace escribir
en medio de la noche,
una duda implacable.
Quisiéramos dudar de ella,
pero ella siempre sabe más,
como si hubiera vivido todo antes,
como si ya.
MARÍA LYDA CANOSO
(Santa
Fe-Argentina)
LO SIMÉTRICO
What immortal hand or eye
Could frame thy fearful symmetry?
Could frame thy fearful symmetry?
William Blake
suave el
barco se desliza chupado por el trópico
látigo
mágico calor atlántico y va y va
y va
corta el agua tajo lento de cuchilla de cocina
hacia
ambos lados la niña tose que se le parte la cabeza
flores le
brotan blancas en las sienes
es
así alguien que dice en otro lado la cala es como la muerte
sinuosa lugares húmedos verdín que trepa dificultando el accionar
de jardineros dice
mirando hacia el otro lado
el barco
se desliza casi al ras del agua
trópico
mágico látigo que azota el mar
atlántico
y va y va
y va
destino
determinado por según desde dónde se lo mire
en la
estela nocturna todo el tiempo se
escriben
parlamentos
que los peces no entienden
MARÍA ROSA LOJO
(Buenos
Aires-Argentina)
FRAGILIDAD
DE LOS VAMPIROS
Algunas
veces cazamos vampiros. No son repulsivos ni malvados como cuentan las leyendas
y predican las moralejas. Tampoco asumen formas humanas ni muerden el cuello de
las mujeres hermosas para darles un placer que humilla a todos los varones
mortales. No parecen fuertes y no besan con labios ni atacan con colmillos. Al
contrario, son delicados como telas de araña y pequeños como luciérnagas.
Para
atraparlos hay que esperar desnudos en la oscuridad y adelantar al vacío una
red pálida y furiosa. El blanco de la piel o de los ojos o de los dientes, las
reverberaciones lunares de la red, los marean. El olor del cuerpo sin ropas los
conduce, la fantasía del cazador los abraza con ardiente silencio. Es fácil
entonces asirlos entre las yemas de los dedos para devorarlos o encerrarlos en
frascos transparentes. Algunos los esconden entre los vellos del pubis, otros
los disuelven en jugo de adormideras para que el significado de sus sueños
exceda la miseria de los días que mueren.
Otros se
vuelven vampiros también ellos: criaturas de belleza incomprensible, víctimas
de los nuevos cazadores que aguardan, los cuerpos irradiantes como lámparas.
MARÍA TERESA ANDRUETTO
(Córdoba-Argentina)
HOSTERÍA
EN LAS SIERRAS
Tras la
ventana del hotel caen las hojas amarillas,
flotan
semimuertas sobre el agua de la piscina,
como en
un cuento de Cheever. En la memoria
alguien
arrastra una silla hacia el agua sucia,
sin
embargo es de oro esta luz y ella sabe que puede
no verla
más. Cuando era chica quería ser pianista.
Iba con
otra de la mano, iba con El clave bien temperado bajo el brazo, hacia una casa
de la calle Francia.
Saludaba
camino del conservatorio a los vecinos,
pensando
que su música era para esa gente.
Alguna
vez tocaré preludios en un teatro, se decía,
y
aplaudirán los vecinos, la buena gente
del
pueblo.
Historia de vida suya, pero remota.
Más tarde
quiso ser como la puta de Fassbinder,
ésa que
hacía feliz a todo el mundo. No la maldita,
no la
estrella incandescente, no la artista consumida,
sino la
monja de clausura, la que alivia al peregrino,
la que no
le quita a nadie nada. No hay distancia
entre lo
íntimo y lo público, las calamidades
históricas
convergen con las privadas. La buena
gente
asesina a los débiles y mantener abierta
la herida
es la única esperanza.
Historia
de vida remota, pero suya.
Cuando
escribe en la noche, crece el murmullo
de tantos
y tantos que vienen llegando, un torrente
que
avanza y se dilata, que grita Go Home,
Go Home,
necesito un lugar en el mundo. ¡Y ella
que no
quería quitarle a nadie nada!
MARIANA VACS
(Santa
Fe-Argentina)
MÁSCARA
Hoy, al
levantarme,
me puse
esta máscara de niña.
Oculta mi
cara del rumor del agua
y de la
esfinge que vigila el camino.
No es que
quiera negar quién soy.
El
problema
no es a
quién le digo,
sino
quién se entera.
(Valparaíso-Chile)
LLEGAS
Hueles a
lluvia,
a lamento
bajo las piedras,
a
silencio ancestral.
Me miras
solamente
con
miradas oblicuas y no dices nada.
Un
susurro ha quedado
navegando
a lo lejos
entre un
desorden de sombras.
Tanto te
he soñado
y ahora
que estás aquí sobran las palabras.
Todo se
puede adivinar
en tu delicado
reflejo,
eres como
el color de un sueño.
No te
puedo tocar pero te siento junto a mí
peinando
tiempos.
Cierro
los ojos, me entrego
y
acaricies mis páginas en blanco
con un
beso mudo,
cual un
largo silencio…
MARIANO SHIFMAN
(CABA-Argentina)
LA
CONVERSIÓN
¿Hasta
cuándo seré el triste Gregorio,
sufriente
en Lídice y sufriente en Praga?
Viajante
oscuro, haga lo que haga,
nunca
escapo de un bajo territorio.
Rutina,
humillación, el purgatorio
¿de
alguna culpa oculta? Pobre paga
estos
florines por mi vida aciaga,
pena de
cumplimiento obligatorio…
Tal vez
soñando logre aquel efecto
que
niegan las vigilias: el trabajo
de ser
humano cansa, cansa, cansa…
Hermana,
madre, padre: ¡soy insecto!
Un
horrendo, un bendito escarabajo;
he dejado
de ser Gregorio Samsa.
MARIASILVIA PASCHETA
(Río
Negro-Argentina)
TRIBU
Esa tribu
de pájaros
atraviesa de golpe
la línea que amanece
Sólo el
surco me guía
cuando los ojos abren
el paisaje
y el
camino pregunta
por la vida
Soy un
pájaro solo
He perdido
la tribu
A veces
lo
recuerdo
MARIEL MONENTE
(CABA-Argentina)
PALABRAS
QUEMADAS CON LLUVIA
A Juan L. Ortíz
Se
derramaba la brisa
goteaba
el aire sobre las hojas rumorosas de los sauces
caían
briznas
de viento
sobre los cabellos grises
grises de
surcar sudestadas
blancuzcos
Y el
balanceo suave de la ola
permitía
al mate humear su canturreo de cigarras
su brillo
verde
y poder
llevarme así por entre la cortina de ramajes
surcando
esa rabia devenida encanto.
El agua
se amarronaba en su palabra
en su voz
chiquita
me
alcanzaba el mate entre los remos durmientes.
Con su
místico dolor
quemaba
palabras con lluvia
desnudaba
a Dios sobre el olor que precede a la caída
Un decir
de cortezas,
de
libélulas anhelantes
ignoraban
ser el anuncio de la hora detenida
Un mate
antes de irse
sólo uno
más
que
prolongue el silencio
tejido en
los brotes insistentes de septiembre.
MARISA NEGRI
(Buenos
Aires-Argentina)
INMIGRANTES
la tierra
hecha a mano
el sol a
pico sobre el monte
un
zumbido de insectos sobre la fruta
no hay
góndolas en el Paraná
ilusoria
la pequeña Venecia
arrasa la
creciente
bajo las
canoas de timbó
y el
cielo resplandece
salvaje
MARTA CWIELONG
(CABA-Argentina)
Todas
las tardes a mi regreso,
en
un cruce de calles
viene
puro
temblor en su caminar
desdentada
hace
un tiempo que nos saludamos
le
doy un dinero
a
veces conversamos.
Hoy
estaba
pudo
susurrar
me
gusta verte
no
hay desprecio en tu mirada
Si
supiera que cuando paso y no está
es
como si nadie me esperara
MARTA GODDIO
(Santa
Fe-Argentina)
ESTA
NOCHE
A Jorge Luis Estrella
En la estatura justa de la madrugada
con el silencio preciso
Cuando reflejos lunares latigan desamparos
Mientras alguien –innombrado-
morirá de frío
Allá
Afuera
Esta noche
un poeta de blanca barba
derriba mis muros, mis presumidas trincheras
me espeja en su nombre, me nombra
me saca a la calle
me deja al descampado horizonte del hombre
luego abandona su cuerpo al descanso
y se arropa en el sueño posible
de una bandera que a todos abrigue
Mientras tanto
no hay poema que salve
Alguien morirá de frío
Allá
Afuera
Esta noche
(Santa
Fe-Argentina)
empezar
de la nada, afirmar la deriva, Ida Vitale
“a las mujeres no se las quema”
-melosa la voz modula la curva de frecuencia modulada-
(merodea el pirómano de turno
restaura la pira ardida en el fondo del tiempo)
modela consejos
la voz instruye:
no golpear
no violar
no acosar
no discriminar
no lapidar
no mutilar en vano
en lo posible, no asesinar
asume el catálogo
“a las mujeres no se las quema”
-melosa la voz modula la curva de frecuencia modulada-
(merodea el pirómano de turno
restaura la pira ardida en el fondo del tiempo)
modela consejos
la voz instruye:
no golpear
no violar
no acosar
no discriminar
no lapidar
no mutilar en vano
en lo posible, no asesinar
asume el catálogo
la
inextinguida mística de la hormiga en campo de rosas.
Has recorrido –muchacha-un largo camino
a long long way -baby-
Pero camino circular,
muchacha baby:
extenúa la persistente línea de largada
la bandera a cuadros sellando el re-comienzo.
Ruta de palimpsesto.
Has recorrido –muchacha-un largo camino
a long long way -baby-
Pero camino circular,
muchacha baby:
extenúa la persistente línea de largada
la bandera a cuadros sellando el re-comienzo.
Ruta de palimpsesto.
Piedras
atadas a los pies.
MARTHA OLIVERI
(CABA-Argentina)
SIGNOS
Un alma en su poniente.
la fervorosa idea
que los años acallan,
el historial de un jardín
que ha desertado.
Estos son los velos
con viste la muerte
el gris de la mortaja
que enmudeció a Quijote.
La trágica alegría
lo indómito y su música
hoy se abrevia en un gesto
de amaestrada ventura:
Proliferados Sanchos.
tribal fraternidad de medianías.
Ninguna alquimia ya ninguna magia
Estepario clamor si calla el poeta
"qué desierto habrá de ser una gran selva sonora"
Un alma en su poniente.
la fervorosa idea
que los años acallan,
el historial de un jardín
que ha desertado.
Estos son los velos
con viste la muerte
el gris de la mortaja
que enmudeció a Quijote.
La trágica alegría
lo indómito y su música
hoy se abrevia en un gesto
de amaestrada ventura:
Proliferados Sanchos.
tribal fraternidad de medianías.
Ninguna alquimia ya ninguna magia
Estepario clamor si calla el poeta
"qué desierto habrá de ser una gran selva sonora"
MÁXIMO SIMPSON
(CABA-Argentina)
CANCIÓN
DE DON ELÍN
Pero, ¡qué se hicieron las nieves de antaño?
François Villon
Yo vi una
melodía ahogada en alta mar,
un
arpegio sonámbulo, exiliado,
ya ciego
entre los pájaros,
y un
piano derribado en la intemperie,
y un
músico extraviado por las nieves del tiempo.
Yo he
visto todo eso, pero dónde,
¿dónde andará mi padre, don Elín?
¿Acaso está en el aire? ¿Acaso está
en la nieve?
¿Acaso está en los pétalos dormidos?
Yo vi una
melodía ahogada en alta mar,
vi un
caballo sin alas,
un fuego
sin calor, un río sin orillas.
Yo he
visto todo eso, pero dónde,
¿dónde andará mi padre, don Elín?
¿Está reconstruyendo los rotos
mecanismos?
¿Está bebiendo luz, prepara sus
maletas?
Yo vi una
melodía ahogada en alta mar,
vi un
sueño que corría hacia el abismo,
vi un
zapato perdido,
una
paloma herida convocando a los ángeles.
Yo he
visto todo eso, pero dónde,
¿dónde andará mi padre, don Elín?
¿Cómo hará en las mañanas para
entornar las puertas?
¿Cómo hará por las noches para
inventar las flores?
Yo vi una
melodía ahogada en alta mar,
Yo vi una
copla exhausta, despoblada,
una
trova, un acorde, una rapsodia
sin
violín, sin garganta.
Yo he
visto todo eso, pero dónde,
¿dónde andará mi padre, don Elín?
¿Dónde andará?
Ay, yo vi
una melodía ahogada en alta mar.
MIGUEL ANGEL FEDERIK
(Gualeguay-Entre
Ríos)
VELANDO UN PIE
A las madres del desierto de Calama
A las madres del desierto de Calama
El cordón esta intacto.
Del borde de la media sobresale algo de carne corrupta,
el velamen de un hueso a la soledad acostumbrado.
Una ligera línea en el zapato
recuerda el jardín de aquella tarde,
la alambrada, el cuerpo que volaba,
un grito, el penúltimo zarpazo.
Del borde de la media sobresale algo de carne corrupta,
el velamen de un hueso a la soledad acostumbrado.
Una ligera línea en el zapato
recuerda el jardín de aquella tarde,
la alambrada, el cuerpo que volaba,
un grito, el penúltimo zarpazo.
El cuero ha cerrado sus
ojales
y en la tersura áspera de la capellada
la vela es una lenta mariposa inacabable.
y en la tersura áspera de la capellada
la vela es una lenta mariposa inacabable.
Las madres saben que ese
pie es de un hijo,
y oran y recuerdan escarpines y todos los zapatos.
Afuera se oye un murmullo de motores,
la vida civil, la llegada del otoño en plena calle.
y oran y recuerdan escarpines y todos los zapatos.
Afuera se oye un murmullo de motores,
la vida civil, la llegada del otoño en plena calle.
Sobre la mesa, la sombra
del pie se estira
y se encoge ante la luz del mar que entreabre la ventana.
y se encoge ante la luz del mar que entreabre la ventana.
El pie occipital, el
zapato del desierto,
sabe que el cordón esta intacto.
sabe que el cordón esta intacto.
El ritual es exiguo: el
jadeo de la vela,
la mirada de las madres arrugada sobre las faldas.
la mirada de las madres arrugada sobre las faldas.
Todo esta en orden: la
vida civil, el horario de los trenes,
las palomas que sobrevuelan las estatuas.
las palomas que sobrevuelan las estatuas.
Afuera se oye un
murmullo de motores,
el redoble de un zapato que nos mira,
el eco andante de una generación deshabitada.
el redoble de un zapato que nos mira,
el eco andante de una generación deshabitada.
MIGUEL ANGEL GAVILÁN
(Santa Fe-Argentina)
PLACERES
Dudo que
nadie corte el pasto como Ulises, mi jardinero.
Lo hace
con una destreza sin amagues, como sabiendo que la maleza lo espera en la
muerte.
Usa una
guadaña vieja,
que
perteneció a su padre y al padre de su padre.
Tan suya
como el rojo en las mejillas gringas
que
también fueron de su padre
y del
padre de su padre.
Antes de
empezar
se para
en la entrada.
Estudia
dónde florecer su lluvia verde sobre los crataegus.
Avanza.
Después.
Acaricia
los yuyos. Los despide. O se despide de ellos.
En esa
ceremonia no hay que interrumpirlo.
El perro
ladra, pero él seca su sudor con un trapo y deja caer la cuchilla encima
de la vida.
Suele
hablar del calor,
de lo que
debería hacerse para que los jazmines no oxiden tan rápido,
de las
hormigas que han venido con el sol a verse alimonadas de yuyos.
Cuando
termina, cierra el portón.
Como si
me hubiera visto.
MIGUEL ANGEL MORELLI
(Buenos
Aires-Argentina)
13
(cierro los ojos y veo la noche)
cierro
los ojos y veo la noche
y en la
noche un andén |
y en el
andén tu silueta
que se
desprende lentamente desde el fondo de mis ojos
sin
embargo mañana, cuando el tiempo y el olvido
desmoronen
la frágil persistencia del recuerdo
estos
mismos ojos creerán haberte visto
llegando |
detrás de una sonrisa
cuál de
esos dos fantasmas eras?
como un
dios que imita a dios | la razón de la memoria
consiste
en clausurar el pasado
para
hacer que lo que fue quizás no sea | ni haya sido nunca
MIGUEL CARLOS GONZÁLEZ
(Entre
Ríos-Argentina)
VOLVER A
VERTE
Desde la
infancia supe que no podría dialogar contigo.
Te
hablaba, sin embargo, para contarte cosas cotidianas:
las
alegrías mínimas, los tempranos pesares,
lo que
debe vivirse compartido para que las espinas
o el
aroma no se vuelvan guijarros en la boca.
Después,
lunas y lluvias, Sucedieron otoños en silencio…
Y te reencuentro ahora en la tarde de pájaros
sin rumbo.
Apretados
los labios, te contemplo. Sin lágrimas.
No es
dolor lo que siento,
es un
contacto extraño sobre el rostro,
el beso
que no fue, la caricia insinuada…
No
recuerdo tu voz. No la recuerdo
aunque se
que mis ojos te buscaban
cuando
decías mi nombre.
Te miro,
y estás viva: una niñita de sonrisa tímida,
con ojos
asombrados y lejanos…
pero es
solo el engaño de la imagen,
la
confusa ilusión de los sentidos que finge permanencias.
Oigo mi
propia voz sin esperar respuesta
porque sé
que no escuchas.
Cuando
empezaste el viaje del que no se regresa
(es un
engaño más: nunca dije que has muerto)
yo tenía
los ojos, la sonrisa y los años de la niña que fuiste.
De la que
estoy mirando en esta vieja foto, madre mía.
MIGUEL GAYÁ
(Buenos
Aires-Argentina)
Recuerdo
haber pasado por aquí.
Recuerdo una calle.
Recuerdo una vida. Un niño sigue siendo un niño
en una calle, y su pulóver pica sobre su brazo.
Es así como la luz de una mañana oscura
es en blanco y negro,
como si quien caminara en ella estuviera
en una fotografía de los años cincuenta
en un remoto país desolado
por una posguerra sin victoria.
El hombre se sube el cuello de su abrigo
y piensa que ya ha estado ahí,
en esa carretera apenas dibujada, algo más que una huella,
en esa calle donde tiene un pulóver de lana rústica y opaca.
Camina en una dirección, y luego en otra, y un niño lo mira caminar,
solo, y se lleva a la mejilla la lana pinchuda de su pulóver, oscura
es la vida, y además eterna.
MIRIAM CAIRORecuerdo una calle.
Recuerdo una vida. Un niño sigue siendo un niño
en una calle, y su pulóver pica sobre su brazo.
Es así como la luz de una mañana oscura
es en blanco y negro,
como si quien caminara en ella estuviera
en una fotografía de los años cincuenta
en un remoto país desolado
por una posguerra sin victoria.
El hombre se sube el cuello de su abrigo
y piensa que ya ha estado ahí,
en esa carretera apenas dibujada, algo más que una huella,
en esa calle donde tiene un pulóver de lana rústica y opaca.
Camina en una dirección, y luego en otra, y un niño lo mira caminar,
solo, y se lleva a la mejilla la lana pinchuda de su pulóver, oscura
es la vida, y además eterna.
(Buenos
Aires-Argentina)
LOCURA
La doxa
está loca, se cree la verdad.
La verdad
está loca, se cree la ley.
La ley
está loca, se cree la justicia.
La
justicia está loca, se cree la igualdad.
La
igualdad está loca, se cree la medida.
La medida
está loca, se cree la normalidad.
La
normalidad está loca, se cree la cordura.
La
cordura está loca, se cree el orden.
El orden
está loco, se cree la doctrina.
La
doctrina está loca, se cree la sabiduría.
La
sabiduría está loca, se cree la ciencia.
La
ciencia está loca, se cree la religión.
La
religión está loca, se cree Dios.
Dios está
loco, se cree el amor.
El amor
está loco, siempre lo estuvo.
MIRTA EDITH LARCHER
(Santa
Fe-Argentina)
I
Ataca al fosco
nudo. Vacíate de praderas y… husmea en la soledad de los postigos.
Una mansa
costumbre de trigales nos está llorando en la cocina.
Rebélate
frente a la espiga inconmovible. Suelta oros dominios ardores espejos.
Trágate
el hambre flatulento de las calles. Y en solitario ayuno ven. Esta es.
Aquí la
patria. Mi mesa ausencia. ¿Comprendes esta muerte?
Pruébate
en muñones de vieja miga. Y ahora… si puedes… ríete conmigo.
Enjóyate
los dientes. Esa porcelana fría. Tritúrate en los restos y llévate
ponte
esos laureles y el azulyblanco cálzate esa escarcha y siente al punzón
y sé en
sangre doliente un grito más… sé tú… el hambre una vez… ya…
y
entonces tal vez alguien escuche y un brazo milagroso crezca.
Y
alguien… Oh Señor… ordene la cesta.
Agregue
botitas cuente pancitas. Lunas llenas llenitas… Señor…Despiértalos!!!.
(El poeta escribiría un reposo de las carnes.
Encendería los oídos
a cada
espaldarazo
y no
sería recuerdo:
(la
extinción de las infancias)
MIRTA GAZIANO
(Santa
Fe-Argentina)
EL SOL
HARÁ EL RESTO
El viento
gime su nostalgia
de barcos
que surcan mar arriba
golpean
olas en las rocas
expandiendo
su espuma al firmamento.
Moles de
piedra
contienen
el aterrador impulso en la rompiente.
En la
arena
aquí
cerca
casi al
límite de la sinuosa playa
espejo de
agua transparente
ella
baila…
deja al
denudo su menudo cuerpo
la fina
tela que la cubre
se pega a
su cintura
el resto
vuela
según los
impulsos que el viento pueda darle.
Gira
muchacha
libera tu
ímpetu en la danza
sigue las
coordenadas de tu música interior
muéstranos
tu desenfado
desmáyate
en la arena
la brisa
acariciará tu rostro,
el sol
hará el resto
en la
magnífica mañana que se inicia.
MIRYAM COLOMBOTTO-SEIA
(Santa
Fe-Argentina)
TODO
SUCEDE...
Final del
día, de él sólo queda
una
orilla dorada a punto de desaparecer.
Así eres.
Sólo un pensamiento. Nada más.
(Hoy fui
al lugar donde está tu cuerpo
allí aprendo
todos los sonidos
que
contiene el silencio.
Supe de
calandrias; benteveos;
zureo de
torcazas, protesta de tacuaras;
chimango
con presunción de águila...
eran los
habitantes de tu entorno
tus
vecinos naturales regalando
de su
canto, el sentido secreto)
El otoño
escribía en las dormidas
ramas de
los árboles con tinta amarilla.
Les pedí
a todos ellos que te cuenten
que éste
no ha sido un día
de manos
y corazón mudos
a pesar
del alma desabrigada.
Sin
esfuerzo, todo sucede...
... y
estoy intentando ser.
No
importa si no entienden...
MONICA IVULICH
(Nueva
York-Estados Unidos)
PALABRAS
Las
palabras llegan subrepticiamente,
en
auxilio de mi sentimiento tan mudo.
Las
palabras son, a veces, traviesas
muchas
veces, tienen vida y vuelo propio
Amo las
palabras que pueden alcanzarte
compañeras
de mi camino hacia tu piel,
las
acaricio, las quiero tener intensamente
como nos
poseemos mutuamente cada vez.
Cuando
las hago mías las acaricio y, suave,
las
disfruto como a tu mirada en la mía.
Adoro
cada palabra que trazo en tu cuerpo
Y cada
palabra que me dices, quieta, al oído.
Las
palabras tienen figuras y melodías,
son
reflejo de mi inspiración y nuestra unión.
En
cualquier idioma dan sabor a lo vivido,
sin
importar el sonido, son amigas cómplices,
y son
artesanas de nuestro conjuro de amor.
Las
palabras me son tan íntimas y necesarias
como tu
mano en mi pecho o tu piel en mi piel
tan
sutiles como tu suspiro entre mis brazos,
serpentean
palpables de tus labios a los míos.
A veces
sabias otras necias aparecen, tenues,
las
palabras, como semillas definiendo la vida.
Son
amigas fieles, amadas, simples, las palabras.
MÓNICA LAURENCENA
(Paraná-Entre
Ríos)
EL ARMA
DEL VERSO
La
furia del Verbo nace... se hace carne en el Verso.
Somos
palabras en la espesura de la ciudad.
¿Sólo
observamos la casa triste del hombre?
¿Somos
letras y sonidos de los descalzos en el paisaje?
El verso
se hace llama.
Libera su
belleza en la consagración.
Dicen que
la palabra de los pobres es desahogo...
El
corazón es gris-baldío...
No es
sutil cuadro de pasteles o de quietas flores-muertas.
Ni
cuento de hadas o comentario de obras famosas.
¿Poetas,
salimos con el arma del verso a repartir panes?
Devengo
en oficio de escriba. Testigo de mis días.
El poema,
grito descarnado.
En el
diario devenir la escritura intenta acribillar las calles.
La terca
humanidad sobrevive...
La furia
sigue cavando vida en el verso.
Los sin
nombre son lágrimas del mundo
en la
ciudad analfabeta.
MYRIAM LEAL
(Tucumán-Argentina)
La vi
peinarse
quitarse
una lágrima verde
de sus
ojos amarillos
Depilarse
una ceja
Darle un
abrazo al vacío
Sonreír
sepultar
amurar el
interior
La vi
tomar las llaves
Y salir
por la puerta delantera
Hay un
escorpión dormido
en el
cuenco verde sobre la cocina
Ha tenido
un mal sueño
De
persecuciones
Cosas por
el estilo
Y ha
escapado
Creyó que
allí estaría seguro
o tal vez
que
alguien
por fin le daría muerte
Pero es
hora de volver a su sitio
Me lo
trago con un gran vaso de agua
NORA NANI
(Córdoba-Argentina)
TODO PASA
¿Y el
tigre?
El tigre
que pastaba de tu mano
como un
conejo
y alzaba
caracoles con la comba de su lomo…
Recuerdas…
Su pelaje
se desleía en las tormentas.
Sus
garras andaban tu sangre
con la
seguridad
del que
conspira en la noche.
Todo es
fanfarria de cordero ahora.
Las
fauces y el dolor,
el
aliento carnicero que emanaba rosas
y las
manchas que desafiaban el cielo y el musgo…
Nada
quedó
de
aquella aventurada osadía desgarrante.
Solo la
nostalgia,
un andar
solitario en la melancolía
y la
atroz mansedumbre
de los
desheredados por la vida.
NORMA ALZOLA
(Caracas-Venezuela)
SURREALISMO
Burlescos
caminos en la cruz del alma
dolor ante el sarcófago \observa y calla \
en el delirio de los pájaros negros emplumados
en la víspera de la nostalgia \cuanta bulla
en las montañas de ilusiones…
bulimia tal vez en el vacío de la entrañas
media sonrisa es suficiente
en el papel blanco de un alma atormentada
fiebre de un sábado por la noche
sabueso de su propia inspiración
observa y calla en la lagrima de su propio fuego
dolor ante el sarcófago \observa y calla \
en el delirio de los pájaros negros emplumados
en la víspera de la nostalgia \cuanta bulla
en las montañas de ilusiones…
bulimia tal vez en el vacío de la entrañas
media sonrisa es suficiente
en el papel blanco de un alma atormentada
fiebre de un sábado por la noche
sabueso de su propia inspiración
observa y calla en la lagrima de su propio fuego
NORMA SEGADES
(Santa
Fe-Argentina)
DEFENDER EL AMOR.
Hay que alzar el amor como estandarte,
como última bandera,
como emblema final de la concordia,
y hacerlo tremolar entre almenares
con su caricia de perdón al viento.
Hay que alzar el amor, pujarlo lento,
parirlo hacia la luz,
como si fuera
el hijo de la lluvia nacido a la esperanza
en la estricta ternura del silencio.
Y luego bendecirlo con rocío
caído a las magnolias
desde las catedrales de la luna
desde sombras precisas
para que no lo quiebren sortilegios.
Y permitirle que ande por la vida
con las pieles descalzas
desnudito de almendras escarchadas
y esa sonrisa eterna
con que viene a salvarnos el pellejo.
Porque el amor es siempre necesario
aún sin atrevernos a pronunciar su nombre
en plena noche como si fuera un salmo
destinado a salvarnos del espanto.
Porque el amor es un reclamo justo
aunque no haya pancartas elevando su nombre en los
piquetes
de reclamos sociales.
OLGA LILIANA REINOSO
(La
Pampa-Argentina)
DESPUÉS
DE RELEER
Lenta y
azul la daga de la noche
lenta en
la suerte que agoniza el verso:
todo se
ha dicho ya.
Y no hay
invento ni furia tornasol que lo transforme.
Por el
sendero -prístino- camina
el hombre
niebla a su última morada.
No
conoció el amor ni la sonrisa.
Su vida
fue una sucesión de nadas.
Poco a
poco se apagan las estrellas
allá
lejos
se atisba
el nuevo día.
Nadie
sabrá que cuando abra los ojos
estará
inaugurando el fin del mundo.
No sé por
qué se agolpa en mi mente
tanto
agorero pensamiento vano
si aún
conservo la rosa de la suerte
talismán
infalible
como
eterno.
La eternidad
reside en esa rosa
que
desafía su ínfimo destino.
Basta una
cosa eterna y es mentira
que el
fin del mundo llegue
y nos
sorprenda.
Somos
nosotros: mercancía barata
con
apócrifa hora de vencimiento.
El mundo
seguirá su trashumancia
libre
de la
ferocidad humana.
ORLANDO VAN BREDAM
(Formosa-Argentina)
A LOS
TRENES DE BASAVILBASO
El humo
de los trenes penetraba
las
paredes de las casas,
el
corazón caliente del ladrillo,
el
revoque tibio
y andaba
por el mate amargo
como un
cáliz con ángeles dormidos.
Llegaba
el humo hasta las bocas,
bajaba
hasta el alma
o subía
hasta los
ojos
o entre
las arrugas de la vieja gente
hacía su
nido, su pétalo celeste.
Yo andaba
detrás del humo de los trenes
con mi
niñez corriendo,
agazapado
para
apresar el canto oscuro de las vías,
la
desenfrenada
soledad
de los vagones.
Están
siempre los trenes recorriendo
un
metálico círculo,
una
telaraña de carbón
en mi
infancia, en mi voz aguda
y alta
como un
árbol
de humo,
de humo viajero, de interminable humo.
OSCAR A. AGÚ
(Santa
Fe-Argentina)
EL RÍO
DEL TIEMPO
El río
del tiempo no cede.
No
les es propio ceder. Nos arrulla
nos
devora
nos mece
y
se apaga en mi, en vos
para
seguir en otros.
Somos
sus habitantes
somos
su territorio.
Quizás…
quizás
en otros mundos no exista
y
no exista porque no estamos.
Sin
territorio humano no hay tiempo.
PABLO ANADÓN
(Córdoba-Argentina)
RELEYENDO A KAVAFIS EN LA NOCHE
“Un eco de los días de placer…”
K. K.
Hundido
en una vieja reposera
De vuelta
del trabajo, con la hora
Silenciosa
regresa lo que fuera
Su vida
alguna vez. ¿Aún la añora?
Es tarde
y está solo. Bebe, fuma,
Hojea un
libro, lo abandona, bebe
Un sorbo
más, se pone en pie… Se esfuma
Lejana,
turbia, la ciudad. Ya llueve.
Resuena
el agua en las baldosas, trae
Un eco de
los días de placer:
Todo lo
dio por una sensación
Soñada y
realizada. En calma, cae
La
lluvia. Hizo sufrir. No halla perdón.
Busca el
olvido: no sentir, no ser.
PABLO JAVIER RESA
(Buenos
Aires-Argentina)
SERPIENTES
Te mentí
tengo que confesarlo
de
rodillas a tus labios tengo que confesarlo
estos
labios te mintieron
te
hablaron del agua que en vaivén fuera s
egundo
plano del perfume que dejaste
y te
mintieron estos labios que veían el agua
el vaivén
del agua el manto del agua las serpientes de agua
te mentí
también cuando al besarte fingí que te besaba
perdonáme
Amor perdonáme no te estaba besando
yo no miraba
al manto reptante del agua
yo era la
serpiente yo
era el
beso de la serpiente
que no
sabe besar sino con todo el cuerpo
te mentí
una boca y un trayecto de labios
no te
besé cuando creíste que te besaba
yo te
repté y cuando vi mecerse el agua
caí en la
cuenta de la mentira
nunca te
voy a besar mi enorme mínima mujer
tendrás
que acostumbrarte a las serpientes
con que
me hago pasar por tu amante
con que
paseo a mi amante serpenteando
mientras
mi boca se vuelve pequeña porque no fue ella
porque
repto de todo a todo como el agua
esa manta raya que vive en la superficie
y repta
lo profundo del cuerpo que le yace debajo
ese lento
animal que mece sus serpientes mientras miente un beso.
PABLO QUERALT
(Buenos
Aires-Argentina)
LA CASA
La casa se
convirtió las palabras andan por las paredes las tías silban en otro idioma en
el mundo que rima al son de ese ejército de palabras del kiosco al bar el amor
es una palabra dura una semilla una ocasión una camisa a rayas que me regalaste
algo que nunca sabré pero algunas veces sentí en esa pupila en ese rincón en
ese camino cuando me fui aspirado por el aire.
PASTOR AGUIAR
(Miami-Estados
Unidos)
MUJER
ÁRBOL
A Jeniffer
Tú sabes
de maderas, la boca te florece
y
enraízas volando corazón hacia adentro
como una
flecha viva que embaraza a las Almas,
que
anuncia primaveras y recita
las
tablas de La Ley.
Todo
huele distinto cuando al fin te pronuncias
desnuda
en la arboleda que se deshace en frutos
desde tus
ojos altos, desde tu mano leve,
porque el
día es posible si alimentas
la luz
con tu universo.
Cuál
árbol te dejó la palabra semilla,
la sombra
cabellera trenzando tomeguines,
la
tendencia a ser mártir hasta cuando te asomas
como un
susto en el verde, y roja pulpa:
mujer
fructificada.
No tienes
que decirlo, lo grita tu presencia,
la edad
de tus anillos tatuados en el tiempo,
tu
hembritud que delira la abundancia de un parto
donde los
niños duren y la muerte
signifique
otra vida.
PATRICIA
SEVERÍN
(Reconquista-Santa
Fe)
/Hoy me
fui de todos y de todo
de mí
de Dios
tan jodida me fui
resbalando por mi cuerpo
haciendo equilibrio ...con la sombra de las uñas
Hoy me fui sin cantar ....-yo nunca supe-
guiñando un ojo a la vergüenza
desnuda sobre la helada ....me fui/
/quisiera ser un bicho más/ no este animal doméstico/
de mí
de Dios
tan jodida me fui
resbalando por mi cuerpo
haciendo equilibrio ...con la sombra de las uñas
Hoy me fui sin cantar ....-yo nunca supe-
guiñando un ojo a la vergüenza
desnuda sobre la helada ....me fui/
/quisiera ser un bicho más/ no este animal doméstico/
PEDRO ABRIZ
(México
DF-México)
TRANSPARENCIAS
II Y III.
Nací está
mañana,
y la
mañana de hace mil años.
Y bajo y
subo hacia el sol,
el sube
por mi, ella baja a mi,
Y voy con
todos y todos en mi, aún los muertos viven,
lázaros
trepando la esquina por un segundo ya prestado; y luego soy pero sin
serlo.
Hoy es
mañana y ayer siempre es hoy.
Pero del
futuro nada se.
Me sumo
en un sueño tan profundo como los siglos y milenios.
Espiral
manada de caballos ,
crin al
viento ya despierto, hombre-árbol, árbol-fuego, hombre-fuego, fuego-polvo y
polvo al viento,
llueven
hombres de agua como peces.
Y el
verdor de trinos enraizados,
niño-trino,
trino-canto, círculo boreal.
Gorrión,
torcaza, águila, colibrí.
El danzar
de mil mañanas en la fuente transparencia,
trino
fervoroso en las montañas en la tarde de los pinos,
resplandor
de espadas en llamas.
Perlado
cielo suspendido en vuelo.
Anamorfosis
precisa y exacta.
Profundidad
de un sueño ya vivido.
Desde más
allá del sol se presencia el instante,
preludio
de su coronación.
Un
momento siempre es éste.
PEDRO ARTURO ESTRADA Z.
(Girardota-Colombia)
PERMANENCIA
Permanecerá
sólo la devastación
La
pesadez del cielo
en la
pupila fría
De la
tierra ascenderá entonces el reclamo de lo muerto
La lengua
del fuego imprecando la masacre de los delfines
el
desuello vivo de los pequeños habitantes del bosque
La quemazón,
el golpe, la tortura del aire y del agua
cuyas
voces ya habrán gritado
su
sentencia inapelable
Permanecerá
sólo la cuenca ávida del desierto
El vuelo
rasante de la hoz sobre los trigales
del
universo
Y en el
fondo de todo la memoria
de unos dedos
a cuyo roce
hubieran
girado de otro modo
los
goznes de la realidad
Las yemas
de esa penélope del sueño
tejiendo
y destejiendo una imposible
belleza.
PERLA JAIMOVICH
(Tucumán-Argentina)
VIGILIA
EN EL PÉNDULO
La mirada
virgen
se hace
vigilia
en el
péndulo de la noche
y en la
encrucijada
vacila...
Un
temblor en el suspiro
el
extremo de la cruz
remonta..
.
¡Oh,
Señor!
Y otra
vez
la brisa
dorada
se agita
cuando
las tres figuras
hacen
nacer la epifanía.
PILAR ROMANO
(Corrientes-Argentina)
ESTA
MUJER
Soy mi
propio invento cada mañana,
encerrada
en una piel despierta
lavada con lágrimas.
A veces
me llama una luna engañosa
que me invita a subir por espirales blancas.
Pero me
quedo
y recojo
mi siembra,
en un
campo riesgoso y sin nombre,
en ebrio
silencio,
con la
ansiedad enhebrando ruegos.
Hasta que
llegan
los
duendes de lo eterno
y me
acercan palabras.
RAÚL ORLANDO ARTOLA
(Viedma-Río
Negro-Argentina)
LA
HABANA, 1958
Chucho Valdés le afinaba
el piano
a mi abuela
cuando
vivíamos en el malecón
y ella
regenteaba un burdel.
Mi abuela
le decía
negro
buaié
y lo
esperaba días y días
prendiéndole
velas
al Santo
de los Negros Afinadores.
Lo
atendía con café y canela
mientras
Chucho le afinaba
el
instrumento.
Así
aprendió a tocar
el piano.
Mi abuela
creyó que era
un
desperdicio
que negro
tan lindo y hábil
sólo
usara el clavijero
como
parte de su trabajo
y no por
puro placer.
Entonces
le permitió
que
deslizara sus dedos
por todo
el encordado.
Era una
maravilla
cómo
sonaban las cuerdas
del piano
de mi abuela
en las
manos
de Chucho
Valdés
practicando.
REYNA DOMINGUEZ
(San
Juan-Argentina)
ADÓNDE
(A las Madres
de Plaza de Mayo)
Entras a
la casa
sales de
la casa
el aire
no sabe nada
Adónde
la sal y
el agua de tus ojos
fueron a
parar
polvo son
polvo
serán
Adónde
la sal y
el agua de tus ojos
fueron a
parar...
Miro
miro el
aire vacío
Y allí
están
los
luminosos ojos
de los
que ya no están.
RICARDO JUAN BENÍTEZ
(CABA-Argentina)
DE TODOS
LOS AMORES, EL AMOR
En Pont
Neuf, como ayer,
sabiendo que lo menos casual,
es la casualidad.
Juntos, bebiendo amargo café
de medianoches solitarias,
mesas vacías, acordeón lejano.
No basta con encontrarse,
en Sacre Coeur, en Montmartre,
dos cronopios no se bastan
jamás…
Triste prisionero
de ciertos placeres pasajeros,
peregrino anhelante
de tierras de melancolías.
Esta noche sólo necesitas
esa mujer y su magia.
Si el aroma antecede al jazmín.
Si la caricia precede a la mano.
Los amantes sobreviven
al amor…
Inevitablemente.
sabiendo que lo menos casual,
es la casualidad.
Juntos, bebiendo amargo café
de medianoches solitarias,
mesas vacías, acordeón lejano.
No basta con encontrarse,
en Sacre Coeur, en Montmartre,
dos cronopios no se bastan
jamás…
Triste prisionero
de ciertos placeres pasajeros,
peregrino anhelante
de tierras de melancolías.
Esta noche sólo necesitas
esa mujer y su magia.
Si el aroma antecede al jazmín.
Si la caricia precede a la mano.
Los amantes sobreviven
al amor…
Inevitablemente.
ROBERTO AGUIRRE MOLINA
(Santa
Fe-Argentina)
POEMA
XXV.
Extensión de domingo, llanura;
salvo unos árboles que se ven en la distancia
y un día los imagino de otra manera.
Los veo llenos de quiero decir,
cada uno tiene melodías, sones, ruidos.
Me siento, me acuesto boca arriba a mirarlos, desde dentro.
De chico ya lo hacía. Ombúes. Frescos. De grandes raíces.
Pasaba las siestas mirando nubes a través del ombú.
Granizo, lluvia.
Huellas sobre una hoja húmeda.
Un paso, o dos. La hoja tiene gotas
enormes y diamantes.
Alguien le ha pisado una de sus puntas.
La muevo.
Se forman caminitos luminosos con el agua.
Hay una parte de la hoja que está destruida.
El color de la hoja ha manchado
el piso de cemento.
Parte de la hoja ha quedado integrada
al cemento.
La lluvia ha borrado la huella, el sello
de quien la haya pisado.
Levanto la hoja, la miro de cerca.
El agua se cae, queda la hoja brillante,
con pequeñas gotitas, minúsculas, como si fueran ojos ciegos.
Extensión de domingo, llanura;
salvo unos árboles que se ven en la distancia
y un día los imagino de otra manera.
Los veo llenos de quiero decir,
cada uno tiene melodías, sones, ruidos.
Me siento, me acuesto boca arriba a mirarlos, desde dentro.
De chico ya lo hacía. Ombúes. Frescos. De grandes raíces.
Pasaba las siestas mirando nubes a través del ombú.
Granizo, lluvia.
Huellas sobre una hoja húmeda.
Un paso, o dos. La hoja tiene gotas
enormes y diamantes.
Alguien le ha pisado una de sus puntas.
La muevo.
Se forman caminitos luminosos con el agua.
Hay una parte de la hoja que está destruida.
El color de la hoja ha manchado
el piso de cemento.
Parte de la hoja ha quedado integrada
al cemento.
La lluvia ha borrado la huella, el sello
de quien la haya pisado.
Levanto la hoja, la miro de cerca.
El agua se cae, queda la hoja brillante,
con pequeñas gotitas, minúsculas, como si fueran ojos ciegos.
ROBERTO DANIEL MALATESTA
(Santa
Fe-Argentina)
MI HIJO Y
EL PERRO VIEJO
Mi hijo
identifica al perro viejo como suyo,
dice que
el nuevo es mío, y a mí me da tristeza.
Pudo
haber elegido al joven, pero no, escogió al viejo
que
pronto va a morir, y si la muerte es triste
la
inocencia de mi hijo le añade un tristísimo elemento.
Se sabe
que la muerte cría a su alrededor
colonias
de animales melancólicos
y en cada
rincón reproduce un símil de sí misma,
falsas
muertes que cumplen la misión de ofuscarnos.
Yo
quisiera evitarle un pesar a mi hijo,
mas no
consigo sino acongojarme.
Hoy
jugamos a la pelota y yo perdía siempre,
mirando a
los rincones, desatento.
El se rió
mucho, ríe y piensa en su perro.
Puede lo
que yo no, cree sólo en la vida.
ROGELIO RAMOS SIGNES
(San
Juan-Argentina)
GÉNESIS,
MUTILACIÓN Y ENCIERRO DE UN HOMBRE QUE SIEMPRE RETORNABA AL OESTE
Me tapé
con tierra.
Tenía unas
ideas que debían florecer en frutos venenosos,
por eso
mi padre se encargó de rodearme con semillas
para
disimularme en el temporal de su cariño.
Estuve en
contacto con las lombrices
desde mi
primera infancia,
ajeno al
caribe de las enciclopedias,
cargoso
con mi pequeña cicatriz,
intravenoso,
impersonal.
Luego
vino el mes de las nevadas
y ayudé
desde abajo la escaramuza de las larvas.
No es
extraño que llegara entonces
al borde
del arroyo
con
corazas de plástico y sonidos espaciales
a
rescatar del olvido
el viejo
caserón que me sirvió de escuela.
Ahora soy
un trozo inofensivo de tierra y tétanos.
Cuando mi
familia me lo pide
hago las
veces de árbol navideño
y los
hijos de mis primas me llenan con foquitos de colores.
Por lo
demás (en días de cosecha)
siento un
gusto especial por todo lo folk.
ROSA FASOLIS
(Santa
Fe-Argentina)
INTUICIÓN
EN VOS
Yo sé que
hay un mundo en el que abundas
eco de
otros ecos
producto
inacabado de erróneas alquimias
y
metalurgias fraguadas en rayos y centellas.
Yo sé que
ese mundo que concretas
colisiona
de tanto en tanto con el mío
y dibuja
pentágonos y fabrica estrellas
en
ordenada mutación de otras constelaciones,
de otras
celestes estelas,
de un
pulso que se expande en magníficas canciones,
en
cópulas ardientes que en el desbordado Aqueronte
horadan
fronteras para apagar con fuego
las
hogueras de nuestras arcanas fabulaciones.
O, acaso,
para abrir nuevas huellas.
Yo sé que
hay un mundo en el que abundas
arteria
de otras arterias
y que un
día no anhelado por mí, sino por otros
el adiós,
furioso y sin alhajas,
dejará
abierto el camino
para
volver a casa.
ROSANA RUFINER
(Entre
Ríos-Argentina)
PINTAR
FLORES
Poder
pintar fresias
en la mente
para no
sentir más
que el
perfume de flores
plantarse
algunas en las manos
para
acariciar como pétalos
y dejar
otras para los pies
así uno
se queda inmóvil
atado a
un rústico tronco
Siendo flor.
ROSINA LOZECO
(Santa
Fe-Argentina)
ALTOTRIP.
Las
noches se pusieron finitas
como la luna en cuarto creciente,
terminan rápido / o las hacemos terminar
antes de lo que los amigos pretenden,
el amor también late ahí,
en la fisura, en la panza llena
en el plan de ochenta años.
Más allá de eso,
los problemas se siguen gestando
a la hora en la que todos
duermen / o hacen que duermen / mientras esperan
con el cuchillo atrás de la puerta,
hasta que la madrugada se arma,
el despertador suena
como cuando voy al trabajo,
pero diferente, porque no voy al trabajo,
contra mi voluntad encaro el viaje
que me deja en una cama
que me pertenece pero que no abriga
como esa en la que dormí hasta recién
entonces me abrazo sola / para consolarme
y una vez más escucharme decir:
todo lo que somos / es consecuencia de lo que hacemos,
en algún momento anduve / meando afuera del tarro,
ahora no,
ahora que encontré lo que buscaba,
todo va a estar bien.
como la luna en cuarto creciente,
terminan rápido / o las hacemos terminar
antes de lo que los amigos pretenden,
el amor también late ahí,
en la fisura, en la panza llena
en el plan de ochenta años.
Más allá de eso,
los problemas se siguen gestando
a la hora en la que todos
duermen / o hacen que duermen / mientras esperan
con el cuchillo atrás de la puerta,
hasta que la madrugada se arma,
el despertador suena
como cuando voy al trabajo,
pero diferente, porque no voy al trabajo,
contra mi voluntad encaro el viaje
que me deja en una cama
que me pertenece pero que no abriga
como esa en la que dormí hasta recién
entonces me abrazo sola / para consolarme
y una vez más escucharme decir:
todo lo que somos / es consecuencia de lo que hacemos,
en algún momento anduve / meando afuera del tarro,
ahora no,
ahora que encontré lo que buscaba,
todo va a estar bien.
ROSINA VALCÁRCEL
(Lima-Perú)
¿QUIÉN
DUERME AHORA?
Cierto, no nos apocan la miseria ni la ceniza del desierto Mascamos la vigilia, nuestros ideales, el run rún de las parejas y el gruñir de las señales en el teclado Cómo negar la conspiración Hoy coreamos algo similar con este ayuno Sí, en este lado de la capital, arrullados entre libros y olas marinas somos fragmentos de generaciones de conspiradores insomnes, apremiados de claveles, amor, libertad y revolución Qué sentido tiene dormir Si al margen de la orilla el país es un pálido animal decapitado ¿Puedes dormir? No. Anhelo pensar, escribir y cuidar el aura de las mujeres, hombres y jóvenes que dedicaron la existencia a custodiar sus mitos Como nosotros, esta medianoche, los compañeros y hermanas están velando otros amados rebeldes, desaparecidos, torturados, presos, muertos. Esta noche ya tiene siglos de haber principiado y nos punzan los ojos y perciben fatiga estos pálidos cuerpos. Sin embargo, ajados y enfermos aquí estamos Quién sueña hoy, quién podrá dormir Las hierbas secas musitan ¿Los traidores? Si dormitan es pueril su sueño Nuestro insomnio, es real, mas no vano Solo velamos la patria que deseamos como herencia para los infantes anónimos de aldeas y pueblos remotos, para los niños que pasan y sonríen, para los que transitan y están mudos, para nuestros hijos y su prole. Nuestro insomnio, entonces, es utópico La cámara no miente Nuestro desvelo infringe Contra los que tienen la visión perversa Contra los que están cavando su propia tumba extendemos el eco de nuestra guitarra al hombro.
Cierto, no nos apocan la miseria ni la ceniza del desierto Mascamos la vigilia, nuestros ideales, el run rún de las parejas y el gruñir de las señales en el teclado Cómo negar la conspiración Hoy coreamos algo similar con este ayuno Sí, en este lado de la capital, arrullados entre libros y olas marinas somos fragmentos de generaciones de conspiradores insomnes, apremiados de claveles, amor, libertad y revolución Qué sentido tiene dormir Si al margen de la orilla el país es un pálido animal decapitado ¿Puedes dormir? No. Anhelo pensar, escribir y cuidar el aura de las mujeres, hombres y jóvenes que dedicaron la existencia a custodiar sus mitos Como nosotros, esta medianoche, los compañeros y hermanas están velando otros amados rebeldes, desaparecidos, torturados, presos, muertos. Esta noche ya tiene siglos de haber principiado y nos punzan los ojos y perciben fatiga estos pálidos cuerpos. Sin embargo, ajados y enfermos aquí estamos Quién sueña hoy, quién podrá dormir Las hierbas secas musitan ¿Los traidores? Si dormitan es pueril su sueño Nuestro insomnio, es real, mas no vano Solo velamos la patria que deseamos como herencia para los infantes anónimos de aldeas y pueblos remotos, para los niños que pasan y sonríen, para los que transitan y están mudos, para nuestros hijos y su prole. Nuestro insomnio, entonces, es utópico La cámara no miente Nuestro desvelo infringe Contra los que tienen la visión perversa Contra los que están cavando su propia tumba extendemos el eco de nuestra guitarra al hombro.
RUBÉN EDUARDO GÓMEZ
(Chubut-Argentina)
(casa)
lo que no
se contó es que ella cerró la puerta antes / para no verlo partir / para no
desarmarse si apenas / lo que no se contó es que el viejo vio cómo la casa
empezó a crecer y crecer / que se hizo más grande que la cuadra / que la
manzana / que la isla toda / que el viejo quiso salir y corrió por la casa /
pero la casa era más grande y más grande que la desolación / más grande y más
grande la angustia y la desesperación / lo que no se contó es que la casa se le
vino encima / que los clavos fueron a herir la piel del viejo / su carne / que
los ladrillos lo golpearon / que el techo lo aplastó / que cuando pudo pararse
/ el viejo era escombros diseminados por toda la grande y más grande casa //
sin tiempo para levantarlos / el viejo tomó su bolso y caminó / kilómetros y
kilómetros caminó / una barcaza lo cruzó y más kilómetros caminó / hasta quedar
fuera de la casa // lo que no se cuenta es que el viejo / cuando levanta la
vista / puede ver la casa de la puerta cerrada //
RUBÉN VEDOVALDI
(Santa
Fe-Argentina)
TARDE
Y NOCHE
Al caer
el sol
vestida
de arco-iris
se fue la
lluvia.
Planean
alto
los
pájaros, felices
del
refrescón.
Yo junto
hebras
en nidal
de poema
para
otros trinos.
Siento en la noche
despertar las polillas
y oscuros versos.
Algunas flores
se abren a lo oscuro
como los sueños.
Noche de enero;
alfombra de murmurios;
red de secretos.
RUTH ANA LOPEZ CALDERON
(Sucre-Bolivia)
DESPIERTA
El frío
golpea la copa de los árboles,
la ciudad
amanece sumida en múltiples congojas,
deshecha
en laberintos grises
voces de
motores viejos y torpes
comienzan
a poblar el silencio,
y las
luces opacas alumbran
a pocos
deambulantes,
ensimismados,
encadenados
a sus voces,
paseando,
negados a ver
más allá
de las narices
los
minutos lentan
presurosos,
impunes
al dolor o al miedo,
a la soberbia,
ó a la
deshonra,
cuerpos
vestidos de cachemir y calzados
cuerpos
semidesnudos,
cercenados
por el gélido
aliento
de noches desamparos
y almas
bailan en su propio espejo
fétidas
y almas
bailan llanto,
los
extremos, los opuestos necesarios,
y los medios
cabizbajos, atrapan
en sádico
mutismo,
y nos
jactamos, y nos jactamos,
RUTH VEGA PUÑAL.
(Cuzco-Perú)
¿Donde
están los ayes que no los oigo?
¿Donde flamean las cuerdas de su garganta?
se engullen los ríos hacia el epicentro del dolor
y se hacen fuego incendiando las paredes del estomago
arden los colosos y se desploman mas adentro
allí donde la mar es roja y hierve envenenada
desde allí arrasa el mármol y la hace arena
enreda enloquecido la fibra hasta partir en dos el alma
la risa revienta en un estallido de dientes de hierro
y se van a clavar sobre esos tus ojos negros que no me miran
castigo de látigos trenzados a piel de todavía hombre
estallaran las vísceras de tanto azotar la espalda de la nada
millares de neuronas necrosadas apestan el cráneo
niebla te levantas con sabor a podredumbre
te eriges en murallas engrilletando tobillos y muñecas
asesino homicida perseguidor de pétalos blancos
¡Si hoy me cuelga la lengua fétida!
hastiada estoy de atesorar la miseria
¡caigan sobre mi los muros del infierno!
pero liberen los corderos que nada sabían ni tenían
no quiero seguir el féretro blanco
no quiero sepultar sus manos ni sus ojos
todavía tiene que haber tiempo
aun debe salir un sol y matar aquella luna
todavía un segundo mas para trenzar el viento
piedad uno mas para envolverlo a sus huesos
y uno mas para azir de el y dejarlo volar un segundo mas.....
¿Donde flamean las cuerdas de su garganta?
se engullen los ríos hacia el epicentro del dolor
y se hacen fuego incendiando las paredes del estomago
arden los colosos y se desploman mas adentro
allí donde la mar es roja y hierve envenenada
desde allí arrasa el mármol y la hace arena
enreda enloquecido la fibra hasta partir en dos el alma
la risa revienta en un estallido de dientes de hierro
y se van a clavar sobre esos tus ojos negros que no me miran
castigo de látigos trenzados a piel de todavía hombre
estallaran las vísceras de tanto azotar la espalda de la nada
millares de neuronas necrosadas apestan el cráneo
niebla te levantas con sabor a podredumbre
te eriges en murallas engrilletando tobillos y muñecas
asesino homicida perseguidor de pétalos blancos
¡Si hoy me cuelga la lengua fétida!
hastiada estoy de atesorar la miseria
¡caigan sobre mi los muros del infierno!
pero liberen los corderos que nada sabían ni tenían
no quiero seguir el féretro blanco
no quiero sepultar sus manos ni sus ojos
todavía tiene que haber tiempo
aun debe salir un sol y matar aquella luna
todavía un segundo mas para trenzar el viento
piedad uno mas para envolverlo a sus huesos
y uno mas para azir de el y dejarlo volar un segundo mas.....
SALMA HASSAN
(Durazno-Uruguay)
14
DE AGOSTO
Las
calles milenarias pobladas de carniza.
La
revolución se ha vuelto coágulo.
Humanos
humeantes de sus ramas desgajados,
metrallas
sobre el horizonte.
El
desierto aloja el aroma de sus muertos.
El
llamado gime una oración corta
y los
faraones ríen en sus tumbas.
El caos
sopla velas sobre el mar de las razones,
mas,
nunca habrá razones para la muerte absurda.
Hoy la
muerte se ha escrito por decreto in-humano
y el dedo
acusador se interpuso al destino.
Apresado
el elegido, se libera al títere homicida.
Y por
entre el caos la gente sufre, sufre…
Se
derrama la sangre como cera de mil velas,
fundida,
seca y mezclada cae en el abismo,
tal como
una gota oscura.
El tiempo
no regresa y tampoco los muertos.
Ya ni
Dios pudo salvarlos de una trampa segura,
ni Dios,
aunque provea la gota esperanza.
SANDRA GUDIÑO
(Santa Fe-Argentina)
MUJER-TRISTEZA
Doce
luciérnagas fosforecen
detrás de
mi ventana
Huelen a
jazz.
Una brisa
las acomoda
entre mis
dedos,
de dos en
dos,
de tres
en tres.
Abro mis
manos.
Ahora lo
sé:
soy una
mujer triste
con
estrellas en las manos.
SERGIO BORAO LLOP
(Zaragoza-España)
ANGEL DE
BRUMA
Yo he visto los reflejos que la
niebla
esparce en las cunetas y en el cielo;
fui testigo del fuego y de la escarcha;
vi la rebelión del alba en los tejados,
las danzas de los gatos, la partida
de esas nómadas aves que no vuelven,
el verde resplandor del horizonte
perdido entre montañas y jilgueros.
Yo vi caer la nieve sobre la tarde agonizante;
también anochecer en las orillas
de un arroyo que fluye hacia el olvido,
y el fleco de la lluvia en la distancia.
Pero los delirantes dioses me cegaron
por no acatar la fe de los horarios.
Fantasma de mí mismo, vago
por los interminables pasillos
de una realidad que no es la mía.
Sobrevivo
en este invierno largo
contra viento y arena sobrevivo
sin dios ni arma ni salvoconducto.
Sobrevivo
letra a letra, incoloro
epitafio, paredes desconchadas,
alas ensangrentadas, vertederos
de palabras antiguas, sobrevivo,
superviviente apenas, sobrevivo
como la sombra leve de un naufragio.
esparce en las cunetas y en el cielo;
fui testigo del fuego y de la escarcha;
vi la rebelión del alba en los tejados,
las danzas de los gatos, la partida
de esas nómadas aves que no vuelven,
el verde resplandor del horizonte
perdido entre montañas y jilgueros.
Yo vi caer la nieve sobre la tarde agonizante;
también anochecer en las orillas
de un arroyo que fluye hacia el olvido,
y el fleco de la lluvia en la distancia.
Pero los delirantes dioses me cegaron
por no acatar la fe de los horarios.
Fantasma de mí mismo, vago
por los interminables pasillos
de una realidad que no es la mía.
Sobrevivo
en este invierno largo
contra viento y arena sobrevivo
sin dios ni arma ni salvoconducto.
Sobrevivo
letra a letra, incoloro
epitafio, paredes desconchadas,
alas ensangrentadas, vertederos
de palabras antiguas, sobrevivo,
superviviente apenas, sobrevivo
como la sombra leve de un naufragio.
SILVIA CUEVAS-MORALES
(Melbourne-Australia)
ALZHEIMER
Busco en
la oscuridad de mi armario interno.
Saco
trastos inútiles, juguetes rotos,
fotos
desvaídas, direcciones que ya no existen,
canciones
que ya ni siquiera me gustan,
nombres
de gente que ya no frecuento.
Ansiosa
escarbo mi cerebro:
Poemas,
libros, fechas,
adioses,
encuentros,
pérdidas,
amores pasajeros,
aeropuertos,
funerales, visados,
vallas,
montañas, bombardeos,
números,
candados, lágrimas en vano,
decepciones,
miedos, sueños,
cartas
amarillentas, flores secas,
aromas lejanos,
sonidos añorados.
Pero no
logro saber quién soy,
ni cómo
me llamo,
ni de
dónde vengo.
SILVIA DELGADO FUENTES
(Bilbao-Euskal
Herría)
NO
EXISTEN LOS DIOSES.
No
existen los dioses.
Ni los
monaguillos pueden limpiar toda la sangre
que dejan
a su paso los que leen los renglones torcidos de los libros sagrados.
No
existen dioses amigos,
pequeños
dioses de andar por casa
que
puedan dignificar las mesas sin pan,
las
familias sin abrigo,
el dolor
de la inmensa humanidad
abandonada
en la cruz mientras sus rezos nos clavan las manos.
Son
cuentos para dormir a los pueblos.
Viejos
cuentos que se cuentan de rodillas
a los que
aùn quieren creer en espejismos.
No
existen, no,
los
dioses son engendros paridos
por la
barbarie que siglo a siglo
perpetúa
el miedo al amor,
el miedo
a ser libre,
el miedo
al castigo.
Los
dioses son verdugos
que
cobran al contado
oro,
vidas, epitafios.
SILVIA FAVARETTO
(Venecia-Italia)
LA NOCHE
DE LOS CUERPOS
Yo me he
visto de cenizas
desmigajada,
impalpable
completamente
seca y gris.
Yo me he
visto de cenizas
los ojos
duros y vidriosos
volviéndose
polvo, barro seco.
Me he
visto amasarme en tierra y piedra
excavar
hacia la luz hasta incorporarme
levantarme
del suelo en la noche oscura
sentir
una vez más el frío y el pavor.
Me he
visto echar pasos tambaleantes
recuperar
de a poco vigor y fuerza
andar por
el camino
hasta
llegar a tu puerta,
y acá
estoy,
mujer de
carne y nervios,
para
decirte
que no me
mataste,
que esta
vez tampoco me muero
que este
goteo ha de tardar
unas
cuantas horas más por lo menos.
SILVIA LASALA
(Santa
Fe-Argentina)
PARA UNA
PALOMA
Este cielo de otoño
emancipado,
azulísimo,
curioseador del alma
desnuda dulcemente
las costumbres,
cambia los vientos,
alegra las campanas,
absorbe todo aliento
y se desliza
como un trago de vino
en la garganta.
Este cielo de otoño
es todo mío
bien lo saben
mis alas...
Este cielo de otoño
emancipado,
azulísimo,
curioseador del alma
desnuda dulcemente
las costumbres,
cambia los vientos,
alegra las campanas,
absorbe todo aliento
y se desliza
como un trago de vino
en la garganta.
Este cielo de otoño
es todo mío
bien lo saben
mis alas...
SILVIA LOUSTAU
(Buenos
Aires-Argentina)
SEMILLA
DE VEINTIOCHO DÍAS
Las algas
eran viñas entrelazadas. Pulsos de colibríes estáticos. Un cielo submarino.
Escucho
un canto de escamas esmaltadas.
Me
deslizo entre símbolos. Desde un ojo de buey un pirata espía.
Me
deslizo hacía un caldero de cobre verdecido; han escondido en el aguamarinas y
una fusta de oro fino.
Una fusta
de siete cuerdas. En sus puntas descubro escapularios. Un rostro blanco, sutil.
Alguien lo busca. Me deslizo. Libélulas trasnochadas me rodean. Allí queda la
memoria de mi cuerpo.
Me
deslizo entre las glaucas aguas. Un silfo canta un aria. Se eleva altiva, una
herida abierta en los pensamientos del cielo.
Entristezco.
Busco el silencio, lamiéndome, como si fuese una ninfa. Una mariposa marina.
Avanzo.
Relampaguea un pez, lento, adormecido.
Hay una
grieta. Te busco en los estanques breves del mar.
Me deslizo.
Agua sinuosa. Luz. Aura. Cueva de ágata titilante. Me deslizo. Entre rizomas
tiernos veo al niño. Juega con caballitos de mar.
Reina
azul, murmura. En la levedad del abismo lo beso: tiene tu rostro.
Me
despierto guardada en un abrazo ardiente.
La luna
sugiere sangre entre mis piernas.
El mar me
lava. Frío.
Sufriente,
arrastra la semilla.
Huella de
veintiocho días.
SILVIA ROBLEDO
(Valencia-España)
EL
DESPERTAR
¿Despertar rosas yo en tu alma,
donde habían ramas ya dormidas?.
No culpes a mi alegre primavera,
pues en tus ramas ya habían semillas.
El mismo aroma de violeta viene a visitarme,
donde tu ves otoños, yo veo primaveras,
quizás del deshielo del paso del invierno,
se dejan ver y aprecias mis praderas.
Mujer soy, mujer dulce y apasionada,
como mujer, tu alma queda bien arropada,
tal vez entre caricias y anhelos
de una soñadora y una mujer enamorada.
No te agobies las ansias de tenerme,
pues en mi lecho de silencio, te espero,
tumbado mi cuerpo, para ser acariciado
y susurrarme un 'te quiero' deseado.
No hay distancia en nuestras llanuras,
envíame las golondrinas junto con tu aroma,
deja que se aniden en mi corazón,
con hermosas palabras de pasión.
Si nacieras de nuevo en nuestras llanuras,
volvería dejar que sembraras hasta llegar a mi,
dejaría que construyeras jardines de jazmín,
sin esclavitudes y con amor sin amargura.
¿Despertar rosas yo en tu alma,
donde habían ramas ya dormidas?.
No culpes a mi alegre primavera,
pues en tus ramas ya habían semillas.
El mismo aroma de violeta viene a visitarme,
donde tu ves otoños, yo veo primaveras,
quizás del deshielo del paso del invierno,
se dejan ver y aprecias mis praderas.
Mujer soy, mujer dulce y apasionada,
como mujer, tu alma queda bien arropada,
tal vez entre caricias y anhelos
de una soñadora y una mujer enamorada.
No te agobies las ansias de tenerme,
pues en mi lecho de silencio, te espero,
tumbado mi cuerpo, para ser acariciado
y susurrarme un 'te quiero' deseado.
No hay distancia en nuestras llanuras,
envíame las golondrinas junto con tu aroma,
deja que se aniden en mi corazón,
con hermosas palabras de pasión.
Si nacieras de nuevo en nuestras llanuras,
volvería dejar que sembraras hasta llegar a mi,
dejaría que construyeras jardines de jazmín,
sin esclavitudes y con amor sin amargura.
SONIA RABINOVICH
(Córdoba-Argentina)
A
MI MADRE
Caminé
con su cuerpo entre los brazos
durante
toda la noche.
Recorrí
insomne los pasillos de la casa
con el
cuerpo de su lágrima
apoyado
en el pecho.
Caminé
llevándola, hamacándola
a un
consuelo que la devuelva a la boca
que hoy
no acepta el trípode de la pena.
Antes, se
transformó en agujero
y después
llegaron los silencios.
La llevé
, apoyada su impotencia
sobre mi hombro
durante toda la noche,
y caminé
con sus piernas hasta quedar exhausta.
Caminé
toda la noche con el dolor
de madre
entre los brazos
y ahora
escribo, dormida sobre sus ojos
sintiéndola
erguirse
entre la
nebulosa de unos tacos aguja
mientras
se acomoda el pañuelo frente al espejo.
SUSANA CABUCHI
(Córdoba-Argentina)
MEDIODÍA
Hoy
comemos bajo los parrales.
He lavado
las
frutas de la palta
que
golpeara el verano
y brillan
sobre las
tablas de la mesa.
El sol
ilumina los rostros
y
suspende
las uvas
negras
sobre
cada cabeza.
Los niños
han entrado corriendo
a
preguntar
quién
quiere jugar al marinero.
Y yo he
aceptado.
Yo quiero
navegar en este barco.
SUSANA GRIMBERG
(San Juan-Argentina)
LA MIRADA DE ANA.
EL ANEXO encarnaba
la alegría de estar.
(La dicha es tormento).
Las tablas del piso pedían ser pisadas.
Las camas, los sillones, conversaban el silencio.
Vacía de voces, la casa.
Las paredes extrañaban
ser tocadas, rozadas, miradas.
El padre.
Él.
El señor Frank.
Marca los territorios. Todos aceptan,
La vida será silencio. Convertirse en mudos.
Y estallar a la hora señalada.
Nunca demasiado.
Después reír, hablar.
Nunca demasiado.
¿Qué es demasiado? ¿Qué, más grande que callar?
¿Hasta cuándo?
Siempre.
la alegría de estar.
(La dicha es tormento).
Las tablas del piso pedían ser pisadas.
Las camas, los sillones, conversaban el silencio.
Vacía de voces, la casa.
Las paredes extrañaban
ser tocadas, rozadas, miradas.
El padre.
Él.
El señor Frank.
Marca los territorios. Todos aceptan,
La vida será silencio. Convertirse en mudos.
Y estallar a la hora señalada.
Nunca demasiado.
Después reír, hablar.
Nunca demasiado.
¿Qué es demasiado? ¿Qué, más grande que callar?
¿Hasta cuándo?
Siempre.
SUSANA LIZZI
(Entre
Ríos-Argentina)
NIDO
VACÍO
Manos pequeñas estampadas en el papel
el fuego
del juego
salpicaduras de barro entre la vida
mil noches de fiebre y tos convulsa
como un primitivo anticipo
Por todos
lados barullo, aromas, luces
Por todos lados reírse y llorarse como huesos sin carne
Mucho mucho de todo entre la mesa y las sillas y la cama y el tiempo
Por todos lados reírse y llorarse como huesos sin carne
Mucho mucho de todo entre la mesa y las sillas y la cama y el tiempo
Y ahora
Esta copa tan sola
Y esta noche tan fría.
Esta copa tan sola
Y esta noche tan fría.
SUSANA REYES
(San
Salvador-El Salvador)
Ella baja
en una cuna de sangre
Apenas
ayer era una medalla de luz
y su
silueta reía a un océano de voces ancestrales
cae
silenciosa en la oscuridad de aquellas manos de agua y sal
Cae como
la hoja febril de los adioses
como la
más culpable de las hijas que vuelan en la noche
Cae y un
horizonte rompe el filo de su filo
y los
arboles rizan lúbricos la sangre derretida
La noche
que era incendio solo es silencio de estrellas
El
horizonte acuna una despedida, susurra un canto de mar ancestral y tibio
Ella
extiende sus manos y se derrama
y en un
instante se funde con mis lágrimas.
(Chaco-Argentina)
IR Y
VENIR
Viene el
hombre que me trae la comida
(me gusta
pedirla, me gusta abrir el papel
en que la
envuelven y dejarla enfriar.
Es otra
mujer la que cocina y dos hombres
la
reparten por las casas).
Pero este
sábado él me pregunta: ¿qué hacés en tus clases?,
quiero
leer poesía de ahora y no entiendo, me dice.
Entonces
lo hago pasar.
Busco los
anteojos, busco el cenicero,
y abro a
Juárroz primero y abro a Gianuzzi después.
Me gusta
abrirlos así, al azar, en alguna página,
ver cómo
saltan las letras.
Café y
manzanas leo,
mientras
la comida que me trajo este hombre
se enfría
más sobre la mesa.
Nos
enredamos en esa música ajena
que se
nos hace propia y los ojos
del
hombre que me trae la comida
se llenan
de lágrimas.
Entiendo,
me dice, eso que no entiendo.
¿Y
Borges? , pregunta, ¿creés que podré con él?
Le acerco
un pañuelo de papel y se seca las lágrimas.
Antes de irse él vuelve a preguntar:
¿entonces
me hicieron creer que no entiendo?
No
entendemos y ni falta que nos hace. Basta
con
llevar esas frases a la boca.
El hombre
que me trae la comida se va.
Y yo
saboreo lenta los trocitos.
TANIA ALEGRÍA
(Lisboa-Portugal)
SIN POESÍA
Mis instantes transcurren entre espantos
conforme el diapasón de tus arpegios,
alguna vez, la miel de las palabras,
otras, ácido y hielo.
La vida se disuelve en inquietudes.
Y se me queda el gusto del veneno.
De rumbo en rumbo forjo el equipaje
modelado en la fragua de los miedos,
será mi compañero en el exilio
de tu verbo al destierro.
Viaja en el tiempo el duende mis mitos.
Y se me quedan vanos los recuerdos.
En el limbo, mis letras fatigadas
vacilan entre el grito y el silencio.
Sin quejas y sin loas en los labios
poco a poco me alejo.
Se vuelve larga y acre la tristeza.
Y se me queda sin poesía el verso.
Mis instantes transcurren entre espantos
conforme el diapasón de tus arpegios,
alguna vez, la miel de las palabras,
otras, ácido y hielo.
La vida se disuelve en inquietudes.
Y se me queda el gusto del veneno.
De rumbo en rumbo forjo el equipaje
modelado en la fragua de los miedos,
será mi compañero en el exilio
de tu verbo al destierro.
Viaja en el tiempo el duende mis mitos.
Y se me quedan vanos los recuerdos.
En el limbo, mis letras fatigadas
vacilan entre el grito y el silencio.
Sin quejas y sin loas en los labios
poco a poco me alejo.
Se vuelve larga y acre la tristeza.
Y se me queda sin poesía el verso.
TANYA TINJÄLÄ
(Helsinki-Finlandia)
POLVOS
Me echo
el polvo
de tus
libros leídos en vano
la ceniza
de tus
cabellos dorados
la
escarcha
de tus
ojos aurora boreal.
el rocío
de tus lágrimas
que no
supe beber
los
retazos de los días y las horas
que
pasaré contemplando el vacío
la marca
de tu cuerpo
al otro
lado de la cama
el
pliegue de la sábana
que ya no
te contiene
tu risa
rota
tus
caricias inaudibles
tus besos
raptados.
Polvo eres
y en tu polvo
reposaré
TERESA ITURRIAGA OSA
(Palmas
de Gran Canaria-España)
CON
CRITERIO
Rapta a
Europa el toro blanco, pura
la doncella pierde las cintas de las manos,
el asta amputa el tendido de su vientre, rompe y rasga,
libera un alma en red,
el fuego cae sobre el lomo, se desploma
una isla sobre otra, baila el deseo un akelarre santo,
arrastra bramidos, olas,
algas de ira comestible, una danza pélvica
a merced del impulso.
Hay mujeres en las plazas, arrecifes gritando
este museo de imágenes
que nos inunda el primer nivel de la piel
y ni a tiros nos quitan sus ojazos de encima
del camisón o sábana,
la seda nos confunde la pasión... observa
ora el cazador, ora la presa,
cuando se levanta la espuma
náufraga figura entre el altar y el coliseo,
sacerdotisa del lenguaje, fiera...
Toda trenza ha pasado por ahí, los peines
entregaron sus huecos al brezo,
y las jaras a duras penas
hurgaron en la cesta, al fondo las vasijas
donde verter las lágrimas para no morir de sed
en mil batallas, mujeres perfeccionando el firmamento
hasta el último disparo certero y con criterio,
andando las arrugas del tiempo,
desde las crestas del paraíso.
la doncella pierde las cintas de las manos,
el asta amputa el tendido de su vientre, rompe y rasga,
libera un alma en red,
el fuego cae sobre el lomo, se desploma
una isla sobre otra, baila el deseo un akelarre santo,
arrastra bramidos, olas,
algas de ira comestible, una danza pélvica
a merced del impulso.
Hay mujeres en las plazas, arrecifes gritando
este museo de imágenes
que nos inunda el primer nivel de la piel
y ni a tiros nos quitan sus ojazos de encima
del camisón o sábana,
la seda nos confunde la pasión... observa
ora el cazador, ora la presa,
cuando se levanta la espuma
náufraga figura entre el altar y el coliseo,
sacerdotisa del lenguaje, fiera...
Toda trenza ha pasado por ahí, los peines
entregaron sus huecos al brezo,
y las jaras a duras penas
hurgaron en la cesta, al fondo las vasijas
donde verter las lágrimas para no morir de sed
en mil batallas, mujeres perfeccionando el firmamento
hasta el último disparo certero y con criterio,
andando las arrugas del tiempo,
desde las crestas del paraíso.
VERÓNICA ARDANAZ
(Salta-Argentina)
ESTAR EN
EL MUNDO
no hay tiempo cuando el sol entra en Tiwanaku
sus caminos son pies descalzos
salimos por las caderas del día
hacia adentro
no sé cómo regresaremos
¿luz coagulada, huella calcinada?
piedra blandísima parió el ojo es el mundo
¿piedra que canta escuchamos?
madre ventana donde mariposas sueñan la densidad de lo abierto
tan abierto duele como vivir
como abrazar lo imposible
el ángulo sagrado entre el Illimani
el Murarata
y el tajo de piedra de Tiwanaku
el sol no se detiene abraza
de la vida la sombra
besamos tiernamente
las manos de Kusch
no hay tiempo cuando el sol entra en Tiwanaku
sus caminos son pies descalzos
salimos por las caderas del día
hacia adentro
no sé cómo regresaremos
¿luz coagulada, huella calcinada?
piedra blandísima parió el ojo es el mundo
¿piedra que canta escuchamos?
madre ventana donde mariposas sueñan la densidad de lo abierto
tan abierto duele como vivir
como abrazar lo imposible
el ángulo sagrado entre el Illimani
el Murarata
y el tajo de piedra de Tiwanaku
el sol no se detiene abraza
de la vida la sombra
besamos tiernamente
las manos de Kusch
Tiwanaku,
equinoccio, 2013
VERÓNICA CAPELLINO
(Santa Fe-Argentina)
AMANECE
LA POESÍA
Debajo-de-la
lluvia-sobre-todo-si-arrecia
ante las
mesas tendidas a la gula de la vulgaridad
por
encima de los exilios de la ternura
del
cuento contado por un idiota
lleno de
ruido y furia
en
el epicentro de la fatiga y las latitudes del hastío sus ínsulas
sus penínsulas:
hacer-un-huequito-y-poner-ahí
la poesía
como un
caracol de río o una pluma
roja:
signos
arropados con-tierra-en-la-tierra
para
cuando amanezca porque
siempre
amanece.
VICKY CHINCARINI
(Tucumán-Argentina)
LA
CRECIENTE
De pronto el río quiere ser mar,
alza sus espadas
y apenas un rumor quiebra el silencio.
En muro avanza:
pasa el pez,
el pájaro,
el caballo,
el corral disperso,
la serpiente,
el hombre,
la piedra,
el colibrí,
la iguana
sobre los pliegues donde flotan
imágenes de otras aguas que el olvido niega.¿Acaso son las mismas
que elevaron sus manos sobre el barranco gris
o hacia el rostro de la mujer sin un nombre sonoro?
Después,construída la intemperie
el alba deja en la orilla la rama de laurel
junto al niño que acaricia el lomo de su gato.
Lejos,entre un incendio de soles
¿quién cantará
para esa noche poblada de relámpagos,
para el gorrión sin nido,
para los que nunca hablarán de la muerte?
VÍCTOR HUGO ARÉVALO JORDÁN
(Cochabamba-Bolivia)
AYER
quisiera saber como estás,
si realmente sonríes al fin sin dolor,
si el camino es largo aún,
o se cortó ahí, en el puente,
definitivamente,
quisiera escuchar ese "te cuento papi"
y escuchar tus idas y venidas,
tus sueños, tus esperanzas, tus quejas
y verme en tus ojos, abrazarte;
quiero que aproveches mis abrazos
para quejarte, o te midas mis ropas,
quisiera que me cuentes si viste a Dios,
o es algo tan lejano que casi no existe,
y si lo viste, ¡¡tanta santidad!!
que me alegraría te hayas adelantado
para contarme, es al revés, lo sé,
pero a mis padres los espero hace tantos años......
WALDINA MEJÍA
(Tegucigalpa-Honduras)
EL LIBRO
DE LOS NO OLVIDOS
No olvido
no puedo olvidar sin tregua me persigue este recuerdo:
Como
llevado por los deseos de los pasajeros de volver al hogar, veloz, casi de
noche, el autobús entraba a la ciudad por la calle asfaltada rodeada de barrio
marginal.
En él,
volvía yo cansada, contenta del trabajo en el pueblo, y miraba a través de la
ventana el barrio aglomerado, que escalaba los cerros desde ambos lados de la
calle.
En cada
casuchita danzaban pequeñitas hogueras,
estrellas
jubilosas entre la oscuridad,
casi se
oía el oloroso chisporroteo del fogón,
la
alegría de aquellos niños sucios y descalzos
por la
tortilla que se inventaba en manos de la
madre
y tal vez
por un poco de frijoles, que sé yo,
quizá
hasta el alborozo de un poquito de huevo revuelto con arroz.
Reían los
pequeños fogones escapándose por entre las rendijas pequeñísimos soles sobrevivientes al sol
agonizado y bailaba mi alma la danza del hogar,
de cada
hogar humeante a pesar de tanto sufrimiento
y
entonces enfrente de una de aquellas casuchitas
un hombre
pensativo y delgado, mirando hacia el vacío
para no
ver los cinco pequeños silenciosos
que
ansiosos esperaban, esperaban, esperaban...
el fogón
muerto, muerta la estrella, muerta la esperanza. Aquella inmensa oscuridad me
draga el alma, aquel dolor no me abandona el pecho.
WILMA BORCHERS
(Los
Vilos-Chile)
EL REINO
OSCURO
Padre de
la Mazorca,
Antiguo
Padre del Maíz,
Han roto
tus inflorescencias,
Quebrantaron
el sello de tus células,
Violaron
el santuario de tu núcleo,
Trasgredieron
tu sacra alquimia,
Alteraron
tus códigos auríferos,
Tu rubia
leche de estrella nodriza.
¡Reyezuelos,
Monarcas de lo oscuro,
Apostando
a la taba el milagro de la vida!
Padre
Maíz, guardián de los pobres,
Guardo de
ti un puñado intacto,
Una
mínima cosecha de oro puro,
Al morir,
quiero llevarte conmigo.
Porque un
día, después del fracaso,
Cuando la
liturgia astral se recupere,
Tal vez,
desde el polvo de mi osamenta,
Reverdezca
tu prodigio en el surco,
Y retorne
a la mesa de la desdicha,
Tu pan de
esperanza entre los hombres.
XAVIER OQUENDO TRONCOSO
(Ambato-Ecuador)
DE CÓMO
EL POETA REGRESA A LOS “TIEMPOS MOZOS”
Otra vez
la juventud luego de años
mirándome
desde los otros.
Otra vez
esa especie de mueca,
ese
espasmo que se queda con uno
hasta que
el efecto eche raíz en el recuerdo.
Una
canción de ayer
hace como
ripio mis paredes
La
juventud me erupciona:
una
fotografía
una
ráfaga de dulce
una rosa en
la mitad justa de una estación de tren
un ósculo
azul en la boca amada
una
bofetada agria y limonera
en la
mejilla opuesta de la luna.
Pero ya
uno se cansa también de recordar
y más
bien nos vamos a dormir
porque
hace frío,
porque hace viento
y porque
sí.
XIMENA GAUTIER GREVE
(Paris-Francia)
RIAMOS CAMARADA.
(a ArnaudLantoine)
Riamos
juntos camarada,
riamos
hoy
mientras
afinamos el tiro
sentados
en la loma, entre las zarzas
y la
noble alfalfa seca ya aplastada
Riamos
allá arriba,
con una
mano en la cintura
ensombreciendo
con la otra la mirada,
ojeando
sobre la quebrada a lo lejos
buscando
al puma despiadado para herirlo,
para
herirlo de muerte en la cañada
adonde
los escorpiones vendrán
para
inaugurar otra caverna
en el
flanco de otra madrugada
en el
flanco de todas las encrucijadas
en el
abierto flanco de los pueblos.
(Montreal-Canadá)
NOCHE DE
PLENILUNIO
Lóbrega
mudez rodea la calle
Afuera,
la tormenta ha cesado
Adentro,
recién comienza
Horas
enrojecidas de vigilia
riegan de
lluvia la antesala
de un
íntimo misticismo
Algo
ocultan las sombras
esta
noche, mientras arriba
los
astros palpitan como nunca
La
cortina de nublos desaparece
dejando
ver la luna enrojecida,
como si
tuviera vergüenza
Se filtra
uno de sus ojos
No deja
que el pájaro del sueño
penetre
de una vez en su jaula
Hay
tantos que no saben
lo que
ocurre esta noche
más
arriba de sus cabezas
ZULMA SOSA
(Formosa-Argentina)
PALACIO
DE HIELO
soy dos mitades /
no exactas / poco parecidas /
una a veces se toca /
la otra no /
una precisa acabar con la tristeza /
la otra no /
los parientes muertos /
los parientes heridos /
y siempre la que contempla mira /
su guerra / su casa /
huele el olor de la albahaca /
la salsa roja sobre los fideos /
el queso garuando sobre ellos /
una media rota /
la otra no /
las zapatillas de Luciano gastadas /
el cuerpito flaco sobre su cama /
en ese suave segundo/
ambas se juntan...
su mami / su mamá /
su breve /
mà
soy dos mitades /
no exactas / poco parecidas /
una a veces se toca /
la otra no /
una precisa acabar con la tristeza /
la otra no /
los parientes muertos /
los parientes heridos /
y siempre la que contempla mira /
su guerra / su casa /
huele el olor de la albahaca /
la salsa roja sobre los fideos /
el queso garuando sobre ellos /
una media rota /
la otra no /
las zapatillas de Luciano gastadas /
el cuerpito flaco sobre su cama /
en ese suave segundo/
ambas se juntan...
su mami / su mamá /
su breve /
mà
INDICE
5-ADRIANA AGRELO (Buenos Aires-Argentina)
6-ALDO LUIS NOVELLI (Neuquén-Argentina)
7-ALEJANDRA DÍAZ (Tucumán-Argentina)
8-ALEJANDRA PARRA (Buenos Aires-Argentina)
9-ALEJANDRO BEKES (Entre Ríos-Argentina)
10-ALEJANDRO CABROL (Entre Ríos-Argentina)
11-ALEXIS COMAMALA (Córdoba-Argentina)
12-ALFREDO LUNA (Catamarca-Argentina)
13-ALICIA MÁRQUEZ (CABA-Argentina)
14-AMANDA PEDROZO (Asunción-Paraguay)
15-AMELIA ARELLANO
(San Luis-Argentina)
16-AMPARO OSORIO (Bogotá-Colombia)
17-ANAMARIA MAYOL (Neuquén-Argentina)
18-ANDRÉ CRUCHAGA (Chalatenango-El Salvador)
19-ANDREA ALVAREZ (Caracas-Venezuela)
20-ANÍBAL FERNANDO BONILLA (Otavalo-Ecuador)
21-ANNA BANASIAK (Zgierz-Polonia)
22-ARABELLA SALAVERRY (San José-Costa Rica)
23-ASTRID SOFÍA PEDRAZA (Barranquilla-Colombia)
24-AUGUSTO ENRIQUE RUFINO (Salta-Argentina)
25-BEATRIZ SCHAEFER PEÑA (CABA-Argentina)
26-BELKYS SORBELLINI (Santa Fe-Argentina)
27-BENJAMIN ARAUJO (Toluca de Lerdo-Méjico)
28-CAMILA FABI (Tierra
del Fuego-Argentina)
29-CARINA SEDEVICH (Santa Fe-Argentina)
30-CARLOS ALDAZÁBAL (Salta-Argentina)
31-CARLOS BARBARITO (Buenos Aires-Argentina)
32-CARLOS FAJARDO FAJARDO (Cali-Colombia)
33-CARLOS GARRO AGUILAR (Córdoba-Argentina)
34-CARLOS MÜLLER (Salta-Argentina)
35-CARLOS NORBERTO CARBONE (Buenos Aires-Argentina)
36-CARMEN AMATO TEJEDA (Ciudad
Juárez-México)
37-CARMEN HERNÁNDEZ PEÑA (Ciego de Ávila-Cuba)
38-CARMEN VÁSCONES (Guayaquil-Ecuador)
39-CECILIA ORTIZ (Buenos Aires-Argentina)
40-CELIA FONTAN (Santa Fe-Argentina)
41-CÉSAR BISSO (Santa
Fe-Argentina)
42-CLAUDIA AINCHIL (CABA-Buenos Aires)
43-CLAUDIA TEJEDA (Córdoba-Argentina)
44-CONSTANTINO MPOLÁS ANDREANI (CABA-Argentina)
45-CRISTINA VALCKE (Cali-Colombia)
46-DANIEL MONTOLY (Ohio-Estados Unidos)
47-DARIO VILLALBA (Salta-Argentina)
48-DIANA IRENE BLANCO (La Pampa-Argentina)
49-DOLORS ALBEROLA (Valencia-España)
50-EDMUNDO TORREJÓN JURADO (Tarija-Bolivia)
51-ELSA HUFSCHMID
(Santa Fe-Argentina)
52-ELVIRA ALEJANDRA QUINTERO (Popayán-Colombia)
53-ERNESTINA ELORRIAGA (Córdoba-Argentina)
54-ESTELA PORTA (Tucumán-Argentina)
55-EUGENIA CABRAL (Córdoba-Argentina)
56-FABIANA IGLESIAS (Málaga-España)
57-FANNY TRAINER (Jujuy-Argentina)
58-FERNANDA
AGÜERO (Salta-Argentina)
59-FERNANDO BELOTTINI (Santa Fe-Argentina)
60-FERNANDO REYES FRANZANI (Santiago de Chile-Chile)
61-FERNANDO VASCHETTO (Santa Fe-Argentina)
62-FLAVIA COSMA (Bucarest-Rumania)
63-FLORENCIA LO CELSO (Santa Fe-Argentina)
64-FRANCISCO ROMANO PÉREZ (Jujuy-Argentina)
65-FRANK PEREIRA HENNESSEY (Barranquilla-Colombia)
66-GABRIEL CHÁVEZ CASAZOLA (Santa Cruz de la Sierra-Bolivia)
67-GABRIEL IMPAGLIONE (Sardegna-Italia)
68-GINA ESCOBAR (Misiones-Argentina)
69-GIOCONDA BELLI (Managua-Nicaragua)
71-GITO MINORE (CABA-Argentina)
72-GRACIELA MITRE (Santa Fe-Argentina)
73-GREGORIO ECHEVERRÍA (Santa Fe-Argentina)
74-HÉCTOR BERENGUER (Santa Fe-Argentina)
75-HERNAN SCHILLAGI (Mendoza-Argentina)
76-HERNANDO GUERRA TOVAR (Guayabal-Colombia)
77-HILDA ANGÉLICA GARCÍA (Catamarca-Argentina)
78-HUGO FRANCISCO RIVELLA (Salta-Argentina)
79-HUGO TOSCADARAY (Buenos Aires-Argentina)
80-ILDIKO NASSR (Jujuy-Argentina)
81-INÉS LEGARRETA (CABA-Argentina)
82-IRMA DROZ (Córdoba-Argentina)
83-ISABELLA DE JESÚS (Guadalajara-México)
84-JEANNETTE MONTOYA (Gotemburgo-Suecia)
85-JENIFFER MOORE (Miami-Estados Unidos)
86-JENNY LONDOÑO (Quito-Ecuador)
87-JORGE ARIEL MADRAZO (Buenos Aires-Argentina)
88-JORGE FERNANDO LANDÓ (Buenos Aires-Argentina)
89-JORGE VINITZKY (Montevideo-Uruguay)
90-JOTAELE ANDRADE (Buenos Aires-Argentina)
91-JULIO CARABELLI (Tucumán-Argentina)
92-JULIO RICARDO ESTEFAN (Córdoba-Argentina)
93-KARLA SANCHEZ BARRETO (León-Nicaragua)
94-LAURA TESOLÍN (Santa Fe-Argentina)
95-LAURA YASÁN (CABA-Argentina)
96-LEANDRO MANUEL CALLE (Córdoba-Argentina)
97-LEONOR MAUVECIN (Córdoba-Argentina)
98-LIANA FRIEDRICH (Córdoba-Argentina)
99-LILIANA DIAZ
MINDURRY (Buenos
Aires-Argentina)
100-LORENNE BENITEZ (Posadas-Misiones)
101-LUCIA CARMONA (La Rioja-Argentina)
102-LUCÍA ESTRADA (Colombia)
104-LUCRECIA COSCIO (Salta-Argentina)
105-LUISA FERNANDA
TRUJILLO AMAYA (Bogotá-Colombia)
106-MAIRYM CRUZ BERNAL (San Juan-Puerto Rico)
107-MANÉ CASTRO VIDELA (CABA-Argentina)
109-MARCELO LEITES (Entre Ríos-Argentina)
110-MARCELO PARISI (Santa Fe-Argentina)
111-MARGARITA MUÑOZ (Chihuahua-México)
112-MARIA ALEJANDRA TIRABOSCHI (Santa Fe-Argentina)
113-MARIA BEATRIZ BOLSI (Santa Fe-Argentina)
114-MARIA ESTER CHAPP (Buenos Aires-Argentina)
115-MARIA ISABEL BUGNON (Santa Fe-Argentina)
116-MARÍA JOSÉ VIDAL PRADO (Galicia-España)
117-MARÍA LYDA CANOSO (Santa Fe-Argentina)
118-MARÍA ROSA LOJO
(Buenos Aires-Argentina)
119-MARÍA TERESA ANDRUETTO (Córdoba-Argentina)
121-MARIANA VACS (Santa Fe-Argentina)
122-MARIANELA PUEBLA (Valparaíso-Chile)
123-MARIANO SHIFMAN (CABA-Argentina)
124-MARIASILVIA PASCHETA (Río Negro-Argentina)
125-MARIEL MONENTE (CABA-Argentina)
126-MARISA NEGRI (Buenos Aires-Argentina)
127-MARTA CWIELONG (CABA-Argentina)
128-MARTA GODDIO (Santa Fe-Argentina)
129-MARTA ORTIZ (Santa Fe-Argentina)
130-MARTHA OLIVERI (CABA-Argentina)
131-MÁXIMO SIMPSON (CABA-Argentina)
132-MIGUEL ANGEL FEDERIK (Entre Ríos-Argentina)
133-MIGUEL ANGEL GAVILÁN (Santa Fe-Argentina)
134-MIGUEL ANGEL MORELLI (Buenos Aires-Argentina)
135-MIGUEL CARLOS GONZÁLEZ (Entre Ríos-Argentina)
136-MIGUEL GAYÁ (Buenos Aires-Argentina)
137-MIRIAM CAIRO (Buenos Aires-Argentina)
138-MIRTA EDITH LARCHER (Santa Fe-Argentina)
139-MIRTA GAZIANO (Santa Fe-Argentina)
140-MIRYAM COLOMBOTTO-SEIA (Santa Fe-Argentina)
141-MONICA IVULICH (Nueva York-Estados Unidos)
142-MONICA LAURENCENA (Paraná-Entre Ríos)
143-MYRIAM LEAL (Tucumán-Argentina)
144-NORA NANI (Córdoba-Argentina)
145-NORMA ALZOLA (Caracas-Venezuela)
146-NORMA SEGADES (Santa Fe-Argentina)
147-OLGA LILIANA REINOSO (La Pampa-Argentina)
148-ORLANDO VAN BREDAM (Formosa-Argentina)
149-OSCAR A. AGÚ (Santa Fe-Argentina)
150-PABLO ANADÓN (Córdoba-Argentina)
152-PABLO JAVIER RESA (Buenos Aires-Argentina)
153-PABLO QUERALT (Buenos Aires-Argentina)
154-PASTOR AGUIAR (Miami-Estados Unidos)
155-PATRICIA SEVERIN (Reconquista-Santa Fe)
156-PEDRO ABRIZ (México DF-México)
157-PEDRO ARTURO ESTRADA Z. (Girardota-Colombia)
158-PERLA JAIMOVICH
(Tucumán-Argentina)
159-PILAR ROMANO (Corrientes-Argentina)
160-RAÚL ORLANDO ARTOLA (Viedma-Río Negro-Argentina)
161-REYNA DOMINGUEZ (San
Juan-Argentina)
162-RICARDO JUAN BENÍTEZ (CABA-Buenos Aires)
162-ROBERTO AGUIRRE MOLINA (Santa Fe-Argentina)
163-ROBERTO DANIEL MALATESTA (Santa Fe-Argentina)
164-ROGELIO RAMOS SIGNES (San Juan-Argentina)
165-ROSA FASOLIS (Santa Fe-Argentina)
166-ROSANA RUFINER (Entre Ríos-Argentina)
167-ROSINA LOZECO (Santa Fe-Argentina)
168-ROSINA VALCÁRCEL (Lima-Perú)
170-RUBÉN EDUARDO GÓMEZ (Chubut-Argentina)
171-RUBÉN VEDOVALDI (Santa Fe-Argentina)
172-RUTH ANA LOPEZ CALDERON (Sucre-Bolivia)
173-RUTH VEGA PUÑAL (Cuzco-Perú)
174-SALMA HASSAN (Durazno-Uruguay)
175-SANDRA GUDIÑO (Santa Fe-Argentina)
176-SERGIO BORAO LLOP (Zaragoza-España)
177-SILVIA CUEVAS-MORALES (Melbourne-Australia)
178-SILVIA DELGADO FUENTES (Bilbao-Euskal Herría)
179-SILVIA FAVARETTO (Venecia-Italia)
180-SILVIA LASALA (Santa Fe-Argentina)
181-SILVIA LOUSTAU (Buenos Aires-Argentina)
182-SILVIA ROBLEDO (Valencia-España)
183-SONIA RABINOVICH (Córdoba-Argentina)
184-SUSANA CABUCHI
(Córdoba-Argentina)
185-SUSANA GRIMBERG (San Juan-Argentina)
186-SUSANA LIZZI
(Entre Ríos-Argentina)
187-SUSANA REYES (San Salvador-El Salvador)
188-SUSANA SZWARC (Chaco-Argentina)
189-TANIA ALEGRÍA (Lisboa-Portugal)
190-TANYA TINJÄLÄ (Helsinki-Finlandia)
191-TERESA ITURRIAGA OSA (Las Palmas de – España
192-VERÓNICA ARDANAZ (Salta-Argentina)
193-VERÓNICA CAPELLINO (Santa Fe-Argentina)
194-VICKY CHINCARINI (Tucumán-Argentina)
195-VÍCTOR HUGO ARÉVALO JORDÁN (Cochabamba-Bolivia)
196-WALDINA MEJÍA (Tegucigalpa-Honduras)
197-WILMA BORCHERS (Los Vilos-Chile)
198-XAVIER OQUENDO TRONCOSO (Ambato-Ecuador)
199-XIMENA GAUTIER GREVE (Paris-Francia)
200-YOLANDA DUQUE VIDAL (Montreal-Canadá)
201-ZULMA SOSA (Formosa-Argentina)